Vitoria - Abrió sus puertas el 26 de noviembre de 2015, hace hoy justo un año. Y aunque hasta ahora el camino no haya sido sencillo, en buena medida porque tampoco resulta sencillo darse a conocer, la experiencia sí que puede calificarse como “productiva”. Baste un solo dato para corroborarlo: A día de hoy, “tres vidas más están en vías de salvarse”, las de otras tantas personas que un buen día decidieron acudir al grupo de 24 horas que Alcohólicos Anónimos gestiona en Gasteiz después de tocar fondo. Habla Jesús, uno de sus miembros fundadores. En definitiva, uno de los encargados de darles la bienvenida aquel buen día, convencido también de que son muchos más los vecinos de la capital alavesa que necesitan ayuda y que quizá no sepan todavía que tienen muchas manos amigas dispuestas a ayudarles a dejar de beber.

Lo acompaña Luis, otro de los veteranos, que junto con otro compañero fue el tercer principal impulsor de este grupo, cuyo local se ubica en el bajo del número 19 de la calle Burgos, en el laberinto de soportales del barrio de Aranbizkarra. “Lo importante es que los que estamos aquí seguimos sin beber, y ya es todo un año. Los tres compañeros que lo pusimos en marcha y esas tres personas que vienen aquí todos los días. Algunos se quedan, otros se van... Pero lo que sí es permanente hasta ahora es que todavía no nos conocen en muchos lugares”, enfatiza Luis.

Al igual que sucede en cualquiera de los grupos convencionales de Alcohólicos Anónimos, este cuenta como único requisito para cruzar sus puertas con tener un mínimo deseo de mantenerse sobrio. No son necesarias cuotas u honorarios, ni mucho menos pertenecer a una institución, religión u organización política. Lo único que comparten sus integrantes es la mutua experiencia, la fortaleza y la esperanza por superar un problema tan común como el alcoholismo y ayudar a otros a recuperarse. Lo que sí lo diferencia de esos grupos convencionales, como los cuatro que ya existían anteriormente en Vitoria -Adurza, Arana, Araba y Arriaga-, es que sus miembros más veteranos montan guardia durante todo el día a la espera de nuevas personas en situación de necesidad, ya sea en sus instalaciones o pegados al teléfono. Quien lo necesite, puede encontrarlos en los números de teléfono 945033206 ó 673800283.

El grupo vitoriano 24 horas, primero que esta histórica comunidad inauguró en el conjunto de Euskadi, abrirá sus puertas esta tarde a cualquier vecino de la capital alavesa que lo desee con motivo de su primer cumpleaños. Sus integrantes celebrarán una junta de información “pública y abierta” en su local, donde tratarán de hacer llegar su mensaje a nuevos potenciales compañeros, y también a cualquier persona que tenga cerca a algún allegado para el que el alcohol se haya convertido en un problema. “Queremos lanzar el mensaje de que el alcohólico no es un vicioso ni un degenerado, sino alguien que sufre una enfermedad. Y que viniendo aquí y compartiendo experiencias y fortaleza se puede salir”, explican los dos veteranos integrantes del grupo gasteiztarra. La cita tendrá lugar a las 19.00 horas y tras ella se celebrará una cena.

Desde su puesta en funcionamiento, los impulsores del grupo han llevado a cabo diferentes iniciativas para darse a conocer, como la de esta tarde, pero son conscientes de que “al igual que superar el alcoholismo, esto va despacio, día a día”. “No nos paran los pies, pero todavía tenemos que hacer llegar nuestro mensaje a mucha más gente”, remarca Luis. Quienes sí que lo captan y se acercan al grupo de 24 horas, no siempre logran tener una continuidad.

“Al mes llegan dos o tres nuevos compañeros, pero algunos no ven las dimensiones reales del problema. Llegar aquí no es difícil, lo que sí es difícil es mantenerse”, admite Luis desde su propia experiencia, la que le llevó hace no muchos años primero a la calle, después a la cárcel y más adelante a un hospital psiquiátrico. O la de Jesús, que inició su destructiva relación con el alcohol cuando apenas tenía 16 años, hasta terminar a los 32 “pidiendo en un supermercado para un cartón de vino”, víctima de “la mayor de las degradaciones”.

Precisamente, admitir la debilidad propia y recurrir al grupo para hablar abiertamente son dos pautas fundamentales en las que se basa la dinámica de Alcohólicos Anónimos, donde tampoco hay jefes, porque todos sus integrantes se encuentran al mismo nivel. A diferencia de la organización, nacida en Estados Unidos hace más de 80 años, los grupos de 24 horas son algo más recientes. El primero, la matriz, surgió en 1975 en México, al que siguieron nuevas comunidades en Estados Unidos, Ecuador, Colombia, Portugal... y también España, donde a día de hoy se contabilizan 11. La primera abrió en Ourense, en el año 2001. “Pueden parecer pocos grupos, pero teniendo en cuenta que el primero se abrió hace 15 años, no son tan pocos”, recalca Luis.

De aquí en adelante, los objetivos del colectivo gasteiztarra se mantienen prácticamente invariables respecto a cuando se puso en marcha. “Queremos ayudar a todas esas personas que están sufriendo. Que toda la gente que quiera dejar de beber, se acerque”, apunta Luis. “Es un éxito que ahora haya tres personas nuevas aquí, pero queremos seguir llevando el mensaje a muchas más”, añade Jesús. Hoy, por el momento, también toca celebrar.