VITORIA - El novedoso aparcabicis ubicado en la parte trasera del edificio de Correos cumple su primer mes y medio de servicio ofreciendo a los ciclistas gasteiztarras la posibilidad de guardar su vehículo en un recinto a buen recaudo de las inclemencias meteorológicas y de los peligros de robo. Las 49 plazas para estacionar vehículos de dos ruedas y los tres puntos adicionales en los que se pueden recargar la bicis eléctricas han registrado en este primer mes “una ocupación media superior al 50 % en las 52 plazas que tiene este aparcabicis”, señala Eusebio Puebla, gerente de la firma Parking Verde que ha desarrollado el sistema, con semblante satisfecho a la vista de este dato. A mediados de octubre y como una iniciativa pionera, por parte del departamento de Movilidad Sostenible del Consistorio, se puso en marcha este servicio para sustituir los aparcabicis tradicionales en ubicados en la calle Nuestra Señora del Cabello. Los postes de acero inoxidable no gozaban de la aceptación ciclista. En la mayoría de las ocasiones permanecían vacíos en una arteria con un nulo tránsito peatonal, más allá de los vehículos del servicio de Correos. Además tampoco habían logrado la plena confianza de los usuarios al haberse registrado algún robo en las bicicletas allí aparcadas.

La empresa vitoriana Parking Verde es la encargada de gestionar estos primeros pasos del aparcamiento que nace como idea pionera y una prueba a la espera de la definitiva reordenación urbanística de la zona con un cambio que llegaría a afectar a la circulación de vehículos desde Mateo Moraza hacia la calle Olaguibel. “Buscamos ofrecer un servicio para que quienes acudan al centro en bicicleta, dispongan de un lugar seguro, protegido y vigilado”, relata Eusebio Puebla. Tiene claro que este aparcamiento aboga por la “gratuidad y la rotación” entre usuarios que vienen a la zona peatonal de la ciudad por cuestiones de trabajo a realizar gestiones u otro tipo de tareas y van a pasar un espacio de tiempo limitado. “No es lugar en el que dejar la bicicleta aparcada durante varios días como si fuera un almacén”, enfatiza Puebla.

La estructura modular pasa muy desapercibida para todos los viandantes que a diario transitan por la zona al tratarse de un parking “diseñado para encajar de la manera más discreta en el entorno y que ha sido desarrollado por una constructora y una firma de paisajismo para darle forma y diseño”, apostilla Eusebio Puebla. La empresa Parking Verde ciñe su ámbito de actividad en la gestión de aparcamientos, tanto de coches como de bicicletas y su control de accesos. De esta manera hace del I+D+I el pilar básico de su funcionamiento y aprovecha la potencialidad de las nuevas tecnologías. Todo el sistema de acceso al aparcabicis se realiza mediante una de las denominadas aplicaciones app de sencilla y fácil instalación en el smartphone que rige nuestras vidas. Está disponible para sistemas operativos tanto de Apple como Android y en el mes y medio que lleva en funcionamiento ya han logrado “rebasar la cifra de las 1.200 descargas”, concreta satisfecho Puebla a la vista de la buena aceptación entre los aficionados al ciclismo urbano en Vitoria. Esto supone que diariamente alrededor de medio centenar de usuarios dan el paso de instalarla en su terminal y adentrarse en su uso y disfrute.

app intuitiva Con Pverde a pleno funcionamiento basta con pulsar sobre el icono de la bicicleta para que nos aparezca el listado de espacios disponibles en la ciudad e incluso, para los que desconocen el callejero, el sistema es capaz de guiar al ciclista hasta la misma puerta.Es de sencilla e intutitiva instalación. Una vez recibida en el terminal no requiere más que introducir el número de teléfono y una dirección de correo electrónico, como método de validación. Tras recibir un código de autentificación el usuario ya puede utilizar el sistema. El acceso al interior del aparcabicis es posible introduciendo esa serie numérica en el teclado que se ubica junto a la puerta o bien de manera remota abriendo la aplicación y presionando sobre la pantalla táctil el comando de apertura del dispositivo. Después de este sencillo proceso y una vez dentro el usuario, la puerta procede a su cierre de manera automática.

El sistema prima la seguridad de tal manera que sólo se contempla el acceso de una persona al interior del aparcamiento. Para ahondar en la protección contra los enemigos de lo ajeno hay colocada en el techo “una cámarade 18 megapíxeles que graba continuamente todo cuanto sucede y lo almacena por si hubiera que recurrir a ellas y revisar la entrada o salida del recinto en caso de algún incidente”, relata Puebla.

A partir de ahora se abre un inmenso abanico de posibilidades “tanto para utilizar este recinto de bicis como para acceder a cualquier parking de vehículos en España que tenga nuestra tecnología”. Así se puede aparcar en varios recintos de bicicletas y automóviles de la capital alavesa, Bilbao y en tres estacionamientos de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera que rebasan en total las 2.000 plazas.