La apuesta por la sostenibilidad urbana y territorial es un trabajo que se viene desarrollando desde hace años en la capital alavesa. Se han ido cumpliendo diferentes pasos como la adopción de un Plan municipal de Alimentación, según el acuerdo adoptado en Pleno en marzo del año 2014, que instaba al equipo de gobierno a “impulsar el consumo de productos locales o ecológicos en los comedores municipales” y a incluir en los pliegos de condiciones de los próximos contratos de abastecimiento “cláusulas para primar estos contratos”. Este es uno de los puntos esenciales que contempla el documento sobre soberanía alimentaria para Vitoria, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA y que va presentarse a los grupos políticos en la ponencia sobre Empleo y Desarrollo Económico Sostenible, que se celebrará mañana en el Consistorio.
Es el Centro de Estudios Ambientales (CEA) el que asume la tarea de desarrollar este plan. Desde que se acordara la decisión en el Pleno de hace tres años de abordar esta cuestión, en primavera de 2015, se realizó un diagnóstico previo para obtener una fotografía sobre la situación del sistema agroalimentario y se terminó redactando el documento para llegar a la estrategia sostenible de la ciudad. Se constataron una serie de trabas en el sector agroalimentario local, casi siempre comunes e identificables a nivel global que se dan en otros ámbitos. En primer lugar se constata la “disminución del área de cultivo, de la cabaña ganadera, del número de explotaciones agroganaderas y del empleo en el sector primario”, resalta el documento. Otro de los factores que dificulta el panorama actual es el dominio del cultivo extensivo de cereales y la “desconexión” entre la producción local y el consumo, además de un sistema de producción y comercialización basado en el “impacto negativo” sobre el medio ambiente. Hay otros elementos como la “rigidez” en las políticas de desarrollo urbano y territorial y, por encima de todos, los cambios en los hábitos de consumo alimentario y “generalización de dietas desequilibradas”.
Este diagnóstico constata también que, de cara al avance hacia esta estrategia, “no se parte en absoluto de cero ya que se trata de una iniciativa surgida desde la base misma del sistema” e impulsada por actores comprometidos que ya apuntan unas directrices básicas. Estos ejes principales que contiene el manifiesto son la “transformación del sistema agroalimentario hacia prácticas agroecológicas y el incremento del nivel de autosuficiencia local, entendido como incremento de la adecuación entre producción y consumo locales”.
Derivados de esos dos ejes debe surgir la necesidad de proceder a “reajustar los objetivos a la situación real” de la ciudad de Vitoria y establecer esos fines últimos “en función de los auténticos márgenes de actuación existentes”, contempla el documento que se va a abordar mañana en el Ayuntamiento. La puesta en marcha de las medidas concretas que se deriven de este planteamiento general van a requerir la “implicación y el esfuerzo coordinado de los agentes que forman parte de la cadena agroalimentaria y de las distintas administraciones e instituciones implicadas”, teniendo en cuenta que el ámbito territorial de este tipo de estrategias “escapa a los rígidos límites administrativos.
cometidos municipales Durante los meses de febrero y junio del pasado año se utilizó la tarea de diagnóstico previo realizado, como la base de un debate participativo en el que se priorizaron una serie de objetivos que deben ayudar a alcanzar ese escenario de “nuevo sistema agroalimentario local”. Aparece el Ayuntamiento como una de las entidades que puede tener “margen de maniobra en determinados campos” a la hora de alcanzar el deseado punto final. Puede acometer la “protección del suelo rural” en el sentido de revertir a su “originaria condición rústica de suelos urbanizables” que no hayan entrado en usos de las diversas fases de la cadena agroalimentaria. Se señalan como una de las acciones clave la “gestión pública de los alimentos en las instituciones municipales que promueva el consumo de producto local y ecológico”, apostilla. Es también reseñable la tarea de promoción de hábitos de consumo de alimentos más saludables y “acompasados con la producción local”, tanto a través de actividades de educación con la población escolar como de otro tipo de actividades dirigidas al público en general.
Un cuarto pilar en el que es vital la actuación del Ayuntamiento es el aprovechamiento de fincas rústicas municipales para la puesta en marcha de iniciativas de agricultura ecológica. En este punto se enmarca el proyecto de Basaldea que ha reconvertido 14 hectáreas de terreno periurbano, ubicadas cerca de Abetxuko, en 11 parcelas para la agricultura ecológica.
A la hora de lograr una estrategia agroalimentaria se plantean una serie de objetivos generales que pasan por “aumentar la competitividad del sistema alimentario basado en un desarrollo territorial sostenible”. También se ha de lograr fomentar la producción agraria y apoyar al sector primario, así como mejorar la calidad alimentaria de la población y promover una dieta saludable. Se debe enfocar el trabajo hacia unos “circuitos cortos que ligan la producción local sostenible y el consumo”. Es también trascendental en todo este proceso “reducir la huella ecológica” del municipio gasteiztarra a través de “minimizar el consumo energético de los procesos de transporte y almacenamiento de los alimentos”, especifica el documento a presentar mañana.
Mandato del Pleno. El 28 de marzo de 2014 se acordó por unanimidad dotar a Vitoria de un Plan municipal de Alimentación. Desde entonces se han dado pasos para alcanzar la soberanía alimentaria realizando un diagnóstico sobre la situación real del contexto en Vitoria, definiendo los objetivos últimos y poniendo en marcha las medidas que deriven de ese planteamiento con la implicación y esfuerzo coordinado de agentes, instituciones y administraciones implicadas.
Proyecto Basaldea. A la hora de conseguir un mayor peso de lo local se ha desarrollado también la posibilidad de una agricultura ecológica dentro de 11 parcelas, próximas a Abetxuko, enfocadas a la agricultura ecológica, a modo de semillero de empresas y como generador de empleo en este tipo de agricultura.
Introducir más productos de cercanía en recintos como escuelas y comedores públicos.
Aumentar el número de granjas, de productores y de superficie dedicada a prácticas agroecológicas, así como revisar y adaptar la normativa que facilite la instalación agroganadera en Vitoria.
A través de actividades de educación con la población escolar como de otro tipo de actividades dirigidas al público en general.
Reversión a la condición rústica de suelos urbanizables que no hayan entrado en las fases de la cadena agroalimentaria.