amurrio - El equipo de arqueólogos profesionales del Grupo de Investigación en Patrimonio Conocido de la Universidad del País Vasco, dirigido por Sergio Escribano, que desde hace dos veranos está llevando a cabo excavaciones en el santuario de Santa María del Yermo en el barrio de Santa Lucía en Llodio, ha vuelto a superarse. No contentos con ofertar visitas guiadas a pie de yacimiento, ahora se les ha ocurrido llevar las conclusiones de las dos campañas arqueológicas efectuadas a los bares del municipio.
“La idea es que, mientras tomamos unos potes, la gente pueda disfrutar de la historia, el arte y la arqueología del enclave de Ermualde, aderezada además con anécdotas de marqueses, intereses económicos, el territorio, la iglesia, y tramas amorosas”, adelanta Escribano. Las conferencias programadas tendrán lugar este sábado de forma simultánea en el Café Araba y en Sorgin Taberna a partir de las 18.00 horas. Las disertaciones no sólo arrojarán las novedades arqueológicas, sino que se centrarán en la época de las guerras banderizas entre oñacinos y gamboinos que se produjeron en Euskadi entre los siglos XIII y XV, y que en el valle tuvieron como protagonistas a los linajes de los Ayala y los Mendoza, y más concretamente en Llodio a las familias Anuncibai y Ugarte.
De la primera ha llegado a nuestros días una casa solariega, entre fortaleza y palacio, que ha sido convertida en flamante restaurante laudioarra, y de la segunda, una casa-torre en el barrio del mismo nombre, que es la única que queda en pie hoy en día, de la decena que llegaron a levantarse en Llodio. De hecho, estas construcciones eran el mayorazgo típico de los linajes de bandos, estaban destinadas a actividades militares, en ellas se hicieron fuertes y desde ellas impusieron su ley. Se trataba de una casa rural, donde solía residir el pariente mayor, y desde la cual controlaba las tierras cultivables y de montazgo e ingresos provenientes de actividades adicionales, como ferrerías o diezmos y primicias.
Hipótesis y expertos La relación del yacimiento arqueológico de Ermualde con los encarnizados enfrentamientos que protagonizaron a finales de la Edad Media los diferentes linajes de la nobleza rural vasca, hasta que los Reyes Católicos pusieron freno a tanto desmán, hay que buscarla en que “sabemos que los Anuncibai eran los patronos de la iglesia, que éstos rivalizaban con los Ugarte, y que todo el que pasaba por Santa Lucía tenía que pagarles por el uso de molinos, diezmos y similar. Vamos, que en este paraje está muy bien representada la guerra de bandos y creemos que los restos del edificio que hemos encontrado este verano puede ser la casa-torre de los Anuncibai”, aclara Escribano, en relación a una de las dos construcciones de origen medieval halladas bajo el suelo de Santa María del Yermo, y que fue destruida para construir el templo actual en el siglo XV.
No obstante, “desconocemos por el momento quienes fueron sus constructores, pero los indicios que manejamos nos inducen a pensar en algunas de las principales familias no a nivel local ni regional sino del reino de Castilla”, avanza. Y es que no será hasta las ya anunciadas excavaciones del próximo año cuando los expertos puedan aclarar la función de esta construcción, erigida asimismo sobre otra anterior que se cree “la primigenia iglesia”, y ahondar en sus características.
Quienes sí contarán el sábado en Llodio más anécdotas sobre la guerra de bandos en la zona serán dos especialistas en el tema. Se trata de Iban Sánchez Pinto, que ha realizado su trabajo doctoral sobre las torres banderizas del occidente alavés, e Ismael García que, pese haber centrado su tesis en Vitoria, es especialista en casas-torre de Ayala tales como la del conjunto monumental de Quejana o la de Murga. Un enclave histórico este último al que el Departamento foral de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo va a apoyar económicamente para diseñar y desarrollar una estrategia integral que lo promocione, a base de un sistema de códigos QR y una nueva web que comercializará este recurso para la celebración de bodas y eventos, la realización de visitas guiadas y teatralizadas, y la venta de txakoli procedente del viñedo que lo circunda.