VITORIA - El año 2018 llega para el Ayuntamiento de Gasteiz marcado por la situación de prórroga presupuestaria, a partir del 1 de enero, certificada ayer tras el rechazo unánime de los cuatro partidos de la oposición al proyecto presentado por Gorka Urtaran el pasado octubre.

Tercer presupuesto de su legislatura y sale adelante por la tercera vía diferente tras el acuerdo con las fuerzas de izquierda en 2016, la cuestión de confianza para el actual y en 2018 habrá prórroga.

-Me apena que EH Bildu haya vendido su alma al Partido Popular, única y exclusivamente por el objetivo compartido que tienen de intentar desgastarme. Sin embargo en 2018, a diferencia del año anterior, la prórroga presupuestaria no tiene consecuencias graves para Gasteiz, por cuanto que los principales proyectos estratégicos de ciudad están garantizados.

Comentaba tras presentar el proyecto de presupuesto que estaba dispuesto a acordar con quien hiciera falta, siempre que fuera bueno para la ciudad. ¿Qué motivos han impedido el acuerdo?

-En política solo los hechos pueden demostrar la voluntad real y yo demostré con hechos, estando en la oposición, mi capacidad y voluntad para llegar a acuerdos con el PP en dos presupuestos y un plan de equipamientos e inversiones. Desgraciadamente, no hemos encontrado esa misma actitud en el PP y en EH Bildu, enrocados en el no por el no y que han sumado una nueva coalición del no en Gasteiz. A pesar de haber aceptado a EH Bildu todas y cada una de sus enmiendas, ha referido coaligarse con el Partido Popular del 155 en su no a Vitoria.

¿En enero, ya en 2018, cuando se rebaje toda esta tensión, puede ser esa la vía para firmar acuerdos de inversiones y equipamientos?

-No vamos a cejar en el empeño de buscar acuerdos para la ciudad. A lo largo de la legislatura hemos logrado acuerdos importantes por el bien de Gasteiz y vamos a seguir haciéndolo. Espero y confío que en 2018 podamos abrir escenarios de acuerdos con las formaciones políticas. Mi disposición al acuerdo y negociación va a seguir vigente sin fisuras.

La figura de Alfonso Alonso, sin formar parte del Ayuntamiento, ¿ha jugado un papel importante a la hora de cerrar las puertas a un acuerdo?

-La portavoz del grupo popular, Leticia Comerón, ha quedado absolutamente desautorizada por Alfonso Alonso. En cuanto él se refirió a que no podía haber ningún acuerdo en Gasteiz por discrepancias de fondo, evidentemente ya no hubo posibilidad de negociación con el PP. Quien tomó la decisión fue Alfonso Alonso y la portavoz en el Ayuntamiento quedó totalmente desautorizada. Me apena que un exalcalde de Gasteiz, después de ocho años en el cargo, haya dejado fuera del acuerdo a su ciudad. A Alfonso Alonso y al Partido Popular no les importa en absoluto Vitoria, sino que la utilizan única y exclusivamente como trampolín para acudir a Madrid. Creo que el señor Alonso lo que quiere es volver a Madrid, utilizando el trampolín de Vitoria y utilizando a la ciudadanía gasteiztarra en un ejercicio incomprensible para alguien que ha sido alcalde de esta ciudad.

¿La prórroga es la salida lógica desde el punto de vista presupuestario porque la cuestión de confianza es un elemento para situaciones excepcionales?

-El año pasado el problema que teníamos era que la prórroga presupuestaria no permitía el desarrollo de los proyectos estratégicos, cosa que este año no ocurre. La cuestión de confianza es un medio absolutamente legítimo y legal, pero que debe ser utilizado en situaciones excepcionales. El año pasado sí estábamos en una situación excepcional, mientras este año, por fortuna, no lo estamos. La prórroga no va tener consecuencias graves para la ciudad porque los proyectos principales están en marcha y van a seguir con ese impulso a lo largo de 2018. La pena es que aquí tenemos a un grupo que es EH Bildu que prefiere pactar con el PP del 155, que aprobar un presupuesto en el que se contemplan más de siete millones de euros de sus propias enmiendas. Eso es lo que hemos visto durante todo este proceso y por segundo año consecutivo EH Bildu se coaliga con el PP para intentar desgastar al gobierno del PNV en Gasteiz.

Con el PP se acodaron hace tres meses las ordenanzas fiscales para 2018. Apenas 90 días después, ¿no ha habido manera de trasladar ese consenso al Presupuesto?

-Ha sido Alfonso Alonso el que ha decidido que no haya acuerdo. En septiembre fuimos capaces de llegar al único acuerdo de esta legislatura con el PP, estando, por cierto, su portavoz de vacaciones. En esta ocasión, tras la negativa de Alfonso Alonso ha sido imposible negociar nada con un grupo que ha quedado totalmente desautorizado por su jefe de filas.

En el caso de EH Bildu el distanciamiento parece irreconciliable. ¿El acuerdo de 2016 ha dado paso a unas distancias cada vez mayores entre las dos formaciones?

-Sigo tendiéndole la mano a EH Bildu para llegar a espacios de entendimiento. Esa es mi voluntad, tanto con EH Bildu como con el resto de formaciones políticas. Hoy (por ayer) ha decidido EH Bildu coaligarse con el Partido Popular para votar en contra de los presupuestos municipales, a pesar de incorporar más de siete millones de euros de sus enmiendas. Ha preferido decir no a Gasteiz de la mano del PP, y aquí queda clara cuál es su voluntad. Invito a la reflexión de EH Bildu para que rompa este acuerdo del no con el PP, que se deje de intereses partidistas y de esa obsesión por desgastarme y que trabaje por el bien de Gasteiz, que es para lo que nos ha elegido la ciudadanía.

EH Bildu considera que la decisión de aprobar sus aportaciones por valor de siete millones de euros el segundo día de votación de enmiendas fue un desaire o intento a la desesperada del gobierno por recabar su apoyo.

-Es importante que se sepa, que una semana antes de esa votación de las enmiendas, el gobierno ya le trasladó a EH Bildu la aceptación a sus propuestas principales planteadas. Eran cuestiones de materias de contratos en el sector público, el Gasteiz Antzokia, lucha contra la violencia de género y sobre América Latina. Los cuatro elementos puestos encima de la mesa para negociar fueron aceptados por este gobierno y además los siete millones de euros de las enmiendas. Qué motivos hay para coaligarse con el PP del no, sino no es otro que desgastar a este equipo de gobierno.

La prórroga va a suponer que algunos proyectos decaigan al no contar con financiación.

-Se pueden quedar fuera el centro de atención diurna de la plaza del Renacimiento y la partida destinada a lo relacionado con la oficina de turismo en el edificio Goya. Son las dos más llamativas y también alguna pequeña de inversiones. Sin embargo creo que estos dos proyectos podrán encontrar también sus espacios de entendimiento. El resto de proyectos fundamentales continúan adelante y están garantizados. Por eso es por lo que no apelamos a la cuestión de confianza, a pesar del intento de bloqueo de EH Bildu y el Partido Popular.

¿En el tema del edificio Goya, se va a seguir debatiendo entre los grupos, pero sin contar con la dotación económica?

-Nos comprometimos a crear un grupo de trabajo para establecer y consensuar entre la mayoría el destino de ese edificio. En este caso, sí que parece que hay una mayoría política en la ciudad que no ve el traslado de la oficina de turismo al emplazamiento de Goya y podríamos buscar otras alternativas. Sumado a que, en estos momentos de prórroga, no cuenta con una partida específica, eso nos hará reformular la propuesta buscando el mayor de los consensos. Creo que tampoco eso va a suponer un freno al avance de la ciudad.

¿Dentro de esa reformulación cabe ubicar allí solo, por ejemplo, el centro Alberto Schommer y olvidarse de trasladar la oficina de turismo?

-Es otra de las posiciones, porque de la misma manera que hay una mayoría cualificada en el Ayuntamiento, que no está por la labor de mover la oficina de turismo, también hay otra mayoría que apuesta por ubicar ahí, entre otras cosas, el centro fotográfico Alberto Schommer. Creo que hay ya empezamos a dibujar un poco cual puede ser el fin o el destino y uso de ese edificio tan emblemático y singular.

¿Los grandes proyectos están en marcha, al igual que la financiación de todos ellos asegurada para irlos ejecutando?

-El año 2017 ha sido un año satisfactorio y próspero en inversiones para la ciudad. Baste recordar que se duplicó el canon de capitalidad, se logró un acuerdo interinstitucional para que la llegada de la alta velocidad sea soterrada, hemos impulsado la industria 4.0, como también el Masterplan Centro con proyectos como Santa Bárbara, Coronación, las 20 obras de espacio público y los temas vinculados a la movilidad. El año 2017 en ese sentido ha sido próspero y en 2018 vamos a seguir trabajando así porque la prórroga presupuestaria, en este caso, no va a suponer un condicionante.

¿En ese listado de proyectos para 2018, cuáles van a ser los siguientes del Ayuntamiento?

-Tendremos la misma consignación que este año. No caben partidas nuevas. Es una partida que se ha ido ejecutando a lo largo de 2017 y en tanto en cuanto se está en esa fase, a lo largo de 2018 vamos a tener la misma cantidad para seguir ejecutándolo. Lo que impide la prórroga es incorporar otras partidas nuevas, pero las que ya están en marcha se prorrogan.

Visto el desarrollo de los debates en el Ayuntamiento, ¿puede pensar la ciudadanía que se trata de una cuestión de malas relaciones personales entre los portavoces de las distintas formaciones?

-Yo procuro tener una relación cordial en lo personal con el resto de compañeros y compañeras de la corporación municipal y hablar con todos ellos en el día a día. En este caso del presupuesto es una cuestión más política. Alfonso Alonso y las altas instancias del Partido popular decidieron que Gasteiz no se tocaba, a pesar de haber sido alcalde. En el caso de EH Bildu ellos han preferido acordar con el PP en Vitoria, antes que unas cuentas que incorporaban siete millones de euros de sus enmiendas. Esto responde más a intereses partidistas con un objetivo. Al margen de las diferencias ideológicas entre el PP y EH Bildu, tienen un poderoso elemento en común de desgastar al gobierno municipal y a la figura de Gorka Urtaran. Ese deseo común y compartido es más poderoso que cualquier diferencia que, a priori, se pueda ver entre las dos formaciones.