Vitoria - La primera toma de contacto entre el gobierno foral y los principales grupos de la oposición ha servido para que el diputado general, Ramiro González, tantee la predisposición de EH Bildu, Partido Popular y Podemos para ahondar en un futuro acuerdo presupuestario, ante el que el mandatario aseguró hace unos días que estaba “abierto a acordar con todos los partidos” sobre la base de “la recuperación económica, conseguir empleo estable y de calidad, conservar unos servicios sociales de primer nivel y mantener una visión global de todo el territorio”.
Por el momento, con el ejecutivo foral en plena confección de las cuentas con el 15 de noviembre como plazo para su presentación en las Juntas Generales -aunque es probable que su aprobación en el Pleno se postergue, como es habitual, hasta los días previos a Navidad-, cada uno de los tres partidos ha trasladado a González sus primeras condiciones, aunque desde el ejecutivo foral prefirieron ayer, consultados por este periódico, no realizar aún una primera valoración de los encuentros a la espera de completar la ronda la próxima semana con los representantes del grupo mixto.
eh bildu En lo que a la coalición abertzale respecta, y según las fuentes consultadas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la reunión del pasado jueves sirvió para que tanto unos como otros asumieran que los segundos presupuestos de la legislatura contarán con un margen de crecimiento moderado, en el que no se producirán cambios de gran calado respecto a los pactados el curso pasado. Entre otras cosas porque la previsión de recaudación, aún siendo finalmente positiva (3,6%), no ha alcanzado el porcentaje de subida que se auguraba (5,5%). Por eso, según las mismas fuentes, EH Bildu planteó en la reunión la necesidad de que, “antes de empezar a hablar de gastos”, los primeros puntos que tienen que estar sobre la mesa de negociación tienen que ser los relacionados “con los ingresos”. O lo que es lo mismo, con las modificaciones fiscales para 2017.
Por eso, aunque la tradición en las Juntas Generales es que durante las semanas de negociaciones presupuestarias la actividad se paralice tanto en la cámara foral como en lo que a las iniciativas de la Diputación se refiere, la coalición abertzale transmitió al diputado general su deseo de que antes de final de año se pongan en marcha sí o sí al menos tres cambios fiscales.
El primero, el gravamen del 50% del IBI a las viviendas vacías en las que no figure nadie empadronado, fue aprobado el pasado miércoles. El segundo, que las empresas que facturan más de un millón de euros al año pasen a pagar también el IAE -en lugar de fijar el límite en dos millones como hasta ahora-, fue anunciado por la Diputación el pasado jueves, fruto de un acuerdo con EH Bildu. Sin embargo, requiere su tramitación de urgencia para que pueda entrar en vigor en 2017, y la coalición quiere que el proceso se acelere lo máximo posible, además de reclamar a la Diputación ciertas garantías de que no sucumbirá a la presión que pueda ejercer SEA, la patronal alavesa, muy molesta ante este cambio.
La tercera condición de EH Bildu en materia fiscal tiene que ver con los cambios en el Impuesto sobre el Patrimonio, que precisamente se debatirán próximamente en comisión de Hacienda. En este caso, el grupo juntero asume que el margen de tiempo para que los grandes cambios de este impuesto entren en vigor en 2017 es escaso, pero sí considera que hay al menos un punto en el que el gobierno foral debe ceder: la eliminación del escudo fiscal, el límite que establece que la cuota íntegra del Impuesto sobre el Patrimonio y la del IRPF no pueden superar el 65% de la base imponible general y el ahorro del IRPF. Una medida que el territorio histórico de Gipuzkoa puso en marcha la legislatura pasada la Diputación de EH Bildu y que con el cambio de gobierno, ahora en manos del PNV, los jeltzales no han derogado.
podemos Por su parte, desde Podemos, con cuyos ocho junteros el gobierno PNV-PSE también serían mayoría en la cámara para aprobar las cuentas, su portavoz, Arantxa Abecia, valoró la reunión de ayer con el diputado general como “una primera toma de contacto”. “La próxima semana nos facilitarán un documento más completo con partidas y datos más definidos. Lo estudiaremos con las bases de Podemos y en los círculos para poder presentar enmiendas que tengan que ver con bienestar social, planes de empleo y lucha contra el fraude fiscal, porque no hay grandes márgenes para un cambio en profundidad sin modificaciones fiscales”, explicó Abecia a este diario. Por el momento, la portavoz de Podemos considera que “el gobierno foral tiene voluntad y la obligación de llegar a acuerdos, así que estudiaremos en profundidad lo que nos presenten”.
Mientras tanto, el todavía portavoz del PP en las Juntas, Javier de Andrés, avanzó en rueda de prensa que, tras el primer encuentro con el diputado general, no salió “muy optimista”, aunque al igual que sucediera el año pasado mostró públicamente su disposición a alcanzar un pacto. Con todo, teniendo en cuenta que las condiciones puestas sobre la mesa por los populares piden como paso inicial dar “un giro” completo a las políticas sobre las que la Diputación está sustentando la legislatura, especialmente en materia económica y fiscal, las posibilidades de un acuerdo se antojan escasas a día de hoy.
Negociaciones. El diputado general se ha reunido durante los últimos días con los tres principales grupos de la oposición: PP, EH Bildu y Podemos. Con Podemos se citó ayer, mientras con EH Bildu lo hizo el pasado jueves. Las citas con los dos miembros del grupo mixto tendrán lugar la próxima semana.
Nuevas reuniones. Tras esta primera toma de contacto, el gobierno foral mantendrá nuevos encuentros durante las próximas semanas para ahondar en la búsqueda de un acuerdo.