Vitoria - Eran poco más de las 17.30 horas cuando el tipi-tapa de la Korrika se adentraba por primera vez en territorio alavés, concretamente por el entorno de Legutio. En un ambiente reivindicativo y sobre todo festivo, la vigésima edición de la carrera en favor del euskera volvió a arrasar allá por donde pasó ayer, desde el pistoletazo de salida de Otxandio hasta la meta de la jornada ubicada en Nanclares, y por supuesto en Gasteiz, la primera capital vasca que visitó en su 20 edición, que no pudo tener un arranque mejor. Su lema de este año, Batzuk, es un juego de palabras entre bat (uno/a) y zuk (tú), que pretende invitar a todos y todas a acercarse al euskera “y a la fiesta por la igualdad de las lenguas y sus hablantes”. La invitación tendrá continuidad durante once días y diez noches y a lo largo de 2.535 kilómetros hasta concluir el próximo domingo 9, en Pamplona.
La marcha arrancó en Otxandio con un homenaje a quien fuera uno de los fundadores de la Korrika, Joseba Kanpo, fallecido en 2013, quien desarrolló a lo largo de su vida una intensa labor en favor de la promoción de la lengua. Sus familiares, allegados y otros promotores de la marcha fueron los elegidos para portar el tradicional testigo durante su primer kilómetro. Cientos de personas los acompañaron, al igual que a los alcaldes y representantes municipales de diferentes localidades de la CAV, Navarra e Iparralde que hicieron lo propio con el segundo kilómetro de la carrera.
Cuando la tarde ya había caído, pasadas las 19.00 horas, la Korrika hizo acto de presencia por primera vez en Gasteiz, entre la alegría, los cánticos y por supuesto las carreras fugaces -y no tanto- de miles de sus vecinos, entre otros muchos su alcalde, Gorka Urtaran. No hubo casi ningún barrio de la ciudad que se quedase sin contemplar el paso de la colorida marcha, que hizo escala por las calles Barratxi, Artapadura, Baiona, Landaberde, Duque de Wellington, Blas de Otero y Portal de Foronda para abrir boca, para posteriormente dirigirse a Zaramaga y Salburua. La comitiva encaró más tarde las calles Florida, Jacinto Benavente, Heraclio Fournier, Los Herrán y Olaguíbel, pisando después los barrios de Arana y Judimendi, para más tarde llegar a la emblemática Cuchillería, donde se vivió uno de los momentos más especiales de la jornada por la gran afluencia de vecinos. Siguieron al Casco Viejo, Portal de Arriaga, la Avenida de Gasteiz y el barrio de San Martín antes de llegar a Zabalgana. La carrera se despidió de la capital saliendo por Jundiz con dirección a Iruña Oka, a donde tenía previsto llegar a las 23.45 horas. Trebiño recogió el testigo a las 0.30 horas en La Puebla de Arganzón y, una hora más tarde, en Condado de Trebiño. De madrugada, la carrera atravesó Montaña Alavesa con localidades como Bernedo y Campezo como protagonistas.
Un año más, el doble objetivo de la marcha seguirá siendo, por un lado, impulsar el conocimiento y el uso del euskera y recaudar fondos para la red de euskaltegis de AEK. Tras salir hoy del territorio alavés, la Korrika regresará a Ayala y la Llanada, de camino a Iruñea, los días 7 y 8 de abril.