vitoria - La huelga de celo de la Policía Local de Vitoria continúa activa y, a la espera de que el gobierno municipal y el comité de trabajadores retomen la negociación, la cifra de multas impuestas por los agentes municipales se ha estabilizado en una media de 800 sanciones por semana, según los últimos datos oficiales manejados por el Ayuntamiento. Los responsables consistoriales consideran que la cifra entra dentro de lo normal para una ciudad del tamaño y las características de Vitoria y, ayer mismo, indicaron que aún esperan a que el comité traslade oficialmente el resultado de la votación de la asamblea de Policía Local que rechazó la última propuesta municipal. Paralelamente, los representantes sindicales reiteraron que la salida a esta crisis sigue estando en manos del gabinete Urtaran y subrayaron que los policías no aceptaron la oferta del Ayuntamiento porque “le siguen faltando muchos flecos”. Así las cosas, la resolución del conflicto se aleja y las movilizaciones de los guardias amenazan con enquistarse.
La rotunda negativa de la asamblea de la Policía Local a aceptar las condiciones planteadas por el Ayuntamiento no supone, según señaló ayer el portavoz del comité de trabajadores, Roland Estébanez, una ruptura de posiciones ni una puesta a cero del contador de las negociaciones. El representante sindical insistió en que al planteamiento municipal “le faltan flecos” y que su voluntad pasa por seguir trabajando para acercar posturas. Los agentes quieren que el Ayuntamiento no amortice plazas de Policía en la Relación de Puestos de Trabajo sino que las amplíe, que se mejore la conciliación de la vida laboral y familiar de los guardias, y que, entre otros detalles, se lleve a cabo la evaluación de riesgos, la valoración del puesto de trabajo y los reglamentos de provisión de puestos y de segunda actividad -este último disponible para el resto de la plantilla municipal-. En cualquier caso, el portavoz del comité señaló que aguardan a que el gobierno les llame para continuar dialogando y confió en que el conflicto no se alargue innecesariamente.
que urtaran se implique Tras la reunión en la que el equipo de gobierno municipal informó de la situación a los grupos de la oposición, la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Leticia Comerón, pidió una vez más al alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, “que se siente de una vez a hablar con los policías locales para poner fin a la huelga de celo iniciada hace ya 70 días y que está suponiendo multas masivas a los ciudadanos”. En este sentido, recordó que durante el mes de noviembre, tras un mes de movilizaciones, los agentes impusieron multas por valor de 410.000 euros, un 124% más que en el mes anterior.
“Tras 70 días de multas nos encontramos ante un gobierno incapaz de dar una solución a este lío con la Policía”, advirtió la portavoz del PP, quien instó al primer edil a celebrar una nueva reunión en la que estén presentes el propio alcalde, agentes de Policía Local y los grupos de la oposición municipal porque “los ciudadanos no pueden seguir pagando las consecuencias”.
Por su parte, el gobierno comunicó a los grupos que la última oferta trasladada a los agentes era “generosa” y vista con buenos ojos por la práctica totalidad de los sindicatos “excepto uno”, en clara alusión al Sipla. Durante la asamblea, esta central fue la que se posicionó más duramente en contra de la aceptación de la oferta municipal y a favor del mantenimiento de las movilizaciones.
Estabilizado. El gobierno de Urtaran considera que el ritmo de multas se estabilizó a partir del 21 de noviembre, fecha en la que dio luz verde al inicio de las negociaciones. Hasta ese momento, sólo se produjeron “conversaciones”.
Normal. Dadas las características y el volumen de población de Vitoria, el gobierno municipal indicó ayer a los grupos de la oposición que el actual volumen de sanciones impuesto por los agentes, situado en una media semanal de 800 multas, es normal.
Flecos. El comité sigue dispuesto a negociar pero asegura que faltan “flecos” por definir, como la ampliación de la Relación de Puestos de Trabajo, la conciliación de la vida laboral y familiar, la evaluación de riesgos, la valoración de los puestos de trabajo, el reglamento de segunda actividad y la provisión de puestos.
La portavoz del grupo municipal del PP en Vitoria insistió ayer en que el alcalde debe tomar parte en las negociaciones, ya que hasta la fecha no ha participado en ninguna de las reuniones.