Vitoria - Ruido y vibraciones. Son dos de las molestias que sufren los vecinos de Zabalgana como consecuencia del paso continuo de vehículos por la calle Alto de Armentia. Por eso, ayer, sus residentes, aprovechando que se celebraba en el centro cívico Hegoalde el primer auzogune del curso acerca de los problemas de tráfico en el suroeste de Vitoria, para denunciar, una vez más, que esta carretera sigue sin integrarse en el casco urbano, por lo que precisa de una mejora de imagen, asfalto, mobiliario e impacto acústico y visual. En opinión de los residentes allí congregados, pese a que en estos años se han dado avances, como la colocación de un radar y semáforo, ninguna de estas soluciones ha conseguido minimizar la circulación de Alto de Armentia, “que sigue sufriendo las consecuencias de ser la entrada y salida de la ciudad”, además de servir de conexión con Jundiz.
Así se quejaron en el punto dos del orden del día donde comenzaron a analizar qué posibles propuestas se pueden acometer en esta antigua vía. Y, aunque éstas eran varias, todas ellas se resumen en que Alto de Armentia deje de dar esa sensación de vieja N-1, en lugar de ser una calle más de Vitoria. Y, para ello, “proponemos la creación de una mesa de trabajo conjunta con el Ayuntamiento porque tenemos muchas quejas por los problemas de tráfico”, afirma una de las portavoces de Zabalgana Batuz, Leila Martín.
Otra petición prioritaria que se expuso en el auzogune, un órgano que ha sustituido al antiguo consejo territorial de Hegoalde, es el paso del puente de Pintor Teodoro Dublang a Valentín de Berriochoa (por debajo de Pedro de Asúa). “Debería abrirse a todo tipo de vehículos, en lugar de sólo a taxis y autobuses urbanos, para evitar la vuelta que se nos obliga a dar”, afirma la representante de Zabalgana Batuz.
Sin embargo, las sugerencias vecinales no fueron las únicas en dicho encuentro. Dado que los auzogunes aspiran a mejorar la participación ciudadana con las instituciones, el Ayuntamiento también llevó sus propuestas, que en esta ocasión llegaron desde el servicio de Tráfico, con dos cambios de sentido en la zona de Hegoalde.
El encargado de exponerlas fue el director, Iñaki Sagardoy, quien sugirió que este cambio en la circulación podía hacerse en dos calles: Raimundo Olabide y Félix González ‘Petite’. Así, por ejemplo, en la primera arteria gasteiztarra, situada en Adurza, sus vecinos ya criticaron la invasión de vehículos que sufren. Y eso que se supone que es una vía teóricamente peatonal, pero el continuo paso de coches y su velocidad excesiva, genera serias molestias a sus habitantes al hacerlo apenas a dos metros de sus portales y bajos de la zona en la que viven.
No obstante, fuentes municipales subrayan que no se trata de una propuesta definitiva. “Habrá que analizarla entre todos”, precisan desde el Ayuntamiento.
recursos pendientes Estas viejas demandas coinciden con otros dos recursos pendientes en Zabalgana tratados ayer en la comisión de Urbanismo: el centro cívico del barrio y el colegio Aldaialde. Sobre el primero, el PP volvió a denunciar el retraso en la construcción y solicitar el cronograma de obras que ya pidió hace unas semanas. La edil de Urbanismo, Itziar Gonzalo, se reiteró en los tres meses de demora.
Otro tanto ocurrió con el colegio Aldaialde; Irabazi y, de nuevo el PP, manifestaron la necesidad de que el gabinete Urtaran agilice la burocracia. “La cesión se formalizará cuando terminen los trámites previos”, precisó Gonzalo.
Raimundo Olabide. El Consistorio propone un cambio de sentido que afectaría sólo a su tramo peatonal, donde está permitido el acceso de vehículos para dar servicio a lonjas, garajes y establecimientos. Aquí se cambiaría para que no sea utilizado como atajo.
Félix González ‘Petite’. La situación es parecida. Esta calle suele ser un atajo para conductores que quieren evitar la rotonda del Carrefour, en la calle Zumabide. El Ayuntamiento propone solucionarlo cambiando el sentido de un tramo de esta calle.