VITORIA - Ayuntamientos, juntas administrativas, asociaciones y en general cualquier institución vinculada con el Parque Natural de Izki han sido llamados para conocer el II Plan Rector de uso y gestión y documento de directrices y actuaciones de gestión para el Parque Natural, la Zona Especial de Conservación (ZEC) y la Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA) de Izki y realizar sugerencias o alegaciones para que pueda ser aprobado con el mayor consenso posible.

El área de Izki fue declarada Parque Natural el 31 de marzo de 1998, y comenzó a funcionar con un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del área de Izki. Posteriormente, el Departamento de Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación Foral elaboró un documento inicial de II Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Izki y, tras someterlo a la tramitación establecida en la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco, lo aprobó definitivamente mediante Acuerdo del Consejo de Diputados el 15 de mayo de 2012. Sin embargo, el procedimiento de aprobación final y publicación en el Boletín Oficial del País Vasco del citado instrumento de gestión no llegó a finalizar.

Debido a que el área de Izki, además de ser declarada Parque Natural, fue incluida por la Comisión Europea en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y en la de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la región biogeográfica atlántica de la Red Europea Natura 2000, se tuvo que realizar el proceso para su declaración como Zona Especial de Conservación (ZEC) por el Gobierno Vasco. La razón era que resultaba necesario clarificar la estructura de los instrumentos de planificación y gestión de las tres figuras de protección que coincidían en el mismo territorio.

A la vista de estas circunstancias, el 1 de marzo de 2016, el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco aprobó un decreto por el que se designaba a Izki como Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y estableció las medidas de conservación. El siguiente paso fue elaborar un nuevo documento, denominado II Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) y documento de directrices y actuaciones de gestión para el Parque Natural, la Zona Especial de Conservación (ZEC) y la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Izki, con la finalidad de adecuar la gestión de este espacio lo establecido en su nueva situación.

Ahora, los siguientes pasos serán escuchar o conocer los informes de los ayuntamientos y juntas Administrativas, afectados durante el plazo de dos meses. Se trata de los consistorios de Arraia-Maeztu, Bernedo y Campezo y las juntas de Apellániz, Atauri, Korres, Maestu, Vírgala Mayor, Arluzea, Markinez, Quintana, San Román de Campezo, Urarte, Urturi, Antoñana y Bujanda. También se da trámite de audiencia a las asociaciones representativas de intereses sociales de la zona y las administraciones públicas afectadas. Asimismo, se valorarán los informes del Consejo Asesor de la Naturaleza del País Vasco-Naturzaintza, así como los del Consejo Asesor de Medio Ambiente, de la Comisión Ambiental del País Vasco y de Landaberri, para posteriormente someterlo a información pública.

El II Plan Rector establece tres grandes bloques de objetivos. En primer término el de conservación de la biodiversidad para mantener o restablecer el estado de conservación favorable para los hábitats naturales así como cuidar y mantener las especies de flora y fauna que presentan un interés regional, teniendo en cuenta las particularidades regionales y locales del espacio natural protegido y mantener o restablecer la funcionalidad de los elementos del paisaje que sustentan la conectividad ecológica, tanto interna del lugar, como con el resto de lugares Natura 2000.

El segundo bloque de objetivos son los referidos al desarrollo socioeconómico. Para ello se propone crear infraestructuras y lograr unos niveles de servicios y equipamientos adecuados; mejorar las actividades tradicionales y fomentar otras compatibles con las exigencias de la conservación de los elementos del patrimonio natural y la Biodiversidad mediante el establecimiento de las compensaciones necesarias; concienciar a los colectivos de productores y empresarios de la necesidad de aprovechar los recursos del patrimonio natural y la biodiversidad de forma compatible con su conservación en beneficio del mantenimiento de los aprovechamientos y de la conservación del medio natural; minimizar y corregir los impactos que puedan generar las construcciones e infraestructuras ubicadas o que deban ubicarse en el espacio, garantizando la integración ambiental y paisajística en el entorno en el que se localicen; integrar a los habitantes locales en las actividades generadas por la protección y gestión del espacio natural; y rehabilitar la vivienda rural, conservar el patrimonio arquitectónico y estimular iniciativas culturales, científicas, pedagógicas y recreativas.

Finalmente se establecen objetivos de educación, divulgación e investigación. Para ello se propone favorecer el acercamiento de la población hacia el entorno natural y a las actividades rurales con el fin de aumentar su conocimiento sobre este medio, así como lograr una mayor sensibilización hacia la necesidad de su conservación. También se plantea promover actividades de estudio e investigación de los recursos del espacio natural protegido, así como de sus usos y la evolución de su situación en el tiempo, poner en marcha las acciones necesarias para que el uso público se desarrolle de forma segura para el visitante, y mejorar la organización y difusión de la información generada en los estudios y proyectos de investigación y, en particular, su accesibilidad para su aplicación en la gestión del espacio natural protegido.