Pagos de Leza se muda y llega Bodegas Lozano
La empresa de La Mancha compra la firma alavesa Con la operación inicia su expansión a otras denominaciones
Laguardia - Tras meses de comentarios y rumores sobre la posibilidad de que Bodegas Pagos de Leza estuviera sobre la mesa de negociación para el traspaso de la propiedad, Gloria Santamaría, su impulsora, junto a su marido, ha decidido la venta definitiva a Bodegas Lozano, una de las firmas más importantes de La Mancha, concretamente de Villarrobledo (Albacete). Pagos de Leza fue el proyecto personal de Gloria Santamaría, una de las mujeres del Rioja cuya saga familiar vinatera comenzó con el bisabuelo Jerónimo Martínez El Arriero en el complicado año de 1898. Este hombre, con su viñedo, elaboraba en las cuevas del subsuelo de Laguardia, en sus bodeguitas, que eran muy pequeñas porque sólo tenían un depósito de 16 cántaras o dos depósitos. Lo que hizo fue marchar a comercializar sus vinos a la zona norte. Además, tenía una pescadería y se traía pescado, por eso le llamaban El Arriero.
La segunda generación, Lucía y Gregorio, fueron los que ampliaron los viñedos, entre ellos adquiriendo Hacienda de Gortazar, que es donde se asienta Pagos de Leza, en Leza. Allí hubo un antiguo monasterio y un poblado hoy desaparecidos. A la familia Gortazar les compraron las propiedades que habían sido del fabulista Samaniego: una parte del palacio de Samaniego de Laguardia con su bodega rebautizada como El Fabulista; la finca donde se asienta el Centro Temático del Vino Villa Lucía o la finca La Escobosa, hoy ocupada por la bodega Solar de Samaniego. La tercera generación estuvo impulsada por Ángel, padre de Gloria, propietario de Solar Viejo y uno de los impulsores más activos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja. En esa bodega se formó Gloria y se empapó de cultura vitivinícola junto a grandes nombres del vino: Fernando Salamero, Pedro Vivanco, Josechu Bezares y otros que se reunían con mucha frecuencia.
Llegada la jubilación de Ángel, Gloria y su marido Antonio continuaron con el negocio familiar y con la vista puesta en crear un complejo enoturístico en Leza, en el antiguo terreno del monasterio. Ellos impulsaron la creación de un Club de la Cepa, una entidad vinculada a la viña, el enoturismo y la gastronomía, que se puso en marcha en junio del año 2009 en Laguardia. Su consejo estaba integrado por Juan Cangas Alonso, como presidente; José Javier Eristu, médico; Pedro Luis Elvira Martínez, abogado; Alberto Ortega Melón, ingeniero; Alfredo Amestoy, periodista, y Luis de Verástegui Mergelina, ingeniero técnico agrícola. Figuraba, asimismo, como socio de honor el restaurador Mikel Zeberio. El peso del Club de la Cepa era tan evidente que en Pagos de Leza han tenido una sala para ellos, donde guardaban sus vinos personales.
Y es que, el sueño de Gloria era construir una bodega. Por ello vendieron Solar Viejo y comenzaron en 2008 las complicadas gestiones para construir una bodega adaptada al Plan Territorial Parcial de Rioja Alavesa, cuyos permisos obtuvieron dos años después para materializar un proyecto elaborado por la arquitecta alavesa Jimena Ruiz de Landa y el ingeniero Alfredo Madrigal, con Bodegas Santamaría López como promotora de este proyecto, y con una inversión de casi 9 millones de euros, aunque la inversión real final fue de 3,5 millones. Ese proyecto contemplaba construir en la finca de 45.000 metros cuadrados un hotel de 28 habitaciones y una bodega con capacidad para trabajar 400.000 kilos de uva. Contaría con un restaurante donde se podrían recibir, además de nociones de cata y maridaje, clases de cocina con productos de la zona. La bodega se construyó, pero no el hotel. La obra la realizó el grupo navarro ACR colocando la primera piedra el día de San Isidro de 2010 en medio de una fuerte borrasca, y el 1 de septiembre de 2012, en una jornada de puertas abiertas para los vecinos de Leza, comenzó a funcionar oficialmente.
Durante estos seis años, Pagos de Leza fue construyendo su mercado, pero la fuerte competencia y las dificultades internas llevaron a los propietarios a tomar la decisión de vender la bodega, que se ha materializado ahora a través de Bodegas Lozano. La instalación cambiará de nombre, para llevar el de los nuevos propietarios, pero Gloria y Antonio van a continuar en el negocio del vino de Rioja y trasladarán sus marcas a otra bodega, en Laguardia de menor dimensión, que seguirá llevando el nombre de Pagos de Leza.
La familia Lozano, natural de Villarrobledo (Albacete), lleva durante cuatro generaciones dedicándose a su pasión, el vino. Todo comenzó cuando en 1853 se plantaron los primeros viñedos en la misma localización que el viñedo actual. Sin embargo, no fue hasta 1974 cuando Juan Ramón Lozano nieto del fundador y Rosa María Aroca, tomaron las riendas de la empresa fundada en 1920, y desde entonces, el crecimiento ha sido exponencial. En 2010, Ágata, Jaime y Rosa, hijos de Juan Ramón y Rosa María, y, por tanto, la cuarta generación, continuaron dirigiendo el camino que iniciaron sus padres décadas antes. Juntos, con esfuerzo y apoyados en un gran equipo compuesto por más de 100 personas, han llevado los vinos a más de 50 países en los cuatro continentes del mundo, siendo en la actualidad una de las empresas vitivinícolas referentes de España. Cuenta con oficinas permanentes en China y EEUU.
Cuenta en propiedad con una superficie de más de 1.000 hectáreas en finca La Carrasca, La Elipa y Los Salvadores ubicadas en los alrededores de Villarrobedo (Albacete) a unos diez minutos de distancia de la bodega. La producción media es de 6.500 kilos por hectárea repartida en 14 variedades de uva distintas. Blancas: Airén, Chardonnay, Macabeo, Moscatel, Sauvignon Blanc y Verdejo. Y las tintas: Bobal, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Petit Verdot, Shiraz y Tempranillo. La bodega tiene capacidad para elaborar 150 millones de litros y cuenta con uno de los mayores parques de barricas de Europa, 8.000, de roble francés y americano que se renuevan cada cinco años y una capacidad para envasar 20.000 botellas a la hora en 3 líneas de producción en las que se envasan botellas de vidrio cuya capacidad oscila desde los 375 ml hasta los 1500 ml, así como otros tipos de envases como Bag in Box. Además, disponen de un almacén inteligente para la rápida localización y carga de la mercancía, con una capacidad de 2.500 pallets. El almacén se completa con 3 muelles de carga tanto paletizada como manual.
Primera presencia Coincidiendo con el anuncio de la compra, que responde a un programa de expansión hacia otras Denominaciones de Origen, Bodegas Lozano ha sacado al mercado su primer vino de Rioja: Selección de Orígenes. Este procede de un total de 80 barricas de la añada 2014, en el que han participado 12 expertos, enólogos y sumilleres, en el que primero se eligió el viñedo y después el vino y su añada a través deferentes catas.
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