Salinas de Añana - Agricultura y ganadería, turismo y servicios a la población constituyen los ejes fundamentales de la acción de la Asociación de Desarrollo Rural de Añana que, a pesar de contar con un plan de trabajo desde el año 2015, es en la actualidad cuando están comenzando a acometerse las propuestas que pueden mejorar la calidad de vida de los pueblos y de sus vecinos. Una nueva junta directiva, encabezada por Adolfo Martínez de Santos, empresario, como presidente, y Juan Carlos Medina, alcalde de Añana, como secretario, unido al nombramiento facilitado por Hazi de una gerente, Teresa Andrés Ponga, conforman los rostros más visibles de su organización.
¿Cuáles son las áreas en las que la asociación está volcando sus mayores esfuerzos?
-Teresa Andrés Ponga: Nuestra guía de trabajo es el Plan de Desarrollo Rural de la comarca de Añana (PDR), que está aprobado para el periodo 2015-2020. Se basa en la experiencia del PDR anterior y en los diagnósticos que se hicieron entonces y lo que hace es plantear tres ejes estratégicos con una serie de líneas de actuación en el periodo de cinco años. Este documento se desarrolla anualmente en un plan de gestión en el que, en la medida en que se puede desde la ADR, con su oficina técnica y dirigida por su junta directiva, vamos ejecutando esas acciones.
Añana es una comarca con un importante peso agrario, aunque no es el único?
-T.A.P.: Así es. Por esa razón, los tres ámbitos estratégicos que se identificaron y en los que se está trabajando son, en primer lugar, el sector primario y agroalimentario, sobre todo lo que tiene que ver con la diversificación y el valor añadido de la producción agraria o agropecuaria de la comarca. Las acciones que se están enfocando hacia este sector, aparte de todo lo que tiene que ver con gestión de ayudas o subvenciones al desarrollo rural a través de los programas oficiales del gobierno, ya sea el programa Erein o el programa Leader, se está trabajando en un proyecto de promoción de nuevos empresarios en todo lo que tiene que ver con transformación del producto que se genera en la comarca, el producto agrario.
¿Cómo se desarrolla esa promoción?
-T.A.P.: De muchas maneras, pero una de ellas es un proyecto que compagina una finca experimental cedida por la Junta Administrativa de Zambrana en la que se van a cultivar unos productos que todavía están por decidir, pero seguramente relacionados con frutos, frutos pequeños, o algún tipo de hortaliza o cultivo vegetal alternativo. Y luego un pabellón que está cedido por el Ayuntamiento de Lantarón y en el que una de las lonjas se quiere dedicar a la transformación de esos productos que se generarán en la finca, pero haciéndolo los propios futuros empresarios, emprendedores o gente interesada en este tipo de proyectos.
¿Cuentan con apoyo para realizarlo?
-T.A.P.: Este proyecto está financiado por un convenio con la Fundación Vital, tiene un plazo de desarrollo de dos años y consta de dos partes: la producción en finca y la transformación en pabellón y a ello se añaden unas acciones de formación que se están haciendo a través de la Fundación Hazi y de su programa de formación para el empleo y que durante este año y el que viene estaremos realizando. Esto en cuanto a un proyecto propio de la entidad, de la Asociación de Desarrollo Rural de Añana. Además, estamos tratando de poner en valor los posibles polos industriales de la comarca. En ese sentido se está trabajando en Lantarón y también se están proponiendo ideas en Tuesta.
El turismo vinculado a ese medio rural, ¿está también entre los objetivos de la ADR?
-T.A.P.: Efectivamente. El segundo eje trabaja sobre el desarrollo económico sostenible aprovechando el patrimonio natural y cultural y promocionando sobre todo el tema del turismo, un turismo con garantía de sostenibilidad y que quiere ser, además, motor de desarrollo de otras actividades económicas de la comarca.
¿Cómo se gestiona ese sector desde la Asociación?
-T.A.P.: Se está trabajando en colaboración con la Cuadrilla de Añana para plantear un turismo de naturaleza o ecoturismo, que aproveche esos recursos, y a través de nuestra participación en la Mesa Territorial de Turismo, que convoca y gestiona la Cuadrilla de Añana. En esa mesa están representadas todas las entidades que tienen que ver con la gestión y la práctica de la actividad turística: empresarios o asociaciones, la propia Cuadrilla? Y la idea es trabajar en la generación de productos que tengan que ver con turismo de naturaleza, siempre con garantía de sostenibilidad, dirigida ésta a tres ámbitos: la económica, la social y la ambiental, que es lo que se llama ecoturismo, que aquí está todavía por desarrollar y la idea es trabajar en el corto/medio plazo en esas líneas.
¿En qué medida se busca la implicación de la población de la comarca?
-T.A.P.: A través del tercer eje identificador, que consiste en trabajar por el acceso a unos servicios de calidad para la población, trabajando, además de por los servicios básicos, por lo que tienen que ver con la identidad territorial y el equilibrio. Que existan las mismas oportunidades de desarrollo para cualquier habitante de la comarca, viva donde viva, en un pueblo más grande o más pequeño, con un municipio de más capacidad o de menos. De esta manera se acompaña de forma especial a los proyectos que se van a presentar luego a las ayudas propiciadas por el Gobierno Vasco, Erein o Leader, desde la ADR y sobre todo cuando tiene que ver con promotores públicos, ya sea ayuntamiento o la misma Cuadrilla.
Estos son los ejes estratégicos en los que se trabaja. Pero la comarca también tiene sus sombras en cuanto a poca población y edad avanzada de la misma.
-Juan Carlos Medina: Cuando se creó esta nueva etapa de la ADR y entró la nueva ejecutiva una de las premisas que pusimos fue ésa: intentar fijar población y cuantificar la expoblación, tanto de personas que no veían un futuro en la zona y por el otro el de mayores que ya se iban a jubilar e iban dejando sus explotaciones.
¿Cómo querían enfocar ese análisis?
-J.C.M.: Primero, dando facilidades al relevo generacional a nivel agrícola y ganadero, porque desde la ADR tenemos los instrumentos para poder dar esas facilidades. Después, dando un salto más amplio, no fijarnos tanto en esta zona, en Valles Alaveses, como una zona eminentemente agrícola y ganadera. Por suerte tenemos una capacidad tremenda por explotar y es la posibilidad de un desarrollo económico a nivel del sector servicios, siempre ligados al medio ambiente y a las necesidades de la zona rural en la que nos encontramos, como la restauración o el hospedaje.
¿Cuáles serían los resultados de esa apuesta por los servicios?
-J.C.M.: Eso nos da una buena perspectiva para fijar población, con gente joven, porque son emprendedores jóvenes los que apuestan por estos proyectos, y con ello unas posibilidades muy importantes de fijar población. Es decir, no nos olvidamos del sector principal del lugar donde nos encontramos, que es el sector primario, pero también queremos abrir las puertas a este flujo que podría asentar la población en esta zona. Porque si no nuestro futuro sería desolador.
La puesta en marcha del regadío de Valles Alaveses puede suponer una ayuda para lograr ese objetivo poblacional.
-J.C.M.: Estamos convencidos de que sí porque tanto a nivel agrícola como ganadero estamos estancados. En el mundo global en el que nos movemos, la agricultura y la ganadería, aunque estemos en una zona muy apartada del mundo, si no estás al día o a la altura te caes del barco. Entonces está claro que ésta es una zona eminentemente cerealista, de cultivo de patata, remolacha, pero hay más posibilidades y esas posibilidades siempre van ligadas a la existencia de regadío. Ése es un proyecto que viene desde hace 20 años atrás, es un macroproyecto, aceptado, porque de lo contrario, nos montamos en ese barco, no de la tecnología, sino de la posibilidad de ampliar la actividad a diferentes cultivos, nos quedaríamos atrás. Aunque es una macro-obra a largo plazo sus frutos ya los estamos viendo, porque en la zona de Valdegovía ya está funcionando el regadío y con buenos resultados.
Dentro de ese sector primario se están produciendo pequeñas iniciativas, como el cultivo de fresas o la producción y comercialización de verduras a pequeña escala. ¿Es ésa la vía?
-T.A.P.: Tienen cabida todo tipo de iniciativas que vengan en línea con los objetivos que aquí se plantean y con un desarrollo sostenible de la comarca, ya sea a pequeña o mediana escala. La verdad es que a gran escala aquí no encaja mucho porque el territorio es lo que es. Pero, sin duda, estas iniciativas tan frescas que están saliendo y con éxito, como Fresaraba, o Tierra, Papel y Tijera, que se lo toman con mucho entusiasmo, con muy buen saber hacer y los resultados ahí están, todo lo que tenga que ver con nuevos proyectos, con cultivos alternativos que ahora mismo no se están trabajando en la comarca y que en un futuro seguramente se empiecen a trabajar, y nuevas ideas, evidentemente serán bienvenidas. En ese sentido, el regadío sí que se ha identificado en los procesos de participación como una necesidad.
¿Los emprendedores se quejan en ocasiones y reclaman más ayudas para poner en marcha sus proyectos?
-T.A.P.: No tenemos diagnosticado ese aspecto en concreto, de que no se hayan visto apoyados suficientemente y menos en comparación con otras iniciativas. Todo el mundo concurre en igualdad de condiciones en el tema de ayudas, no se favorece ningún tipo de iniciativa en especial y en función de las condiciones de las convocatorias de las ayudas que salen, los criterios de valoración son iguales para todos los mismos y entiendo que todo el mundo tiene acceso por igual a esas ayudas siempre y cuando se cumplan los criterios que se les están pidiendo a todos. No se hacen específicamente para una comarca, ni para un territorio, sino para todo el País Vasco. Éste es muy diverso y nos tenemos que amoldar a lo que se diseña para todo el conjunto. A veces favorece y en otras no favorece tanto.
-J.C.M.: La función que tiene que ejercer la ADR es la ayuda a todo tipo de promotor y de cualquier sector. Pienso que, de un tiempo de ahora hacia atrás, ese problema si que ha sido cierto. Esa ignorancia que no es de ser tontos, sino de no saber porque hoy en día, por desgracia, todas las ayudas llevan una gran burocracia y un agricultor, una persona que proceda del medio rural no está preparada para afrontar esa cantidad de papeleo. Por eso, creo, que ésa es la labor fundamental de la ADR, la de facilitar ese paso, farragoso para el emprendedor, y luego dárselo llave en mano para que lleguen a esas ayudas que existen.
Ese exceso de burocracia es un problema para muchas personas?
-J.C.M.: Así es y por desgracia muchas de ellas se han perdido por hacer mal los trámites, por no saber a quién dirigirse? Ésa es la labor fundamenta de los técnicos de Hazi: para fomentar y no desanimar a los emprendedores, ayudarles en esa labor. Luego, las ayudas se darán a quienes les correspondan por sus proyectos. Ha habido muchas instituciones que iban por libre a pedir este tipo de ayudas por desconocimiento o por no credibilidad de otros agentes. Y eso tenemos que eliminarlo.
El motor de desarrollo futuro está en el turismo. Se cuenta con recursos impresionantes, ¿pero faltan infraestructuras?
-T.A.P.: Creo que de infraestructuras turísticas no adolece la comarca, quizás falte algo más en cuanto a restauración, pero todo lo que tiene que ver con alojamiento rural está muy bien repartido y muy bien atendido, hay alojamientos de muy alta calidad y el sector está bastante bien dimensionado con respecto a la demanda, pero en restauración, efectivamente, nos quedamos un poco cortos.
Porque en ofertas la comarca es rica?
-T.A.P.: Claro. Cuando hablo de infraestructuras me refiero a la red de comunicación que entiendo que para el turismo tiene algunas carencias, pero contamos con las oficinas de turismo bien equipadas; tenemos un Parque Natural que da unos servicios fabulosos de atención al público; hay un Museo del Agua que ha comenzado una nueva andadura y es un equipamiento de primer orden; tenemos el Valle Salado que es el motor turístico de toda la comarca?
¿Pero?
-T.A.P.: Lo que sí que creo, y la ADR puede contribuir, es que se debería empezar a trabajar en la generación del propio producto turístico. Es decir, crear un pack que podamos vender en el que se conjuguen todos esos elementos: la restauración, el alojamiento, la visita guiada? Que podamos venderlo como pack. Hasta ahora se han hecho algunos intentos, se ha empezado a trabajar tanto desde la Cuadrilla como desde la Asociación de Turismo de Valdegovía, pero todo el mundo nos dice que la carencia que tenemos es no contar con esos packs y para ello necesitamos, quizás, mejorar un poquito la profesionalización del sector.
¿En qué sentido?
-T.A.P.: No solo en ésta, este sector está siendo complementario a otras actividades, con ocupaciones en el sector primario o personas que tienen otro trabajo que es el principal y que lo complementa con la actividad turística y eso lleva a que la profesionalización no sea la deseada al cien por cien, sino en cierta manera mejorable.
-J.C.M.: Luego pasa otra cosa, y es que esta posibilidad turística que tenemos hoy en día es muy estacional. Por las condiciones climatológicas y por la zona donde nos encontramos es sumamente estacional. Lo que nos está ocurriendo es que tenemos un montaje para dar servicio, pero para cinco o seis meses. Y lo que tenemos que hacer es bajar esa estacionalidad y que sea dar servicio todo el año para que no ocurra lo que nos está pasando ahora, que llegan los meses de junio, julio y agosto y septiembre y todo está desbordado, porque tenemos un número de visitantes impresionante.
¿La Asociación de Desarrollo Rural puede mejorar esa situación, impulsar un servicio más amplio?
-J.C.M.: La ADR tiene la funcionalidad que tiene, pero es que además de ella está la Cuadrilla, y además los ayuntamientos y la oficina de turismo que depende de la Cuadrilla que pueden generar mejoras. Pero la ADR, por sí sola, no puede.
-T.A.P.: De hecho se trabaja codo con codo con la Cuadrilla que es realmente el ente de cooperación turística de la comarca, así como a través de las Mesas de Turismo donde se exponen las líneas, se dan ideas y donde se trabaja en conjunto. No vamos cada uno por su lado, sino que trabajamos en colaboración y esta es buena y de cara al futuro no entendemos que sea de otra forma.
¿Existe el riesgo de que el Valle Salado fagocite el resto de recursos de la comarca?
-J.C.M.: Todo lo contrario. Así de rotundo. La gran suerte que hemos tenido de descubrir lo que ha estado siempre aquí, las Salinas, con todo su potencial turístico lo que hace es abrir los recursos del resto de la comarca. De hecho, ya se está viendo en la zona de Valdegovía, tanto con el Parque de Valderejo o el Museo del Agua, que subsistían de alguna manera hasta ahora. Con la apertura del Valle Salado, deja de tener su carácter local, para conformar un proyecto comarcal que promociona todos los demás recursos turísticos.
Comentaban que se hace necesaria una mayor profesionalización del sector turístico. ¿Existe formación en la comarca que prepare para ello?
-T.A.P.: Cuando hablamos del sector turístico y de que no hay profesionales, tenemos que afirmar que sí hay profesionales, pero quizás que son personas que no se han podido dedicar cien por cien a ello. En algún momento sí que echamos de menos que haya más promotores que se pudieran dedicar a tiempo completo a la actividad turística.
-J.C.M.: De hecho, estamos empezando poco a poco. Ahí está el ejemplo de la oficina de turismo de Valdegovía, que es la pionera, la que más tiempo lleva trabajando y ya tienen sus propios guías. Han sacado provecho a todo lo que tienen alrededor y cuentan con guías profesionalizados y de una gran calidad. Lo que hay que hacer es hacerlo extensible al resto de la comarca.
-T.A.P.: Quizás, a futuro, esas oficinas de turismo, además de generar sus propias actividades podrían ser un punto de venta del producto turístico, que los promotores particulares pudiesen vender su producto a través de esas oficinas que ahora mismo no hemos logrado llegar a ese nivel. Se trata de que se constituyan en puntos de venta donde se ofrezca ese producto de un alojamiento con una visita a una granja, o al cultivo de fresas. Que se venda allí y que el visitante pueda contratar ese servicio. Que no sea únicamente dar la información turística, que se está facilitando muy bien.