trebiño ? El alcalde de Trebiño, Ernesto Argote, planteará su renuncia al cargo el próximo viernes en el Pleno y propondrá al resto de miembros de la Corporación municipal que hagan lo mismo, para mostrar su malestar por lo que califica de “abandono” por parte de las instituciones alavesas, burgalesas y castellanas ante las demandas del enclave. Argote asegura que, a pesar de las promesas, no se ha producido ningún encuentro entre la Diputación de Álava y la de Burgos para tratar de llegar a un acuerdo en cuanto a la prestación de servicios en Trebiño. A ello hay que añadir que la Junta de Castilla y León no ha retirado los contenciosos interpuestos contra la propuesta de gestión de tributos que se había sugerido que llevase la Diputación alavesa, entre otros asuntos de interés para los pueblos del enclave. El origen de estos contenciosos se remonta al Pleno del Ayuntamiento de Trebiño del 18 de diciembre del año pasado cuando se acordó solicitar a la Diputación de Álava que en los proyectos comunes de agricultura, se considere a los agricultores del Condado de Trebiño en igualdad de condiciones que a los alaveses. También se reclamó que en materia de Transporte se diseñe una línea que discurra por el Condado de Trebiño; que se elimine la isla en el tríptico diseñado por la Diputación y que se proceda a realizar una nueva licitación de dos taxis rurales, dando preferencia a los taxistas de la zona.

El Pleno municipal también acordó solicitar un plan único de viabilidad invernal y, finalmente, solicitar a la Diputación de Álava la máxima implicación en el servicio de recaudación de impuestos y tasas en Trebiño, por las dificultades que la situación territorial implica. Asimismo, se pidió equiparar el resultado económico de costes de dicho servicio al resto de municipios del territorio histórico de Álava, tanto en derechos como en obligaciones. Estos acuerdos fueron recurridos por Castilla y León, que pidió su anulación.

Una renuncia anunciada en septiembre El pulso entre el Ayuntamiento y las instituciones burgalesas y castellanas subió de tono cuando el pasado 15 de septiembre, Argote y Elena Ramírez, la teniente de alcalde, anunciaron su intención de renunciar a sus responsabilidades de gobierno. Según el documento, los firmantes, “queremos hacer ver a los demás concejales, a los treviñeses, a las instituciones vasca y castellano leonesas que no pueden seguir así, una vez que el Convenio Global Transitorio propuesto por el Ayuntamiento fue rechazado por la Diputación de Álava, la de Burgos y la Junta de Castilla y León”. En su escrito explicaban que eran dos las áreas que se encontraban totalmente bloqueadas. En primer lugar, la problemática territorial, en la que se ha trabajado en dos vías legales. Por un lado, el Estatuto de Castilla y León, que fue rechazado en la Diputación de Burgos “amparados en un informe partidista y nada ecuánime”. Por otro, tratando de lograr una Ley Orgánica con el apoyo del Parlamento Vasco, que tramitó la solicitud en el Congreso de los Diputados y fue rechazada por la mayoría de PP y PSOE.

La segunda área que se encontraba bloqueada era la gestión y la gobernabilidad del Ayuntamiento. Señalaban que Burgos y Castilla y León no sólo bloquean cualquier iniciativa, sino que la recurren y amenazan con entablar contenciosos de cualquier solicitud de servicios a Álava.

El alcalde y la teniente de alcalde consideraban en aquel escrito de septiembre que la decisión de dimitir de sus responsabilidades, que no de su acta de concejales, “no significa un paso atrás ni abandonar a los treviñeses”. Todo lo contrario, “es empezar de cero y así podemos todos los concejales juntos luchar por la territorialidad y los servicios de los habitantes del enclave”. En su escrito de renuncia afirmaban que “si no somos capaces de conseguir un ayuntamiento estable y fuerte para seguir defendiendo la incorporación del condado a Álava, a la vez de dotarlo de unos servicios acordes con el siglo XXI, el proceso empezado con la ingobernabilidad del Ayuntamiento podría acabar en unas elecciones plebiscitarias”.

La renuncia, finalmente, no se llevó a cabo en el transcurso de aquella sesión plenaria y quedó pospuesta para más adelante, ya que Condado de Trebiño decidió “aceptar, temporalmente, un convenio de prestación de servicios propuesto por Álava y pendiente de ser conveniado con Burgos, siempre que se mantenga ese criterio de transitorio y a condición de que las autoridades de Castilla y León paguen lo que les corresponda”. Así se decidió tres días después, el 21 de septiembre, en la Comisión de integración de Trebiño en Álava, un órgano de consulta creado al amparo del Ayuntamiento de Condado, que preside el concejal Ignacio Portilla;reunión a la que acudió, en esa ocasión, Argote, tras la incertidumbre creada a raíz de su anuncio de una posible renuncia como alcalde. l