VITORIA - El proceso de implantación del Bus Eléctrico Inteligente (BEI) se enfrenta al escollo de dilucidar si los 13 autocares, que van a articular el servicio y sustituir la actual línea Periférica de Tuvisa a partir del segundo semestre de 2019 van a poder realizar el proceso de carga nocturna de sus baterías en unas nuevas cocheras o tendrán que llevar a cabo la operación en las actuales instalaciones de Agirrelanda. “El sistema de recarga lenta puede implantarse en las actuales cocheras”, avanzó la presidenta de Tuvisa, Itziar Gonzalo, durante la comisión de Urbanismo celebrada ayer. Respondió de esta manera al concejal de Irabazi, Óscar Fernández, que quiso conocer la situación actual del proyecto de nuevas instalaciones en la anunciada parcela del vivero, valoradas en alrededor de diez millones de euros, y de las que no se ha concretado ningún detalle. “La implantación del BEI y las cocheras son dos nuevos proyectos, pero no están condicionados entre sí ni están vinculados. El BEI no condiciona que haya que tener nuevas cocheras”, respondió Gonzalo. De esta manera salió al paso la máxima responsable de los autobuses de transporte público de Gasteiz ante los argumentos del edil de Irabazi.

ANUNCIO EN 2016 Buceó en la hemeroteca municipal Fernández para rescatar una nota de prensa del equipo de gobierno del mes de octubre de 2016 en la que el alcalde, Gorka Urtaran, anunció su intención de “pedir a la consejera de Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, la posibilidad de incluirlas en el nuevo proyecto del BEI”, relató el concejal de Irabazi. Aportó más detalles Fernández al respaldar su intervención con una reciente respuesta en el Parlamento Vasco de la propia consejera en la que recomendó Tapia que todo el “asunto se trabaje en el interior del Ayuntamiento y se establezca un análisis de qué es lo que se quiere hacer”. Consideró “de sentido común hacer un uso responsable de los fondos públicos y no tener que invertir dos veces en la misma cuestión” la cantidad destinada a los puntos de carga nocturna de los vehículos.

Rebatió los argumentos la máxima responsable política de Tuvisa al señalar la existencia de otros proyectos de bus inteligente en los que también se han colocado “pantógrafos invertidos de recarga y electrolineras en las propias cocheras”, enfatizó Gonzalo. Aludió también al hecho de poder contar con más detalles sobre el sistema de recarga lento “una vez que haya un adjudicatario de todo este proceso y será a partir de entonces cuando podremos avanzar”, tranquilizó mirando al concejal de Irabazi. En alusión a la intención de poder acometer el traslado de las cocheras de Tuvisa al solar que ahora ocupa el vivero municipal, reconoció Gonzalo no contar con el proyecto en un “nivel de desarrollo tan avanzado como para presentarlo a otras instituciones para poder obtener financiación”, asumió. En la misma respuesta reconoció el estado “obsoleto y la falta de espacio” de las actuales cocheras de Tuvisa, aunque se trata de una cuestión “no vinculada” a la implantación del bus eléctrico. “Durante mucho tiempo no se ha hecho nada en esta instalación en 50 años durante las épocas de bonanza económica”, lanzó, a modo de reproche hacia las corporaciones precedentes. No logró convencer ni hacer cambiar de opinión a Fernández, que exteriorizó su malestar y enfado ante la deriva que está tomando el proyecto con estos últimos inconvenientes. “Sin unas nuevas cocheras el BEI puede terminar siendo una chapuza”, espetó.

Dentro del proyecto de transformación en eléctrica de la línea Periférica, con un coste global de 42 millones de euros, el capítulo dedicado a la recarga energética de los vehículos asciende a 3,45 millones de euros. Se incluyen los dos puntos de recarga de oportunidad, en los apeaderos de Mendizorrotza y El Boulevard, con un denominado pantógrafo invertido. Esta operación se llevará a cabo en los periodos de ajuste de tiempos en los recorridos y está previsto que en menos de seis minutos los autocares adquieran la energía necesaria para completar los recorridos de línea y sea por la noche en las cocheras cuando se haga la recarga fuerte. Además, en las cocheras se estipula que haya “conectores para cuatro vehículos”, según deslizó ayer Gonzalo en el repaso a las características principales del proyecto que se está manejando. “Se ha trabajado en su implantación en cocheras, estén donde estén ubicadas. Se trata de una infraestructura que nos preocupa e interesa”, concretó la concejal jeltzale ayer.

La flota de Tuvisa está inmersa en una fase de renovación con la llegada, el pasado año 2017, de diez nuevos vehículos articulados de 18 metros. Para el ejercicio en curso, en el mes de julio, recibirá la sociedad municipal los primeros cinco autobuses híbridos. Será ya en 2019 cuando se completará el pedido de los cinco restantes vehículos híbridos, de 12 metros de longitud.

A la espera de la licitación. El Bus Eléctrico Inteligente (BEI) espera dar el siguiente paso como es la licitación del proyecto por un valor de 42,8 millones de euros. Según anunció el alcalde, Gorka Urtaran, en la puesta de largo de esta revolución en el transporte la mencionada licitación iba a tener lugar a comienzos de este año, del que ya han transcurrido 44 días. Se trata de un recorrido de 10 kilómetros de longitud, con un total de 24 paradas por sentido y que contará con 13 vehículos.