Vitoria. El convenio ha sido suscrito hoy en Vitoria por el diputado general de Álava, Ramiro González, y el presidente de la Diputación provincial de Burgos, César Rico.
El acuerdo, que también afectará a vecinos de localidades limítrofes fuera del enclave, recoge la colaboración interinstitucional en trece materias como servicios sociales, bomberos, euskera, infraestructuras, vialidad invernal y transportes, entre otras.
González y Rico han puesto en valor este acuerdo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pese a que las instituciones que dirigen mantienen una total discrepancia sobre cuál debe ser el futuro administrativo del enclave.
El convenio tiene carácter transitorio, con una duración de dos años, prorrogable otros dos más, y prevé finalizar tras alcanzarse "una solución definitiva conforme al ordenamiento jurídico que resuelva con carácter permanente la situación del enclave".
Tras la firma del convenio las dos diputaciones trabajarán en la regulación específica de cada una de las materias objeto del mismo para concretar los servicios que se prestarán y el ámbito geográfico de actuación.
Para ello se crearán siete comisiones que trabajarán durante seis meses con el objetivo de que en 2018 haya ya establecido un presupuesto sobre las prestaciones que se van a dar.
Además, como las dos diputaciones, una de entidad foral y otra de régimen general, tienen diferentes competencias, ambos presidentes han hablado de que trabajarán en coordinación con los gobiernos de sus respectivas comunidades autónomas para complementar el convenio.
Tras la firma, Ramiro González ha mostrado su "satisfacción" por este acuerdo "muy importante", que supone un paso más para que los treviñeses "puedan disfrutar de los mismos servicios públicos que el resto de los alaveses, con lo que se está más cerca de que Treviño sea la octava cuadrilla" de Álava.
González ha reconocido que este convenio no supone que haya un "acuerdo sobre la cuestión de fondo", la anexión o no del enclave a Álava, aunque ha insistido en que para él su persistencia es una "anomalía".
César Rico ha dicho que no sabe si "histórico", pero sí que el día de hoy es "muy importante para el devenir de las dos provincias y,sobre todo, de las personas" que viven en Treviño y en municipios limítrofes.
Ha desvinculado la cuestión política de fondo de la "realidad" de la vida de los vecinos del enclave y ha recordado que el Senado ya solicitó en 1995 que las administraciones firmaran convenios para la prestación de servicios a los ciudadanos de los enclaves.
En la misma comparecencia ante los medios de comunicación, González y Rico han mostrado también su discrepancia sobre otro asunto de actualidad: el futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña.El presidente de la Diputación de Burgos ha reiterado su "apoyo" a la continuidad de la instalación, porque es una "fuente de riqueza" para la zona, y ha considerado que tras la resolución del Consejo de Seguridad Nuclear en el que se dio el "visto bueno" a la continuidad ahora es una "decisión empresarial".
Ha mostrado su deseo de que no haya un "cierre político, como hizo el presidente José Luis Rodríguez Zapatero".
Por su parte, el diputado general de Álava ha recordado la posición de las instituciones de la provincia al respecto y ha mostrado su deseo de que sí haya una decisión "política" para que la central no alargue su vida útil.