- El guión previsto se cumplió al pie de la letra y el Pleno de las Juntas Generales de Álava dio ayer luz verde definitiva a los Presupuestos forales de 2018, que permitirán a la Diputación Foral disponer de 481 millones de euros durante este próximo ejercicio, 13,7 más que en 2017 (un 2,92% más). Las cuentas del gobierno foral contaron con el apoyo lógico de los grupos junteros que lo sustentan en la Cámara, PNV y PSE, y de un Partido Popular que ha logrado introducir en el proyecto 71 enmiendas por valor de cuatro millones de euros, así como del juntero independiente Miguel Ángel Carrera -exrepresentante de Ciudadanos-. 29 votos positivos frente a los 20 en contra del resto del grupo mixto -Irabazi y Orain Araba-, Podemos y EH Bildu, que tras dos años como socio presupuestario del ejecutivo pasa este testigo a los populares.

Fue, en definitiva, una mañana sin sorpresas, donde no faltaron los reproches cruzados entre los protagonistas de la película de la legislatura, muchos de los cuales cambian ahora sus papeles. Y que estuvo marcada también por el recuerdo a la recientemente fallecida juntera y exdiputada del PP Alicia Ruiz de Infante y por la tercera -y ruidosa- jornada de huelga de los trabajadores de Intervención Social, que llevaron sus reivindicaciones hasta la misma escalinata del palacio foral.

Tras el debate, el diputado general, Ramiro González, expresó su satisfacción por un pacto presupuestario que “consolida una senda de estabilidad, de normalidad y de diálogo que lleva produciéndose durante toda la legislatura”. Unas cuentas que, a su juicio, “van a reforzar el crecimiento y el liderazgo” del territorio, “continuistas” pese al apoyo popular, y que van a permitir “seguir desarrollando proyectos de inversión” como las obras en las carreteras N-124 y N-240, la iniciativa Araba Conectada para extender la fibra óptica a todo el territorio, la “mejora” de las políticas sociales con la apertura de una nueva residencia para personas mayores y grandes discapacitadas o el fomento de las políticas industriales.

De entre las partidas que llevan el sello del PP, cuyo apoyo al bipartito PNV-PSE se ha reproducido en el resto de instituciones vascas salvo el Ayuntamiento de Gasteiz, destacan el establecimiento de una tarifa plana para los usuarios de la AP-1, el incremento de las bonificaciones para los conductores que utilizan la AP-68 o la ampliación a todo el territorio de las ayudas para pensionistas que sufren pobreza energética. “Lo fácil era el desgaste, pero hemos hecho un esfuerzo constructivo”, destacó durante su turno de palabra la portavoz popular, Ana Morales. Se trata de un presupuesto “que mira al futuro”, según la portavoz jeltzale en las Juntas, Izaskun Moyua, o “solvente, riguroso, netamente social y con inversiones para proyectos estratégicos” a juicio de la socialista Eva Jiménez. Miguel Ángel Carrera, que abrió el turno de intervenciones, justificó su apoyo a las cuentas por tratarse de un presupuesto “aceptable”.

giro “a la derecha” Como también era de esperar, una de las intervenciones más críticas con el gobierno foral llegó de boca del portavoz de EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo, quien calificó el nuevo presupuesto foral de “cortoplacista, clientelista y populista”. “Araba ha pagado los platos rotos. Han ganado las políticas neoliberales y, por tanto, estos presupuestos se escoran a la derecha y retroceden en lo social”, enumeró Fernández de Pinedo, quien criticó el “recorte” en recursos y plazas públicas y concertadas en las residencias “en favor de los cheques para financiar residencias privadas”.

Las críticas también llegaron desde las filas de Podemos, cuyos representantes se abstuvieron el año pasado a cambio de la aceptación de varias de sus enmiendas -lo que a su vez provocó la fractura definitiva del grupo-. De ahí que su portavoz, Arantxa Abecia, censurase el “retroceso” que traerán de la mano estas cuentas, tras un pacto con el PP que a su juicio “muestra la deriva de este gobierno”. A juicio de su excompañero de grupo José Javier Bizarro (Orain Araba) el presupuesto “se olvida otra vez de las personas descartadas”, mientras que José Damián García Moreno (Irabazi) lo definió como “colateral a las medidas fiscales aprobadas” por PNV, PSE y PP en el conjunto de la CAV.

En última instancia, el Pleno sirvió además para aprobar, como también estaba previsto, el proyecto de norma foral de modificación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).