vitoria - El envejecimiento de la población y las mejoras en las técnicas médicas y anestésicas, que disminuyen los riesgos asociados a la edad, están provocando en los tiempos recientes un importante incremento de la demanda quirúrgica en Osakidetza, tanto en el conjunto de Euskadi como en Álava. En concreto, el Servicio Vasco de Salud realizó a lo largo del año pasado 4.305 intervenciones más que en 2016, lo que supuso un aumento del 3,5%. Casi la mitad de las personas que pasaron por el quirófano tenía más de 65 años y más de 11.000 superaba los 85.
Sin embargo, Osakidetza ha logrado mantener su lista de espera para operaciones en cifras muy estables, en una media de 49,6 días, ligeramente por debajo de los 50,2 que registraba en 2016. El Hospital Universitario de Álava (HUA), pese a que también mejoró la demora quirúrgica media en 2017, concretamente en dos días, se mantuvo por encima de la barrera de los 50, más concretamente en 51. Peor que otros gigantes de la sanidad pública vasca como Cruces -40,2 días de espera media- o Donostia -49,6-, pero mejor que Galdakao -51,6- y especialmente Basurto -54,7-. También como noticias positivas, la OSI Araba logró en 2017 reducir las esperas medias para pasar consulta con el especialista -de 28,6 a 26,9 días- y realizarse una prueba complementaria -de 16,3 a 14,1- respecto a 2016.
María Jesús Múgica, directora general de Osakidetza, y su director de asistencia sanitaria, Andoni Arcelay, dieron ayer cuenta del último balance de actividad de un ente público que durante 2017 atendió 11.648.197 consultas médicas en atención primaria, 941.767 en sus Puntos de Atención Continuada (PAC) y a 12.224 pacientes más en su propio domicilio, una actividad que “supone el equivalente a un hospital de 445 camas”.
Con todo, los responsables sanitarios quisieron hacer especial hincapié una vez más en el uso indebido que en muchos casos sigue haciéndose de los servicios de Urgencias, que atendieron un total de 940.041 casos en 2017, de los cuales un 65% fueron calificados como “leves o muy leves”. El volumen de ingresados del total que acudieron a Urgencias fue del 13,57%.
“La atención de al menos una parte de estos pacientes en los PAC habría supuesto menos tiempo de espera en la urgencia y una mejor utilización de los recursos”, remarcó Múgica, que alabó la “altísima” capacidad resolutiva de los Puntos de Atención Continuada. “Las Urgencias no vitales se pueden atender perfectamente en estos recursos”, remarcó por su parte Arcelay. Osakidetza no podrá en marcha ninguna campaña “extraordinaria” para tratar de atajar este problema, sino que va a “insistir en apelar a la buena utilización” de los servicios de Urgencias siempre que tenga oportunidad, tal y como hizo ayer.
Otro de los recursos de Osakidetza que durante el año pasado tuvo un importante repunte de actividad fueron las consultas telefónicas: Se atendieron un total de 2.860.500, un 4,8% que el año anterior. Además, las de seguimiento a patologías crónicas presentaron un fuerte incremento del 13,4%, lo que da buena cuenta del tirón de este servicio que facilita la accesibilidad al sistema evitando desplazamientos innecesarios. El número de llamadas recibidas por el teléfono de emergencias ascendió a 409.335. “Osakidetza camina y avanza, pero sin triunfalismos, fruto del compromiso por la sanidad pública y del trabajo de las y los profesionales”, celebró la directora general del ente público.
Múgica, además, adelantó que el nuevo programa de cribado del cáncer de cuello uterino, que se sumará a otros tan exitosos como el de mama o el colon y recto, se pondrá en marcha a lo largo del primer semestre de este 2018, o al menos ésa es su “intención”. A lo largo de 2017, el programa de detección precoz del cáncer de colon logró detectar 2.228 adenomas de alto riesgo y 237 cánceres invasivos, mientras que el de mama hizo aflorar 617 cánceres.
Respecto al programa de trasplantes, Múgica destacó la tasa de donación de Euskadi, con 70,3 donantes por millón de población, una cifra muy superior a la media española -46,9- y de las más altas del mundo. Además los donantes de médula ósea se incrementaron en un 38% respecto a 2016.
49%
De los pacientes intervenidos quirúrgicamente el año pasado tenía más de 65 años. Además, un 7,58% superaba los 85.