gasteiz - La desigualdad de oportunidades en el acceso a una vivienda se da, también en Vitoria, desde el punto de vista socioespacial, es decir, en función de los metros cuadrados de superficie en los que cada persona se ve obligado a vivir. Esta distribución del espacio habitacional no presupone la existencia de un grave problema de hacinamiento en Gasteiz. En general, la situación es más bien, la opuesta, con un exceso de ocupación del espacio, un gran número de viviendas desocupadas, un tamaño medio de los hogares cada vez más bajo y un número de hogares unifamiliares muy elevado y que sigue al alza.

Sin embargo, esta realidad es compatible con la existencia de un pequeño, pero significativo segmento de la población que sí padece situaciones de hacinamiento que, además, tienden a sumarse a otros problemas que ya padecen -no de vivienda- sino de papeles, empleo, pobreza, déficit de cualificación profesional y escasa calidad de la casa en la que residen. Esta constatación llega de mano del Ayuntamiento de Vitoria y se explica en un informe que esta semana está dando a conocer DNA. Dicho estudio desgrana de forma minuciosa una completa radiografía del parque de vivienda en Gasteiz en la que se reconocen algunos errores de la política de vivienda llevada a cabo en la ciudad durante las dos últimas décadas, de los que derivan algunas consecuencias, como el hecho de que, a día de hoy, hay en Vitoria más de 1.200 personas que disponen de diez metros cuadrados o menos por persona para vivir.

Describe el informe que el tamaño medio de la vivienda roza los 60 metros cuadrados, con una media de siete miembros por hogar y la superficie media por persona de que disponen es de 8,6 metros cuadrados. Además, la antigüedad media de estas casas es de 64 años y la mitad de ellas se sitúa en el Casco Viejo (barrio en el que se encuentra una de cada tres viviendas de este tipo), pero también en Coronación, Zaramaga o Adurza. El 69% de las casas se habitan en régimen de alquiler, y la media de edad de las personas que residen en ellas roza los 30 años, siendo el 30% menores de 16. Una situación que afecta en mayor medida a la población extranjera (58%), la mitad de origen africano. Un perfil que se completa con otra características: el hecho de que dos tercios de las personas mayores de 15 años residentes en este tipo de viviendas con problemas de hacinamiento, tienen estudios primarios o carecen de cualquier titulación académica.

Y es que, la desigualdad en la forma de acceso a una casa se manifiesta también en el tamaño medio de la vivienda habitada que es mayor en el caso de la vivienda en propiedad, el uso más frecuente y mayoritario en Vitoria. Pero si se ahonda en las familias que carecen de una casa en propiedad se observa que los metros cuadrados de piso descienden a medida que baja el nivel académico de sus inquilinos. También influye su nacionalidad siguiendo una escala en la que los africanos son los menos aventajados o más perjudicados, como quiera decirse, seguidos por asiáticos y americanos, y europeos; mientras que en los pisos más espaciosos reside la población con nacionalidad española, según la radiografía del parque de vivienda en Vitoria.

En cuanto a la relación edad-tamaño de la vivienda, dibuja una distribución en forma de U con valores elevados en los extremos y más moderados para las edades intermedias. Sin embargo, la superficie por persona, como cabe esperar, crece a medida que aumenta la edad, lo que refleja cómo varía la composición familiar a medida que se cumplen años y la superficie de la casa se va ajustando a las necesidades de las personas que la habitan. No obstante, no significa que cuantas más personas viven en un piso dispongan de mayor superficie sino que, al contrario, a mayor número de personas por vivienda, la superficie disponible para cada uno se reduce “drásticamente”, subrayan los autores del informe.

gasteiz - Colectivos sociales (Elkartzen, Bost Urki y asociaciones vecinales del Casco Viejo, Ensanche, Coronación, Abetxuko, Aranbizkarra y Judimendi) reclaman al Ayuntamiento de Vitoria y al Gobierno Vasco que aborden con urgencia las necesidades de las personas sin vivienda, así como las de las desalojadas de la suya por desahucios que se producen como consecuencia de su delicada situación económica, que les impide hacer frente al alquiler o la hipoteca. “Esas personas que pierden la propiedad de su casa no pueden quedar en la calle sino que son las instituciones públicas quienes tienen que garantizarles un piso de alquiler que no les suponga más del 15% de su salario; por ejemplo en una de las muchas viviendas vacías que hay en la ciudad”, alegan las asociaciones en un comunicado.

Aseguran que el Ayuntamiento de Gasteiz dispone de 491 viviendas vacías: 189 en Errekaleor, algunas rehabilitadas; 114 en Olarizu; 63 en Aretxabaleta, y 125 en el Casco Viejo, de las que 34 están arrendadas, 90 vacías y 52 en malas condiciones; además de otras 622 vacías y pendientes de venta. A ellas se suman las 188 viviendas de promociones privadas también sin habitar, de Visesa (464) y otras muchas de particulares. Ante esta situación, “creemos que tanto Ayuntamiento como Gobierno Vasco son competentes para crear un parque de viviendas de alquiler”. Máxime, después de que ya hayan sido muchas las personas desahuciadas y ni Alokabide ni el Ayuntamiento hayan sido capaces de solventar el problema -señalan-, motivo, a su entender, por el que la tensión sobre las viviendas vacías se está haciendo cada vez más fuerte.

“Las organizaciones que suscribimos este comunicado, ante la falta de respuesta institucional al derecho a la vivienda digna para todas las personas, justificamos la ocupación sobre todo de las viviendas institucionales, incluso llamamos a la población necesitada a ocuparlas para que se respeten sus derechos, que están por encima de los derechos de propiedad de la institución”. Por otra parte, “llamamos al poder judicial para que colabore con las instituciones. - DNA