hace hoy 80 años, Álava se estremecía con uno de los episodios más negros de la Guerra Civil y de toda su historia reciente: el asesinato a sangre fría de 16 de sus vecinos en el puerto de Azazeta, cobardemente fusilados por las fuerzas afines a Franco. 1 de abril de 1937, una fecha para la memoria colectiva que las principales instituciones no han querido pasar por alto y que ayer mismo tuvo una primera parada en el cementerio de Santa Isabel, donde descansan los restos del exalcalde de Gasteiz Teodoro González de Zárate, una de las víctimas de aquellos atroces crímenes. EH Bildu celebró allí un acto de homenaje a todos ellos al que hoy seguirá otro en el pueblo de Azazeta dispensado por el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación Foral de Álava y las Juntas Generales, que será presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu.

La masacre se produjo en un lugar boscoso del puerto, cercano al punto kilométrico 16 de la carretera A-132, de madrugada. Las víctimas se encontraban detenidas y encarceladas en la prisión provincial de Vitoria, situada en el cruce de las calles Paz y Postas y que será uno de los lugares de la memoria que se señalizarán en la ciudad en los próximos meses. Por mandato del delegado de Orden Público, la noche del 31 de marzo las fuerzas golpistas pusieron en libertad a los apresados, pero fueron detenidos de nuevo en el exterior de la prisión por un grupo guardias civiles, requetés y falangistas. Los ataron codo con codo para, seguidamente, subirlos a dos vehículos. La comitiva abandonó la ciudad y se encaminó hacia Estella, aunque se detuvo antes, en ese fatídico punto de Azazeta. Una vez abandonados los vehículos, los arrestados fueron llevados monte arriba, a un lugar situado aproximadamente a 80 metros de la cuneta derecha, donde sin juicio previo fueron asesinados y semienterrados en una fosa cavada previamente. Según se ha sabido con el tiempo, los fusilamientos fueron ordenados por el general franquista Emilio Mola durante una visita realiza a Vitoria sólo cinco días antes.

Con los crímenes de Teodoro González de Zárate, el concejal socialista Francisco Díaz de Arcaya, el burukide del PNV José Luis Abaitua, el militante del Partido Republicano Radical Socialista Víctor Alejandre, el empleado de Telégrafos Eduardo Covo, el aceitunero Jaime Conca, el pintor afiliado al PSOE, José Domingo Elorza, el barbero Constantino González, el ajustador afiliado a CNT Francisco Garrido, el jornalero también afiliado a la central anarquista Prisco Hermua, el mecánico Antonio García, el mecánico y afiliado al PCE Jesús Estrada, el labrador afiliado a CNT Daniel García de Albéniz, los ferroviarios Manuel José Collel y Manuel Hernández y el pirotécnico afiliado a UGT Casimiro Cerrajería, el régimen quiso no sólo mantener atemorizada a la población alavesa, sino también lanzar un mensaje de advertencia y terror a Bizkaia y a todas las fuerzas contrarias a los sublevados.

los actos El homenaje de esta mañana en la plaza de Azazeta (12.00 horas) pretende serlo también a todas las víctimas de la dictadura franquista en Álava. Durante el acto, que estará abierto a toda la ciudadanía, se descubrirá la estela conmemorativa que posteriormente servirá de recuerdo de las personas asesinadas en la propia carretera A-132, en el punto más cercano al lugar de los hechos, cuya instalación se llevará a cabo la próxima semana. Una ofrenda floral por parte de instituciones y ciudadanos pondrá el punto final al homenaje. Ante la imposibilidad de llevarlo a cabo en ese mismo punto por razones de espacio y seguridad, las instituciones alavesas lo celebrarán en el corazón del pueblo. Un servicio gratuito de autobús partirá a las 11.15 horas desde la calle Luis Heintz para asistir al homenaje, que regresará a Vitoria tras la finalización del acto.

Acto al que ayer, de vuelta a Gasteiz, quisieron sumar su particular homenaje un buen número de cargos públicos de EH Bildu en Santa Isabel, que precisamente también se señalizará próximamente como espacio de la memoria. Concejales, junteros y afiliados de la formación abertzale realizaron una ofrenda floral en el panteón familiar donde descansa González de Zárate, a la que precedió un aurresku de honor ejecutado por el edil gasteiztarra Félix González.

Posteriormente, el portavoz de EH Bildu en las Juntas, Kike Fernández de Pinedo, apeló a “poner fin a la impunidad franquista” y a que siga avanzándose en dos frentes fundamentales, el de la Justicia y el del relato. Por un lado, reclamó la rápida puesta en marcha de la Oficina de Víctimas del Franquismo pactada con la Diputación. Por otro, censuró el contenido de la placa que recuerda en Santa Isabel al exalcalde asesinado, donde se refleja que González de Zárate “apareció muerto” en Azazeta. Aunque Fernández de Pinedo reconoció que su colocación allí es “un paso adelante”, el texto que la acompaña “no es ni cierto ni correcto”.

Los homenajes. Junto con el dispensado ayer por EH Bildu en Santa Isabel, las principales instituciones homenajearán hoy en Azazeta a las 16 personas fusiladas por las fuerzas franquistas.

Los asesinados. Teodoro González de Zárate, alcalde de Vitoria por Izquierda Republicana; Francisco Díaz de Arcaya, tornero y concejal en Gasteiz (PSOE); José Luis Abaitua, burukide del ABB; Víctor Alejandre (Valdegovía), militante del Partido Republicano Radical Socialista; Eduardo Covo González, empleado de Telégrafos; Jaime Conca, aceitunero; José Domingo Elorza, pintor afiliado al PSOE; Constantino González, barbero; Francisco Garrido (Apellaniz), ajustador afiliado a CNT; Prisco Hermua, jornalero afiliado a CNT; Antonio García, mecánico; Jesús Estrada, mecánico y afiliado al PCE; Daniel García de Albéniz (Maestu), labrador afiliado a CNT; Manuel José Collel, ferroviario de Unión Republicana; Manuel Hernández, ferroviario; Casimiro Cerrajería, pirotécnico (UGT).