VITORIA. Este martes fallecía en su Pamplona natal el que fue durante más de 20 años obispo de la Diócesis de Vitoria, Monseñor Miguel José Asurmendi Aramendía.

Asurmendi nació el 6 de marzo de 1940 en la capital navarra. El 16 de agosto de 1957 profesaba como salesiano y era ordenado sacerdote el 5 de marzo de 1967. Fue elegido obispo de Tarazona en 1990 y el 8 de septiembre sucedería a monseñor Larrauri al frente de la Diócesis de Vitoria.

En diciembre de 2015 la Santa Sede le comunicaba la confirmación de su sucesión tras más de veinte años como pastor de esta diócesis vasca en la persona de Juan Carlos Elizalde. El relevo se haría efectivo el 12 de marzo de 2016.

Asurmendi había elegido para su retiro su ciudad natal por motivos familiares. Hace escasos quince días paseaba por el casco viejo de Pamplona y pocos días antes había participado en las celebraciones litúrgicas de San Fermín.

Los funerales y el entierro por el alma de monseñor Asurmendi se celebrarán mañana jueves a las seis de la tarde en la Catedral Vieja de Santa María, y serán presididos por el obispo de Vitoria, monseñor Elizalde, quien ha tenido que interrumpir unos ejercicios espirituales que estaba dando a un grupo de sacerdotes de esta diócesis. El cuerpo del exobispo de Vitoria podrá ser velado desde esta tarde en la capilla ardiente de la Catedral Nueva de María Inmaculada.

El pasado 5 de marzo se despidió de su diócesis en una eucaristía multitudinaria en la Catedral Nueva. En ella se hizo un repaso a los hitos más importantes de la vida diocesana durante el periodo de Asurmendi al frente de la misma, como la reapertura de la Catedral Vieja, la incorporación de mujeres en puestos de responsabilidad en la Diócesis o la beatificación del sacerdote D. Pedro de Asúa entre otros muchos.

Asurmendi, un hombre de aspecto bonachón y afable, será recordado por la comunidad cristiana de Vitoria como un obispo pacificador y que cerró una etapa de la Iglesia en Vitoria.