Vitoria - Si se hubieran tenido en cuenta las opiniones de las comunidades autónomas planteadas en 2015 -entre ellas las del País Vasco-, el reparto de las autorizaciones de plantación de nuevos viñedos realizado por el Gobierno central del PP hubiera sido más justo y equitativo y se habrían evitado la existencia de “falsos agricultores”, “jefes de explotación que solo eran los arrendatarios de las tierras” o adjudicaciones para viñedo “en tierras de pastos”, en clara alusión a La Rioja, como denunció ayer el diputado foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco, en una comparecencia ante la Comisión de Agricultura de las Juntas Generales de Álava.
Su presencia había sido solicitada por el grupo juntero del PP argumentando que, “debido a los problemas habidos en 2016 y con el objetivo de mejorar los criterios para futuras adjudicaciones que benefician a los vitivinicultores alaveses”, querían conocer “la postura de la Diputación Foral de Álava sobre los criterios de adjudicación de reparto de viñedo, las acciones y reuniones mantenidas al respecto”. En ese sentido, el portavoz del PP en el citado foro, Eloy López de Foronda, se lamentó de que desde el territorio histórico se habían solicitado 225 nuevas hectáreas, pero finalmente desde Madrid solo se concedieron 3,7 de las 387 que se repartieron.
Intervino entonces Aguinaco para explicar que los primeros encuentros para ese reparto comenzaron el 10 de junio de 2015, siendo él, por cierto, director general de Agricultura en el Gobierno Vasco y, por ende, el interlocutor por Euskadi en esas reuniones. En aquellos encuentros se trataba de escuchar las opiniones para desarrollar el real decreto al efecto y, de hecho, se remitieron esas propuestas al Feoga (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola), aunque “no se tuvieron en cuenta ninguna de las aportaciones presentadas”.
Por parte del País Vasco se había solicitado que la superficie que se fuera a adjudicar no superara la media de lo que ya tenía cada viticultor, que los beneficiarios fueran agricultores a título principal, que se primara que la solicitante fuera mujer o que la explotación estuviera compartida y que el peticionario tuviera una superficie de viñedo inferior a la media. Según el diputado foral, ninguna de estas aportaciones se tuvo en cuenta. Posteriormente se volvió a insistir en nuevas propuestas. Por ejemplo, que el reparto de nuevas parcelas en la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja se hiciera en función del peso específico de cada región que la integran -con lo que a Rioja Alavesa le hubiera correspondido el 21% de la Denominación- y que, además de las organizaciones profesionales, como la Interprofesional y el Consejo Regulador, también pudieran realizar propuestas de límites de crecimiento las comunidades autónomas. Pero tampoco se aceptaron esas propuestas.
Con esas negativas se llegó al reparto de autorizaciones el año pasado. Se pidieron, en total, para 5.030 nuevas hectáreas a nivel nacional, de ellas 225 en Álava (el 4%) y finalmente se concedieron 3,74 hectáreas entre 12 jóvenes agricultores, “que no han llegado a plantar porque la superficie que le correspondía a cada uno era tan pequeña que no merecía la pena”. Otra cosa hubiera sido que se hubiera tenido en cuenta el criterio de la proporcionalidad de Rioja Alavesa en el conjunto de la Denominación. Entonces hubieran correspondido 80 hectáreas y “se hubieran cubierto la demanda de nuevas solicitudes”.
De cara a 2017, el Ministerio de Agricultura organizó dos reuniones para escuchar criterios, tras el escándalo que se había suscitado. El 12 de diciembre se celebró una con los directores generales de Agricultura de las comunidades autónomas, y al día siguiente otra con los sectores económicos y sociales implicados, con el fin de rectificar “las disfunciones del sistema”, pero con el aviso de que para este año no se podía hacer nada porque no había tiempo para cambiar la normativa.
Tras escuchar que no se podían hacer cambios, Aguinaco propició un encuentro en la Casa del Vino de Laguardia el pasado 12 de enero con representantes de la Unión Agroganadera de Álava (Uaga), “donde hubo una coincidencia total de criterios”, según el diputado. Aunque la postura de la central es contraria a ampliar la superficie de viñedo, porque el crecimiento de la masa vegetal hará bajar el valor de la tierra, se elaboraron unos protocolos para los repartos. Así, se acordó que se priorizara en el reparto a los agricultores profesionales, que esa actividad fuera la prioritaria del viticultor, que la suma de sus parcelas fuera inferior a la media de la comarca, que el reparto fuera proporcional al territorio de las tres zonas y que se buscara una armonía normativa entre las comunidades autónomas.
Con esos acuerdos se trataba de evitar que volviera a ocurrir “la situación de picaresca que se ha dado en alguna región”, el alusión a La Rioja. Aguinaco desveló que en el reparto de 2016 se había fijado que los beneficiarios fueran prioritariamente los jóvenes “y han sido jóvenes, pero falsos agricultores”, “se han admitido tierras que eran pastos, como si fueran tierras aptas para el viñedo” y “no ha habido un control sobre la figura del jefe de explotación, ya que en muchos casos eran familiares de los solicitantes, trabajadores o sencillamente arrendatarios de lasa tierras”. En el turno de intervenciones Arantza Abecia, del grupo Podemos, se lamentó de que el Ministerio vaya a repetir los mismos errores que el año pasado y afirmó que muchas parcelas habían ido a parar a “testaferros y otros personajes similares”. Acusó que “el reparto ha sido fraudulento” porque en varios casos “las autorizaciones han ido a parar a sociedades piratas que se han organizado para lograr el papel aunque no tuvieran nada que ver con la agricultura”. Asimismo reclamaron una nueva denominación “más realista para enfrentarse a las macropolíticas que van en contra del sector”. Aguinaco dijo en ese sentido que “hay una mayoría de viticultores que quieren estar en Rioja y así lo están manifestando”, a los que la Diputación seguirá apoyando, pero también se apoyará a quienes están gestionando “otro marco”, en clara alusión a Viñedos de Álava.
También intervino el PP para acusar a la Diputación de no haber informado a los viticultores de Rioja Alavesa sobre la forma de solicitar nuevas plantaciones, a lo que Aguinaco contestó que se habían celebrado cinco encuentros informativos, cuatro de ellos en Rioja Alavesa y uno en el Txakoli de Ayala.
Jóvenes. Las autorizaciones dadas por el Ministerio (menos de cuatro hectáreas) eran para una docena de jóvenes agricultores.
hectáreas. Son las que se pidieron desde el sector vitivinícola de la comarca de Rioja Alavesa. Sin embargo, desde el Gobierno central del Partido Popular se hizo caso omiso a las necesidades.