El paisaje urbano de Vitoria suma un nuevo mural en el centro Paulo Freire

El alcalde, Gorka Urtaran, asistió a la presentación de la nueva obra en el centro de Ariznabarra, en un acto que sirvió también como colofón a la celebración a lo largo de 2017 del Año Europeo de la Educación de Adultos. Acompañados de alumnos, profesores y voluntarios del centro, que también presentaron al alcalde una muestra de su trabajo diario en la escuela, la cita culminó con un lunch navideño. La directora del Paulo Freire, Begoña Ayarzagüena, recordó además que la matriculación se abre de nuevo en enero para todas aquellas personas interesadas en poder formarse allí.

Para el artista Imanol Marrodán ha sido “un honor poder realizar este proyecto dedicado a Paulo Freire, pensador y educador que marcó las pautas de una educación progresista y creativa a través de la pedagogía y el pensamiento crítico”. “Freire evidenció, muy acertadamente, que la educación es un proceso político en el que cada sujeto hace política desde cualquier espacio donde se encuentre, incluso desde su propio y personal devenir cotidiano”, destacó Marrodán.

La frase que puede leerse, integrada en el mural, a lo largo de la fachada, y que reza “nadie es si se prohíbe que otros sean” y que surgió fruto “de la idea de una de las educadoras del centro, Fuencis”, fue escogida porque “invita a reflexionar sobre la importancia y la tolerancia de las diversas culturas y sus identidades; gracias a ellas podemos imaginar y sentir otras experiencias y realidades que enriquecen nuestro patrimonio vital”, destacó Marrodán durante la presentación de su trabajo.

“Prácticamente toda la actividad muralística en Vitoria es figurativa, así que yo quería abordar un proyecto que tuviese que ver con mi ideario creativo personal. Por eso es un mural abstracto, una codificación de una imagen real, una transformación”, definió el creador al ser cuestionado sobre su obra, ejecutada posteriormente sobre la fachada por Werckmeister SL, “grandes profesionales que realizaron el proyecto de forma fiel a su espíritu”.

Por su parte, el alcalde, Gorka Urtaran, resaltó “la importancia de este tipo de iniciativas, que permiten visualizar el trabajo que se hace en el campo de la educación permanente de adultos”. En el Paulo Freire se forman personas que no disponen del título de ESO o incluso de ninguna titulación, además de impartirse clases de informática e inglés a la población general y de castellano a personas migrantes y refugiadas.

El centro de EPA de Ariznabarra lleva asentado en el barrio desde la década de los noventa. Empezó su andadura en los locales de la iglesia para pasar a su ubicación actual en la calle Castillo de Guevara en 1998, y en la actualidad también atiende a alumnado de Zabalgana.

paisaje urbano El nuevo mural del centro Paulo Freire se suma así a un paisaje urbano de Gasteiz que en los últimos años ha experimentado una colorista mutación gracias a la intervención de un buen puñado de artistas y al impulso institucional. El Casco Viejo y su docena de murales son el principal ejemplo de esta transformación, aunque otros barrios como Zaramaga o más recientemente Judimendi también se han reinventado a golpe de brocha y pincel. Ariznabarra, de hecho, y el centro de la capital alavesa estrenarán a lo largo de 2018 en sus fachadas sendas obras colaborativas a las que se sumará una tercera en el exterior del colegio Ramón Bajo, ya prevista aunque paralizada a la espera de financiación.

Paulo Freire. El centro de educación permanente de adultos luce desde ahora un mural abstracto encabezado por una frase del educador brasileño que da nombre al centro: “Nadie es si se prohíbe que otros sean”.

El artista encargado del diseño ha optado por “un mural abstracto, una codificación de una imagen real”.

El alcalde de Vitoria se acercó ayer a la inauguración del mural en la fachada del centro educativo Paulo Freire.