vitoria - Después de que el desfile del sábado por la noche quedara marcado por el frío y la lluvia, el cielo fue ayer magnánimo con los vitorianos y, pese a que se anunciaba más lluvia, no fue hasta la parte final del recorrido, que por cierto volvió a retrasarse algo más de lo que se esperaba, cuando una pequeña llovizna hizo acto de presencia. De este modo, los Pedro y Vilma de Los Picapiedra, los pollitos, los personajes de Frozen y demás miembros de las comparsas hicieron las delicias de la gente que se animó a acercarse al desfile aprovechando que la lluvia daba una tregua.

Con un clima más apetecible, aunque tampoco para tirar cohetes, las 25 comparsas partieron de nuevo del centro cívico Iparralde para afrontar un trayecto que les llevó por Portal de Legutiano, plaza Bilbao, calle Francia, La Paz, Ortiz de Zárate, la calle Florida y parque de la Florida.

Y así, con los disfraces destrozados en el caso de los más jóvenes y más cuidados probablemente en los mayores, los gasteiztarras se despedirán mañana del Carnaval con el tradicional entierro de la sardina, que arrancará a las 18.00 horas en la plaza Nueva con una verbena a cargo del grupo Lisker y se despedirá a las 20.00 horas con la quema del pescado. Será el momento de empezar a pensar ya en los carnavales de 2019.