VITORIA - Los vecinos de la calle Sierra de Urbasa, en el barrio de Lakua, reclaman un mejor y más eficaz servicio en la recogida de basura en los contenedores de la zona después de las desagradables escenas de este fin de semana, en el que las bolsas y diversos enseres han permanecido durante las jornadas del sábado, domingo y gran parte del lunes hasta que finalmente fueron retirados.

La isleta de recogida, formada por un contenedor gris para la fracción resto y dos para los residuos orgánicos, a la altura del centro educativo de esa vía, amaneció en la mañana del sábado “repleta de bolsas de basura depositadas fuera del contenedor gris y con todo tipo de enseres desperdigados por la calle”, relató un vecino de las inmediaciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

El hecho del pasado fin de semana suele ser “habitual” en las últimas fechas con la acumulación de “bolsas y otros restos como sillas de plástico, diversas especies de plantas con sus tiestos incluidos y hasta un paraguas roto”, describió este testigo directo. Todo ello se produce además en una zona pegada a la valla de un colegio, ubicado en la propia calle Sierra de Urbasa. “No es una escena agradable ni deseable para los escolares y sus padres, acudir el lunes a clase y encontrarse con este paisaje”, lamentó.

La concentración de las bolsas y el resto de elementos “fue aumentando durante el sábado y el domingo”, relata este vecino, mientras intentó por varios medios que algún operario de la contrata de limpieza se acercara a recoger los restos. “Vino una furgoneta de FCC, pero los operarios se dedicaron a sacar fotos, sin retirar las bolsas de las inmediaciones”.

Procedió a llamar en “varias ocasiones al Ayuntamiento y la Policía Local” para obtener una respuesta que le orientaba a exponer el caso a través del buzón ciudadano. “Llegó a pasar una patrulla de la policía, pero ni siquiera se pararon en este punto”, reconoció. Recurrió también al servicio de mensajería VGarbi, a través de WhatsApp, que posibilita el envío de imágenes en las que se puede ofrecer la ubicación de donde se encuentra la queja referida a la limpieza para que una brigada proceda a su retirada. “Me indicaron que tomaban nota de mi queja sobre el asunto y de haber recibido la información”, relató el vecino.

La acumulación de bolsas y todo tipo de restos motivó también la presencia de ciudadanos que se “acercaron a rebuscar en el contenido de las bolsas, lo que hizo que luego muchas quedaran abiertas y con el contenido esparcido. No daban ganas de acercarse al contenedor a decirles nada”, lamentaba ayer.

LIMPIEZA DEL CONTENEDOR Desde el servicio de Gestión de Residuos del Ayuntamiento confirmaron a DNA que en la jornada de ayer se desplazó un equipo a Sierra de Urbasa para proceder a la “limpieza del contenedor”. De la misma manera también se constató una queja recibida en el buzón ciudadano sobre la “excesiva suciedad” de la zona. Aludieron también a una queja recibida en este mismo medio y referida a una cuestión similar en esta zona presentada el pasado 22 de febrero.

Este caso del fin de semana sirvió también para que desde la asociación vecinal de esa parte de Gasteiz, Ibai Lakua, señalaran ayer no ser algo “concentrado en ese punto del barrio, sino que también se dan casos similares en otros escenarios”, concretaron desde el colectivo a este diario. Relataron situaciones concretas “en la zona junto a los chalets adosados de un inmueble en el que dejan en el exterior todo tipo de restos y ya estado incluso la Policía Local para comprobarlo”.

También detectan lagunas en la calle Pamplona “junto al establecimiento comercial que llena los contenedores y los vecinos no tienen más remedio que dejar las bolsas fuera”, indicaron. Otro punto habitual de falta de limpieza es en la calle Landaverde “en la parte trasera del centro cívico cuando pasas a las siete de la mañana y te encuentras con los tres contenedores llenos”. Han sido varias las comunicaciones enviadas al Ayuntamiento para poner en conocimiento estas situaciones y “solicitar una más frecuencia en el paso de los equipos de FCC”, apuntan como solución más efectiva desde Ibai Lakua.

El pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Gasteiz impulsó una campaña también para concienciar a los vecinos de Salburua, Arkaiate, Izarra, Larrein o Mariturri respecto a la necesidad de depositar los diferentes tipo de residuos dentro de su correspondiente contenedor o buzón. Superada esa fase la Policía Local está en disposición de imponer sanciones a los ciudadanos.

Durante el fin de semana. El sábado amaneció con la isleta de contenedores de la calle Sierra de Urbasa, compuesta por un contenedor gris y dos de residuos orgánicos, rodeada de bolsas de basura, además de otros enseres como diversas especies de plantas con sus tiestos incluidos, una gran bolsa de espuma, una silla de plástico, cajas de cartón. La acumulación fue “en aumento” durante la jornada del sábado y la siguiente hasta que fueron retirados el lunes”, concretó un residente de las inmediaciones.

Rebuscar entre los restos. La presencia de bolsas y otro tipo de restos animó a que fueran varios los ciudadanos que se acercaron a los contenedores para rebuscar entre los objetos que estaban esparcidos sobre la calzada y la acera de esa calle.

La asociación vecinal admitió ayer a este diario estar ante prácticas “habituales” en lugares del barrio como “un contenedor de la calle Pamplona, junto a un establecimiento comercial, los tres contenedores de la calle Landaverde, en la parte trasera del centro cívico o en la zona de los chalets en los que ya se ha personado la Policía Local para comprobar la situación”, relataron.

171

Expedientes por incumplimiento. El Ayuntamieno desplegó el pasado año una campaña para sancionar a comercios y particulares por depositar bolsas fuera de los contenedores. La mayoría se centraron en propietarios de tiendas. La ordenanza municipal que regula estas infracciones contempla sanciones leves (de 90 a 750 euros), graves, de 751 a 1.500, y las muy graves que acarrean una multa entre los 1.501 y 3.000 euros. Estas actitudes incívicas ocasiones al Ayuntamiento un gasto anual de un millón de euros en actividades de refuerzo.