Vitoria - Utilizar el ordenador con fines profesionales o recreativos, así como el teléfono móvil, se ha convertido en una parte esencial de nuestras vidas. Enviar correos electrónicos, compartir fotos y usar aplicaciones de mensajería forman ya parte de nuestro día a día. Lejos quedaron ya los clásicos SMS e incluso las llamadas telefónicas tradicionales, en una sociedad cada vez más conectada y en la que la rapidez es un factor crucial. La forma de comunicarnos se ha transformado profundamente, y en un periodo de tiempo muy breve.

En este proceso, no obstante, todos los sectores de la sociedad no participan por igual. Una diferencia que, esencialmente, se basa en la distinción de uso entre los más jóvenes y los más mayores. Este concepto recibe el nombre de brecha digital. Así, mientras los más jóvenes tienen Internet plenamente incorporado a su rutina, algunos adultos no disponen de conocimientos ni herramientas suficientes para conectarse a la Red.

Esta distinción de consumo digital queda patente en la encuesta de la Sociedad de la Información, elaborada por Eustat. El informe revela que el 96,7% de los jóvenes alaveses de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años es usuario frecuente de Internet, frente al 62% de conectados a la Red en los usuarios mayores de 45 años. Esa diferencia basada en la edad, de 34,7 puntos porcentuales, se acentúa aún más en los casos de las poblaciones de los territorios de Bizkaia y Gipuzkoa.

También es Álava el territorio de la CAV con mayor índice de usuarios de Internet, un 77,2% de población en los mayores de 15 años. En cualquier caso, también existe una diferenciación entre hombres y mujeres, con un contraste de 5,2 puntos en la que lideran los varones. Este contraste se conoce coloquialmente como brecha de género.

Respecto a la motivación de la conexión a Internet, los alaveses se conectan principalmente para informarse sobre productos y servicios (76,6%), consultar medios de comunicación (61,5%) y realizar gestiones de banca electrónica (53,9%).

A pesar de estos datos, el Instituto Vasco de Estadística calcula que 29.500 personas en Álava mayores de 55 años no disponen de conexión a la Red por carecer de conocimientos informáticos. Y es concretamente en este campo en el que diversas entidades trabajan para reducir la brecha digital entre generaciones.

La Fundación Vital imparte diversos cursos dirigidos a un público mayor de 55 años. Por un lado les muestran una iniciación a las nuevas tecnologías, tanto el tradicional ordenador como en los emergentes dispositivos móviles, como tabletas y smartphones. Por otro, la Fundación brinda la oportunidad a los más experimentados de formarse en tecnologías avanzadas, tales como la fotografía digital y otras útiles herramientas virtuales disponibles a través de Internet.

Otro proyecto que trabaja por reducir la brecha digital es KZGunea, un plan puesto en marcha en 2001 por el Gobierno Vasco y en el que ya han participado 450.000 personas en toda la CAV. En el caso alavés, la cifra de emplazamientos KZGunea asciende a 55, distribuidos por todo el territorio. Los servicios ofrecidos incluyen, tanto a particulares como a empresas, la formación en competencias digitales para aquellos que deseen mejorar su habilidad informática, ya sea por placer o por fines profesionales. Igualmente, disponen de una oferta de cursos digitales para que las asociaciones visibilicen su actividad en la Red mediante la creación de su página web o la puesta en marcha de sus perfiles en redes sociales. Más allá de los cursos dirigidos al público en general, también disponen de formación específica para mayores.

Iniciativas como estas tienen una relación directa con la reducción de la brecha digital, que mantiene su paulatina disminución en Euskadi. Esta es una de las conclusiones alcanzadas en la encuesta sobre la sociedad de la información, mencionada anteriormente. Y es que este año los usuarios de la Red mayores de 65 años en la CAV representan el 25,2% de la población, es decir, 118.600 personas. Esto supone el incremento de 13.800 personas, un 2,7% más que el ejercicio anterior. Aún mayor fue el aumento de vascos conectados a Internet en el periodo 2014-2015. Entonces, Euskadi incrementó sus usuarios de Internet en 27.800 personas, un 5,8% más en la misma franja de edad.

Respecto a la brecha de género, el número de usuarios de ambos sexos ha ido creciendo en los últimos años. A pesar de ello, los varones siguen siendo más activos que las mujeres, una diferencia del 4,8% en el conjunto vasco. Álava es concretamente el territorio con mayor diferencia basada en el género, un 5,2%, frente al cercano 5% en Gipuzkoa y el más igualitario 4,6% de Bizkaia. En cualquier caso, al igual que ocurre con el factor de la edad, las diferencias entre los distintos estratos sociales se han ido consumando con el paso del tiempo. Por ejemplo, hace dos años en el conjunto de Euskadi la diferencia entre hombres y mujeres se situaba en el 8,3%. Aquel año el crecimiento la encabezaban ellos, con 4,2 puntos frente a los 3,5 puntos de ellas. El año pasado, en cambio, las mujeres superaron a los hombres, siendo ellas las que lideraron el aumento de actividad en la Red con un 3,5% de incremento frente al 1,1% masculino. En lo que respecta al presente año, continúa el crecimiento en las conexiones al mundo virtual, aunque se estanca en ambos géneros. Las vascas siguen incorporándose al panorama digital, aunque el aumento producido es de apenas un 1,6%. Aún más reducido es el aumento masculino en 2017, un discreto 0,5%. Estas cifras prueban que, a pesar de que la brecha de género siga siendo una realidad y una tarea pendiente, este escenario se va disipando con el paso del tiempo dentro de la sociedad vasca. Muestra de esta situación es la disminución de la brecha en 3,5 puntos en apenas dos años y que el crecimiento de uso de Internet esté liderado por mujeres, aunque ellas sigan por debajo.

Todas estas estadísticas demuestran, en definitiva, que Internet está cada vez más integrado en la sociedad. Prueba de ello es la progresiva armonización en sus hábitos de uso, sin distinción de edad ni género, así como la puesta en marcha de las diferentes herramientas virtual que la Red suministra. Los datos demuestran que la homogeneización del consumo digital es una simple cuestión de tiempo.