vitoria - El territorio alavés vivió durante la noche del domingo y primeras horas de la mañana de ayer un episodio de fuertes vientos. Estos azotaron todas las esquinas de Álava y dejaron cifras de hasta 127 kilómetros por hora como las registradas por Euskalmet en la estación de Orduña a las 6.20 horas del lunes. “Es habitual que en estos meses de octubre y noviembre se formen borrascas en Galicia y se generen este tipo de fuertes vientos del sur”, explicaba ayer a este diario José Antonio Aranda, responsable de la Agencia Vasca de Meteorología. También durante el domingo ese mismo entorno registró una notable actividad eólica. El tope llegó a los 117,8 kilómetros por hora, que se superaron con claridad en las primeras horas de la jornada de ayer.
No hubo tanta intensidad en la capital y en su entorno. A pesar de que el viento sopló con fuerza, la máxima velocidad registrada ayer llegó a los 74,4 kilómetros por hora en la estación ubicada en Lakua. Fue también un notable incremento con respecto a los datos del domingo, en los que se marcó un tope de 60,7. En cualquier caso, en otros rincones de Álava también se hizo patente la fuerza del viento. Así, la estación situada en el alto de Herrera, a 1.100 metros de altitud, llegó a registrar rachas de 84,3 kilómetros. Sin embargo, la zona del Valle de Ayala fue la que registró la mayor intensidad porque en puntos como Gardea, en Llodio, se sufrió una velocidad máxima de 80,4, mientras que en Beluntza se llegó a los 78 kilómetros. Muy cerca se registraron rachas de 76 en Saratxo y de 73 en Navarrete. Más allá de estos registros elevados, en el resto de Álava la actividad y datos que ofrecieron las diferentes estaciones “se movieron en velocidades que oscilaron entre los cuarenta y ochenta kilómetros y sólo una bajó de la marca de los cincuenta”, desgranó ayer Aranda.
estampas habituales El fuerte vendaval se hizo patente en las primeras horas de la mañana con el despertar de muchos vitorianos que sintieron el movimiento de las persianas en sus domicilios. Sólo los más madrugadores padecieron con toda su crudeza el azote de Eolo, que llegó acompañado de fuertes precipitaciones. Para la hora de entrada de muchos colegios la situación ya había superado su fase más crítica y empezó a remitir el viento, mientras que sólo quedaban leves precipitaciones que llegaron a su apogeo en torno a las 7.30 horas.
Esa inusitada furia en las rachas dejó la estampa habitual de ramas de árboles caídas y gran volumen de hojas esparcidas por muchas calles y vías de la ciudad. Tampoco faltaron las imágenes habituales relacionadas con los contenedores de basura con las tapas levantadas o fuera de sitio debido a la fuerza del aire.
En cualquier caso, a medida que avanzaba la mañana fue remitiendo la intensidad tanto del viento como de las precipitaciones y asomó el sol en el cielo vitoriano. Por todo ello, desde Euskalmet procedieron a desactivar el aviso amarillo -intermedio en la graduación de los fenómenos meteorológicos adversos- por viento en zonas expuestas y de alta montaña.
Previsiones para la jornada A lo largo de la jornada de hoy se espera que siga azotando el viento, pero dentro de unos valores mucho más suaves y con menor intensidad que la vivida hasta la fecha. Soplará del suroeste pero a lo largo del día irá evolucionando hacia ráfagas procedentes del norte. Esto tendrá una consecuencia directa que se traducirá en la bajada de temperaturas, que serán de entre cinco y siete grados más frescas que las registradas ayer, a la espera de la anunciada llegada de abundantes lluvias para mañana.