amurrio - Han pasado las últimas semanas elaborando manualidades en su local de Artziniega, ubicado encima de la biblioteca, así como recepcionando cualquier artículo (salvo ropa) o repostería casera que tendrían a bien donar sus convecinos, y hoy sábado, con todo ello dispuesto en alargadas mesas, darán el pistoletazo de salida a su ya tradicional rastrillo navideño. Hablamos del auténtico equipo de trabajo que conforman las mujeres de la asociación Hiriska de Artziniega, que en esta decimosexta edición han pensado en su joven vecino, Aimar Trueba Cirión, como beneficiario de un acto que se alargará hasta el día 11.
Y es que Aimar padece artritis idiopática juvenil, por lo que “todo el dinero recaudado será destinado a la asociación AIJ EUSKADI, que es la que se encarga de ayudar a los niños y adolescentes que, como nuestro vecino, se ven aquejados por esta enfermedad crónica de la infancia, caracterizada por inflamación articular persistente y signos tales como dolor, hinchazón y disminución de la movilidad de la articulación”, explican desde Hiriska, al tiempo que informan de que “idiopática significa que no conocemos la causa de la enfermedad, y juvenil, porque los síntomas aparecen antes de los 16 años”, aclaran.
Las personas interesadas en colaborar pueden pasar por el rastrillo que, como en años anteriores, ha sido ubicado en la capilla de la residencia de La Encina o realizar un donativo en el número de cuenta habilitado en Kutxabank. Desde Hiriska no albergan la menor duda en torno a la solidaridad de sus convecinos, como bien demuestran las recaudaciones de años anteriores. De hecho, el beneficio de 2015 fue de 3.357 euros, que entregaron a su también vecino Joseba Vadillo. Un joven de 44 años que, debido a la parálisis cerebral que padece, necesitaba una grúa articulada para poder ponerse de pie.
Antes enviaban el dinero a Palenque, en la provincia ecuatoriana de Los Ríos, donde trabajaba nuestro vecino y sacerdote Benjamín Respaldiza para ayudar en proyectos como la construcción de pozos para abastecimiento de agua y favorecer el proceso de siembra del café. Pero desde que regresó a casa, decidieron apoyar causas locales, a familias con hijos que padecen enfermedades raras y a las que les hace falta ayuda porque la que les llega desde las instituciones, “por desgracia, es insuficiente”, apunta Maite Iztueta, presidenta de Hiriska.
De ello da fe el hecho de que hace dos años destinaran toda la recaudación a Iñigo Jiménez, de 17 años, que padece una enfermedad que le provoca complicaciones neurológicas y distonías, “para la que ni los médicos tienen nombre, y cuyo tratamiento en costosísimo, y muy difícil de asumir”, apuntan desde Hiriska. En 2013 colaboraron con la investigación del Síndrome de Angelman, de cara a ayudar a su joven vecino y afectado Eneko. En 2012, lo recaudado fue a otra familia de la localidad que tiene dos hijos dependientes de sillas de ruedas desde que nacieron. Se trata de Mikel y Gorka que, al crecer, se han visto obligados a cambiar de modelo de silla para poder seguir desplazándose de una forma autónoma.
Los precios de todas las cosas que ponen en venta oscilan entre uno y 20 euros. Se trata de manualidades navideñas, bufandas, manteles de vainica y repostería que ellas mismas o los vecinos confeccionan, tras muchas horas de trabajo, así como libros, menaje del hogar, artículos de decoración, cuadros, complementos, bisutería y juguetes, entre otros. Tampoco faltarán rosquillas y bisutería confeccionadas por las monjas agustinas del convento local. “Lo único que no recogemos es ropa, lo demás, siempre que esté en buen estado, todo lo que nos traigan, hasta repostería, será bienvenido”, declaran.