burgos - Los municipios situados a menos de 10 kilómetros de la central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en el burgalés Valle de Tobalina, dentro de la comarca de Las Merindades, llevan varios meses trabajando en un plan de desarrollo de la zona alternativo a la planta que ha sido su principal fuente de empleo e ingresos durante más de 40 años.
La alcaldesa del Valle de Tobalina, donde está enclavada la central, Raquel González, adelantó a la Agencia Efe que las bases están ya diseñadas y se precisarán a partir del próximo otoño, antes de pedir a las administraciones, sobre todo a la Junta de Castilla y León y al Gobierno central, ayudas para aplicarlo. “Lo que los vecinos no quieren es que vuelva a llegar un plan elaborado desde fuera, como ya ocurrió, sin conocer las necesidades e intereses reales de la zona”, indicó la primera edil.
cierre definitivo González consideró que, tras cuatro años con la central de Garoña parada (desde diciembre de 2012) los vecinos se habían “hecho a la idea de que el cierre definitivo era cuestión de tiempo”. No obstante, la alcaldesa se mostró “sorprendida” por la claridad del Gobierno central al argumentar su decisión. “Ya se sabía que toda la oposición pedía el cierre de Garoña, pero los vecinos teníamos cierta esperanza de que no fuera así tras el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)”, afirmó la alcaldesa Raquel González. - Efe