zalduondo - El Ayuntamiento de Zalduondo, en manos de EH Bildu, ha aprobado el plan de ordenación del Monte Alto con el que se pretende compatibilizar los usos del monte sin perjudicar su patrimonio natural. El monte afectado, de 725,85 hectáreas, se encuentra enclavado dentro del Parque Natural Aizkorri-Aratz y ubicado en la Zona de Especial Conservación (ZEC) Aizkorri-Aratz y por lo tanto forma parte de la Red Natura 2000. “Se trata de un monte de gran valor medioambiental que en la actualidad se calcula que fija 225,42 toneladas de CO2 al año”, argumentan desde la pequeña localidad.
En este sentido, el alcalde de Zalduondo, Gustavo Fernández Villate, ha querido llamar la atención de las instituciones, ya que la localidad, a pesar de ser de pequeño tamaño, “cuenta con grandes pulmones que generan bienestar medioambiental. Invertir en calidad de vida también es apostar por los núcleos más pequeños”. El proyecto persigue compatibilizar todos los usos existentes en el monte como la producción de madera, caza, ganadería o uso público, entre otros sin perjudicar el patrimonio natural que constituye el propio monte. La empresa Kromletx en su propuesta propone una mejora progresiva en las masas forestales. Pretende conseguir así una producción sostenida y flexible de las masas sin comprometer su futuro. El plan también plantea concentrar esfuerzos en la recuperación de pastizales, por fases y de forma fraccionada; tiene en cuenta las necesidades de leña y propone mejorar el estado de las infraestructuras recreativas y orientación como el Camino de Santiago, Camino Real de las Postas, el Camino Ignaciano, el PR secretos del Aratz y el GR vuelta a la Llanada.
Desde Zalduondo se quiere resaltar que el plan recoge un apartado especial para los ejemplares gigantes de roble quercus petraea, árboles centenarios de un altísimo valor ecológico y paisajístico. Se trata de numerosos árboles trasmochos, testigos de antiguas formas de aprovechamientos, que forman parte del patrimonio natural. “Para esos viejos robles se han planificado podas moderadas y el control de la vegetación que les rodea, con el objetivo de aumentar su vigorosidad, equilibrar su arquitectura e intentar así alargar su ciclo de vida”, apuntan. Según palabras del alcalde de Zalduondo, “este plan nos ha desvelado algo que ya intuíamos: tenemos un tesoro natural legado por nuestros antepasados y es nuestro deber preservarlo”.