artziniega - Han pasado las últimas semanas elaborando manualidades en su local de la localidad de Artziniega, ubicado encima de la biblioteca, así como recepcionando cualquier artículo (salvo ropa) o repostería casera que tendrían a bien donar sus convecinos. El pasado sábado, con todo ello dispuesto en alargadas mesas, dieron el pistoletazo de salida a su ya tradicional rastrillo solidario. Son un auténtico equipo de trabajo que conforman las mujeres de la asociación Hiriska, que en esta decimoséptima edición han pensado en su vecino de seis años Markel Rivas Ecenarro como beneficiario de un acto que se alargará hasta el domingo.

Y es que, Markel padece galactosemia, por lo que “todo el dinero recaudado será destinado a la asociación española de la que es miembro y que es la que se encarga de ayudar a las personas que se ven aquejadas por esta enfermedad genética hereditaria y crónica que no tiene cura”, explican desde Hiriska. Informan de que es una afección en la cual el cuerpo por la falta de una encima es incapaz de metabolizar un tipo de azúcar, presente en casi todos los alimentos y, sobre todo, en la leche, legumbres y casquería, por lo que deben llevar durante toda su vida un régimen muy estricto. De lo contrario, la galactosa se les va acumulando como un tóxico y les va dañando la vista, el hígado, el cerebro, los riñones, y provocando limitaciones en el habla y psicomotricidad.

No en vano, se trata de una enfermedad relativamente nueva, en el sentido de que no se conocía y tenía sus consecuencias mortales, aunque “ahora sabiendo lo que se puede o no comer se controla mejor y te permite hacer vida casi normal”, informan desde la familia, que pidió ayuda a Hiriska. “En España sólo hay 120 casos registrados y 34 familias asociadas”, y se necesitan recursos para investigar medicamentos que ayuden a bajar los niveles de galactosa en sangre, y para llevar a cabo el registro de pacientes que ha traído consigo el unirse a la asociación europea.

Las personas interesadas en colaborar pueden pasar por el rastrillo ubicado en la capilla de la residencia La Encina (los sábados y festivos de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, y los días de labor sólo en horario matinal). O realizar un donativo en el número de cuenta habilitado en Kutxabank.

Desde Hiriska no albergan la menor duda sobre la solidaridad de sus vecinos, como bien demuestran las recaudaciones de años anteriores. El beneficio de 2016 fue de 4.300 euros, que entregaron a la asociación de artritis idiopática juvenil de Euskadi, de la que es miembro su también vecino Aimar Trueba Cirión. Y los 3.357 euros de 2015, a Joseba Vadillo, un joven de 44 años que, debido a la parálisis cerebral que padece, necesitaba una grúa articulada para ponerse de pie.

“Antes enviábamos el dinero a Palenque, en la provincia ecuatoriana de Los Ríos, donde trabajaba nuestro vecino y sacerdote Benjamín Respaldiza para ayudar en proyectos como la construcción de pozos para abastecimiento de agua y favorecer el proceso de siembra del café. Pero desde que regresó a casa decidimos apoyar causas locales”.

De ello da fe que hace tres años destinaran toda la recaudación a Iñigo Jiménez, de 17 años, que padece una enfermedad que le provoca complicaciones neurológicas y distonías, para la que ni los médicos tienen nombre, y cuyo tratamiento en costosísimo y muy difícil de asumir, apuntan desde Hiriska.

euros. Es el precio de los artículos del rastrillo, entre los que hay manualidades, bufandas, manteles, repostería, libros, menaje, cuadros, bisutería y juguetes.