Vitoria - Sesenta años de nada han tenido que esperar los vecinos de la calle San Ignacio de Loyola para ver cómo reforman su calle. La vía, que acoge un amplio volumen de tráfico al ser uno de los principales puntos de conexión entre el Oeste y el Este de Vitoria, es la calle de la ciudad que más tiempo lleva sin recibir ninguna reforma -concretamente, desde 1956-, así que a la hora de ponerse manos a la obra el ejecutivo local ha decidido, obviamente, darle un exhaustivo lavado de cara a sus 230 metros de longitud. Entre las actuaciones que se acometerán, con un presupuesto total de casi 1,5 millones de euros, destaca la ampliación de las aceras, que pasarán a tener cuatro metros de ancho -frente a los 2,5 metros actuales- y la creación de un carril bici bidireccional, además de la renovación de la red de saneamiento de Amvisa, la eliminación de las dos filas de árboles y la que será probablemente la decisión que menos gustará a los vecinos: quitar la totalidad de sus plazas de aparcamiento, setenta sumando ambos lados.

Sólo se salvarán las plazas destinadas a carga y descarga, otras dos para personas con movilidad reducida y algunas paradas -de número por determinar- para estacionamiento limitado a quince minutos. Para minimizar el problema que supondrá para los residentes la eliminación de las plazas para aparcar sus vehículos, el concejal de Medio Ambiente, Iñaki Prusilla, aseguró ayer que el Ayuntamiento está estudiando ofrecer bonificaciones a los vecinos para que dejen sus coches en el parking de Molinuevo, propiedad de Tuvisa, que según apuntó “apenas tiene un 50% de ocupación”.

Por el momento, el expediente para la adjudicación de las obras se aprobará mañana en la Junta de Gobierno Local, con una duración de los trabajos que el Consistorio estima en seis meses desde la adjudicación del contrato a la constructora. Sobre el inicio de las obras, Prusilla apuntó que confía en que “al menos la parte administrativa esté cerrada antes del verano” para que, con suerte, las máquinas puedan entrar también en la vía antes de la época estival.

La calle San Ignacio, donde se mantendrán los dos carriles de sentido único para la circulación, se encuentra actualmente en un visible estado de deterioro, plagada de parches y fisuras. Para solucionarlo, el pavimento se renovará con un material granítico similar al que se colocó en su momento en la plaza Bilbao. No se tocará la iluminación, pues el Ayuntamiento considera suficiente el cambio de las luminarias clásicas por otras de tecnología led que tuvo lugar recientemente, pero sí se aprovecharán las obras para acometer pequeñas variaciones. Entre ellas, los buzones de recogida neumática de la acera norte se trasladarán al sur de la calle, de forma que queden “más cerca de los residentes”, facilitando además la creación del nuevo bidegorri. También, además de la red de Amvisa, que absorberá 851.000 euros del presupuesto, se soterrará el cruce aéreo de la red de telecomunicaciones.

Iñaki Prusilla destacó que las actuaciones diseñadas por el Departamento de Medio Ambiente y Espacio Público son fruto “de las reuniones que hemos mantenido con los vecinos y de sus aportaciones”. “La creación del carril bici fue una de sus peticiones”, señaló sobre una de las novedades que se implantarán en la calle, una importante conexión ciclista entre las calles Portal de Arriaga y Portal de Legutiano.

El concejal apuntó también que la activación de estas obras es fruto “de la aprobación del presupuesto, que nos ha permitido sacar adelante una serie de obras que teníamos preparadas en el departamento”. “Ya hemos licitado la reforma del entorno de San Antón y de Beato Tomás de Zumárraga y ahora haremos lo propio con San Ignacio. Nuestro objetivo es modernizar el espacio, hacerlo más agradable y mejorar el tránsito peatonal de la zona. Es una calle que cuenta con aceras muy estrechas y cuando los autobuses realizan su parada se producen situaciones de caos e inseguridad. Al ensanchar las aceras ganará amplitud para las personas que la recorran a pie y en bicicleta. El hecho de contar con dos centros de formación en el entorno también nos parece importante”, incidió Prusilla tras admitir que durante el proceso de diseño el gobierno municipal barajó “un sinfín de alternativas”, como situar la calzada y la carretera al mismo nivel, algo que se descartó por cuestiones de seguridad.

larrein Por otra parte, la pasarela de Larrein se colocará, si la climatología lo permite, mañana mismo, por lo que los vecinos de la zona podrán estrenar en marzo la nueva estructura, que conectará la calle Antonio Amat Maiz con Bulevar de Salburua. Un paso que partirá del paseo fluvial de Errekaleor hacia la esquina de Isaac Puente Amestoy.

Los trabajos, señaló el Consistorio, se han ido desarrollando conforme a la planificación prevista, y a día de hoy “se han ejecutado los caminos de acceso en tierras, el pavimento de hormigón, las cimentaciones y las estructuras de apoyo de la pasarela, el desvío y reposición de los servicios afectados y la red de alumbrado”. Una vez instalada la pasarela, quedaría pendiente la finalización del alumbrado con la colocación de las luminarias y el cableado, entre otras actuaciones.

décadas. La calle San Ignacio de Loyola no ha sufrido ni una sola reforma integral desde que pasó a formar parte del callejero gasteiztarra en 1958.

plazas. La calle perderá sus setenta plazas de aparcamientos. El Ayuntamiento anunció que ofrecerá bonificaciones a los vecinos para que estacionen en el parking de Molinuevo.

millones. El presupuesto de las obras ronda los 1,5 millones de euros en total.