ayer fue un día muy especial para una vitoriana. Ella es Conchita García Arias, y su familia entera le quiso demostrar todo lo que significa para ellos. Por eso le organizaron una fiesta inolvidable con la que celebrar su 90 cumpleaños. Sin duda, la ocasión lo merecía. “Nació el 10 de diciembre de 1926 en la calle de San Antonio, 26, donde vivió hasta que se casó. Hija de Concha y Eduardo, tiene una única hermana, Teresa, de 92 años, lo que parece augurar longevidad a todos nosotros”, cuenta su familia. El día estuvo lleno de momentos emotivos, como la misa en su honor que se celebró en la Iglesia de San Miguel (oficiada por el Obispo Juan Carlos Elizalde), justo la parroquia donde se casó el 8 de mayo de 1953 con el hombre de su vida: Mariano Galparsoro. Con él (fallecido en 2011) compartió su vida, sus ilusiones, y los cuatro hijos que ayer la acompañaban felices (Eduardo, 62; Javier, 60; Luis, 59 y Mª José, 55).
A pesar de que desde 1962 toda la familia vive en Bilbao, donde se trasladó tras ganar Mariano la plaza de Catedrático de Física y Termodinámica en la Escuela de Peritos Industriales, ayer acudieron todos a Vitoria celebrar el cumpleaños de Conchita con una comida y sorpresa incluida: la visita de la tuna. La idea se le ocurrió a uno de sus hijos, ya que a ella le encanta la música. Su familia destaca de ella su alegría, su generosidad, su fortaleza, su plena disponibilidad entre amistades y familiares, siempre con sonrisa, con buen humor, sin malos modos. Además, ella reconoce que ha sido muy afortunada en la vida que le ha tocado, y esta fortuna la ha derramado a manos llenas a su alrededor.
Mientras esta familia disfrutaba de un momento tan especial, el resto de Vitoria vivía con alegría una nueva edición de Ardoaraba, con novedades como las catas en la carpa del frontón de Fueros, el denominado Txoko Gastronómico, que ha congregado a lo largo de esta semana a un buen número de alaveses.