Vitoria. El presidente del comité, Jesús Manuel Martínez, y el portavoz, Fernando Mendiola, han lanzado este mensaje en una rueda de prensa tras su comparecencia en la comisión de Fomento del Empleo de las Juntas Generales de Álava, en la que han pedido a esta institución que medie con la empresa para garantizar los 250 puestos de la plantilla y los más de 500 empleos indirectos que generan.
Esta petición de apoyo busca evitar que con la venta de esta planta, dedicada a la fabricación de centros de planchado, el nuevo comprador reduzca el volumen de fabricación y despida a parte de la plantilla, uno de los temores que los sindicatos han trasladado desde que el pasado mes de marzo Bosch anunciase su decisión de poner a la venta las instalaciones.
Mendiola ha explicado que, según la dirección nacional, "hay siete grupos industriales interesados", aunque "comentan que la venta se podría retrasar hasta diciembre de 2018".
Algo que contrasta con lo que les han trasladado los sindicatos que se reunieron el pasado viernes en la reunión del comité europeo de Bosch, celebrada en Varsovia (Polonia), "en la que se les dijo que la venta es inminente", ha agregado.
"Esto aumenta la incertidumbre, y creemos que va en contra de las posibilidades de dar viabilidad a la empresa", ha censurado Mendiola, a quien desde Europa le han informado de que las visitas de los interesados a la planta de Vitoria "se van a producir próximamente".
Ante esto, el comité teme que la oferta que está encima de la mesa sea de un grupo "que no reúne la cobertura suficiente para dar volumen de actividad a toda la plantilla", ha destacado el sindicalista, "porque si fueran grupos serios, con futuro, la empresa no tendría problemas en dar sus nombres".
De ahí que la propuesta de los sindicatos, que volverán a trasladar mañana a la dirección, pase por el mantenimiento de la línea de producción de los centros de planchado de Bosch.
"Planteamos que venga un proyecto industrial que garantice una parte de la producción y que se siga comerciando lo que hacemos en la actualidad y se recupere la marca Ufesa. Sin estas opciones tendremos serias complicaciones", ha agregado Martínez.
Su intención es que Bosch mantenga en el mercado sus centros de planchado "durante dos o tres años" mientras la empresa "se afianza en el mercado", ha defendido.
La aceptación de esta reivindicación permitiría que los trabajadores abandonen la huelga que iniciaron la pasada semana, y que acumula ya seis jornadas de paros.
"En función de lo que suceda en la mesa de negociación estaremos dispuestos a incrementar la pelea", ha advertido Mendiola.