burgos - La plantilla de Garoña ratificó en una votación celebrada ayer el preacuerdo laboral alcanzado el pasado viernes entre sindicatos y empresa, con 145 votos a favor y 64 en contra, después de que cada empleado pudiera conocer cuáles son las condiciones aplicables ante el desmantelamiento de la central nuclear. Pedro San Millán, representante de UGT en la comisión mixta negociadora, destacó ayer el apoyo “mayoritario” al preacuerdo, “el mejor que se ha podido obtener”.

Nuclenor, participada por Endesa e Iberdrola, ha mantenido encuentros individuales con la plantilla, formada por 227 miembros, durante los últimos días. Con esa información en las manos, la comisión negociadora sometió a referéndum el preacuerdo, que salió adelante con 145 votos favorables, de los 211 emitidos. Un apoyo “mayoritario” de la plantilla que “pone en valor el trabajo” realizado por los sindicatos, aun cuando se han registrado 64 votos en contra y dos votos nulos.

El representante de UGT insistió en que el preacuerdo, cerrado tras un mes de negociaciones, es “el mejor que se ha podido obtener”, con las mejores condiciones posibles. Esta semana los sindicatos también se lo han intentado explicar a todos los trabajadores y la plantilla ha ido a votar sabiendo su situación particular”, explicó el delegado sindical.

Una vez ratificado el acuerdo, Nuclenor tendrá que comunicárselo a la autoridad laboral para que lo autorice, y se deberá elaborar un documento definitivo de expediente de regulación de empleo. Deberá incluir nombre a nombre qué empleados se quedarán en Garoña para el desmantelamiento, quiénes serían recolocados en centros de Iberdrola y Endesa y quiénes prejubilados. En términos generales, serán 120 los trabajadores que mantengan su puesto en Garoña, mientras que una treintena sería prejubilables y alrededor de 68 tendrían opción de recolocación. San Millán explicó que Nuclenor plantea también una indemnización de veinte días por año trabajado, según marca la norma laboral, para aquellos que rechacen las recolocaciones.

Cuando Nuclenor presente a los sindicatos el documento definitivo se abrirá un plazo máximo de un mes para consultas y negociación, y una vez aprobado se remitirá a Trabajo. En el momento que la autoridad laboral lo autorice, el expediente de regulación de empleo podrá ser aplicable. La plantilla tendría que estar reorganizada para finales de año, quedando sólo en Nuclenor los 120 empleados destinados al desmantelamiento. - Efe