gasteiz - El colectivo Bultzain, que acoge a personas en graves situaciones de exclusión residencial, se enfrenta a un cierre cada vez más inminente, pero sigue recibiendo a una media de cinco nuevos usuarios al mes en su vivienda de Puente Alto. Hasta el punto de que, a día de hoy, cuenta con 27 inquilinos, una cifra que ha llegado hasta los 34 hace sólo una semana. Así lo desvelaron ayer en el turno popular de la comisión municipal de Políticas Sociales el promotor de Bultzain, Sátur García, y la trabajadora social del servicio, Ainara Martín, que mostraron su preocupación por el futuro que les espera a estas personas vistas las circunstancias. “Mi legado está llegando al final y no sé qué pasará con esta gente. Habrá que buscar una solución”, remarcó García, que al margen de su pronta jubilación ha visto menguadas progresivamente las ayudas para mantener en pie este servicio.

El concejal del ramo en Gasteiz, Peio López de Munain, acusó a la entidad de incumplir repetidamente los convenios firmados en los años recientes, incluido el último, en el que se recogía el compromiso de Bultzain de valorar a todos los usuarios del servicio para, después, facilitar su derivación a los servicios que les correspondan, estén gestionados por el Ayuntamiento o la Diputación. “Tenemos la capacidad suficiente para atenderlos”, defendió López de Munain, para quien la casa de Puente Alto no reúne las condiciones mínimas.

Martín defendió que ese trabajo “ya está hecho” y desveló que 13 usuarios del servicio han aceptado ya ser asumidos por las instituciones. - C.M.O. / Foto: José R. Gómez