El Síndico de Vitoria se ha referido en su última recomendación a la Policía Local para “cumplir en el acto, salvo que resulte imposible” las demandas de información en euskera que puedan recibir los agentes durante sus turnos de patrulla por las calles. Este pronunciamiento del defensor vecinal llega después de estudiar y analizar una reclamación en la que se relata la actuación de la Policía Local, que no fue capaz de redactar en euskera el motivo de la denuncia interpuesta contra un ciudadano en septiembre del año pasado.
Incide el Síndico vecinal, Martín Gartziandia, en una recomendación al Ayuntamiento en el “derecho ciudadano” de dirigirse en euskera a la Policía Local y la obligación de verlo “cumplido en el acto, salvo que resulte imposible”. Remarca también la necesidad de “corrección y difusión” de la recomendación hecha por el cuerpo a sus agentes sobre la necesidad de informar al ciudadano de este hecho y “dejar constancia en una ficha” cuando no haya agentes capacitados para responder en euskera.
Los hechos analizados sucedieron cuando el afectado tuvo que esperar, 45 minutos, a que alguno de los ocho agentes que estaban realizando un control, en el que fue interceptado, pudieran redactar en euskera la razón de su denuncia por circular sin haber superado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Después de los 45 minutos de larga espera recibió finalmente la denuncia en castellano con la descripción de la infracción por “no haber pasado la ITV” en castellano, mientras la información general del resto de apartados del documento sí que figuran en euskera. El boletín no incluyó la firma del implicado ante la imposibilidad de recibirla en euskera, como era su intención, y en el capítulo de la rúbrica se redactó la expresión “no desea”, en alusión a su postura.
La situación vivida por el afectado fue de lo más contradictoria durante los tres cuartos de hora en los que estuvo con los agentes locales. Desde el inicio de ser sometido a un control de alcoholemia, que superó con normalidad, expresó su deseo de mantener una conversación en euskera. La falta de soltura a la hora de hablarlo llevó a los agentes a responder en castellano, mientras el conductor implicado se dirigía a ellos en euskera. Al tener conocimiento de esta situación, desde la oficina del Síndico procedieron a recabar información entre la Policía Local y, tras un segundo requerimiento, para aclarar lo sucedido, desde Agirrelanda se ofreció una respuesta el pasado 16 de febrero.
derecho legal En las consideraciones previas para la recomendación final redactada por el Síndico, se tiene en cuenta legislación como la Ley Básica de Normalización del Uso del Euskera, promulgada en 1982, o la Ley de Instituciones Locales, de 2016. De un ámbito más cercano, remarca el Síndico la ordenanza municipal sobre el uso de los idiomas oficiales, aprobada en el año 1997. A la cabeza de las tres normas citadas se sitúa la prohibición de diferencia de trato por la que ningún ciudadano “podrá ser discriminado en forma alguna”, según se contempla en el artículo cuarto.
Más adelante se reconoce también que para los actos administrativos, certificaciones, comunicaciones y notificaciones “se entenderá que el idioma elegido es el que el administrado utilice al dirigirse a la Administración municipal”, contempla el artículo quinto de la ordenanza vitoriana promulgada hace ya veinte años y que abarca todo lo referido al uso de las lenguas oficiales entre los ciudadanos y la Administración.
Señala también la resolución, las tarea que deben acometer las entidades locales encaminadas a arbitrar los “mecanismos pertinentes” para que el derecho de los ciudadanos a recibir “tales comunicaciones en la otra lengua oficial, pueda hacerse efectivo sin formalidades ni condiciones que soporten a los ciudadanos una carga u obligación”.
reprobación A la vista del estudio de la situación producida, la legislación vigente y la jurisprudencia con respecto a estas situaciones, entiende el Síndico como “no adecuada” la conducta de la Policía Local de Vitoria. Apunta, además, a la “vulneración de las normas que regulan los derechos lingüísticos”, así como al hecho de “no mostrar la mínima consideración o deferencia hacia el ciudadano”, que desde el inicio mostró su intención de desenvolverse en euskera y de obtener el boletín de denuncia también en ese idioma. “Resulta difícil de concebir que en un nutrido grupo de agentes, ni uno solo de ellos pudiera redactar una frase como no haber pasado la ITV en euskera”, remarca el Síndico.
Señala, además, que la petición ciudadana era “muy simple” y no era otra que “recibir la multa en euskera, ya que desde el principio había estado hablando en euskera con los agentes. Remarca el hecho de que el ciudadano tuvo que estar “esperando durante 45 minutos metido en su coche hasta la resolución final de la situación.
Prosigue en su recomendación para tildar de “ciertamente lamentable” el hecho de que 38 años después de que el Estatuto de Autonomía reconociera la oficialidad del euskera, “todavía haya algunas instituciones, algunos estamentos, que se muestren incapaces de gestionar con naturalidad el hecho que un ciudadano se dirija a ellos en esta lengua”, enfatiza. Reconoce también a continuación que este caso sobre el que se pronuncia puede ser algo puntual sin “querer decir, con ello, por supuesto, que conductas de este tipo sean, ni mucho menos, mayoritarias en nuestro entorno de Vitoria ni en la Policía Local”, indica. Concluye la última recomendación del Síndico que para este caso la correcta actuación de los agentes hubiera sido la de indicar al ciudadano que la “resolución de incoación del expediente le sería debidamente notificada en su domicilio en euskera, o en bilingüe, y que, a partir de ese momento, se pondrían en marcha los trámites y plazos correspondientes” legales de la sanción.
mismo requerimiento Esta situación llevó también a la intervención de la dirección de Normalización Lingüística del Gobierno Vasco. Desde la instancia autonómica se presentó un escrito de queja que fue respondido desde la sede de Agirrelanda el 26 de diciembre del año pasado. Desde la Policía Local de Vitoria se procedió informar a todos los oficiales y suboficiales de los procedimientos para atender a quejas ciudadanas. Indicó el “derecho ciudadano” que debe ser cumplido para ser informado en la lengua que se desee, “siempre y cuando se cuente con personal con conocimiento en lengua vasca”.
Ante futuras situaciones de desenvolverse en euskera, instan desde Agirrelanda a “tramitar el ejercicio del derecho lo antes posible, sin demoras ni retardos injustificados”. Para supuestos en los que no haya policías capacitados en ese idioma, se deberá informar al ciudadano y “dejar constancia en ficha de la imposibilidad de hacerlo”.
Conversación en dos idiomas. Un control rutinario de la Policía Local en las calles de Vitoria derivó en una multa por circular el vehículo sin haber superado la ITV. El conductor expresó su deseo de recibir el boletín de denuncia en euskera. La conversación entre ambos transcurrió con el conductor expresándose en euskera y los agentes respondiendo en castellano a sus cuestiones.
La denuncia. Ante el reiterado deseo de recibir cumplimentada la sanción en euskera, el afectado llegó a estar 45 minutos esperando en el interior de su coche a la espera de que alguno de los agentes presentes pudiera realizar la traducción de la causa de la sanción.
La frase de la polémica. En el boletín de denuncia no se pudo traducir al euskera la frase ‘No haber pasado la ITV’ por ninguno de los agentes de Policía presentes en la realización del control.
El Síndico insta a respetar los derechos lingüísticos de la ciudadanía.
Las entidades locales deben arbitrar los mecanismos pertinentes para comunicaciones en la otra lengua oficial sin que comporte a los ciudadanos una carga u obligación.
Ningún ciudadano podrá ser discriminado en forma alguna por razón del idioma, según la ordenanza municipal del año 1997 .
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Años de vigencia del Estatuto de Autonomía. Considera el defensor vecinal que pasado todo este tiempo de oficialidad del euskera es “ciertamente lamentable” que todavía haya instituciones o estamentos que se muestren “incapaces de gestionar con naturalidad el hecho de que algún ciudadano se dirija a ellos en esta lengua”.