La ilusión se palpa ya en el ambiente, y eso que todavía faltan unas horas para que la Carrera de la Mujer convierta las calles de Vitoria en la habitual marea rosa. El Iradier Arena acogió ayer, en horario de mañana y tarde, la primera jornada de la feria Sport Woman, punto de encuentro para las 6.000 valientes que mañana se calzarán las zapatillas de correr en el parking de Mendizorroza, donde se ubicarán la salida y la meta de la prueba solidaria, y también para sus patrocinadores.
La entrega de bolsas, camisetas y dorsales se desarrolló con normalidad, aunque con algunos colapsos puntuales, habida cuenta de que en el céntrico multiusos se congregaron miles de personas en pocas horas, no sólo las participantes en la carrera. Las rezagadas podrán acercarse también al Iradier durante la jornada de hoy en horario de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas para recoger todo lo necesario para completar los cinco kilómetros de los que constará la carrera y, sobre todo, teñir las calles de Vitoria de rosa en apoyo a la lucha contra el cáncer de mama. Por noveno año consecutivo ya, que se dice pronto.
María Ángeles, Cristina, Blanca, Clara y Nati fueron ayer algunas de las decenas de madrugadoras que se acercaron al multiusos a por sus dorsales, cinco mujeres que ya saben lo que es participar en anteriores ediciones de la Carrera de la Mujer. “Estamos con ganas y muchísima ilusión de juntarnos tantas mujeres y luchar por esto. El año pasado nos quedamos con ganas de más”, aseguraba María Ángeles. “Se mueve mucha masa de gente que se une a la causa. Esto es algo que no se queda ahí”, añadía su compañera.
Muy cerca, situadas en la cola para recoger sus camisetas rosas, se encontraban Fátima, Idoia, Marian y Esti, también expectantes por lo que pueda deparar la jornada de mañana. Las tres primeras completarán el recorrido andando, mientras que la última lo hará a la carrera, en equipo con su sobrina. “Con alegría, contentas por el buen motivo que es”, aseguraba Esti tras ser cuestionada sobre los ánimos previos. No es ni de lejos, además, la única mujer de las miles que tomarán las calles de Gasteiz que conoce de cerca lo que es sufrir y superar un cáncer, ya sea de mama o de otra clase. “Tenemos alguna amiga que ha pasado por ello y apoyar esta causa es lo principal”, añadía la participante.
Motivación compartida también por Anabel y Lourdes, que mañana completarán el circuito integradas en un grupo de ocho corredoras, entre amigas y familiares varias. Ambas corrieron el año pasado por primera vez y guardan un grato recuerdo, lo que les ha animado a repetir e incluso a entrenar “durante todo el año”. “Impresiona ver tanto color rosa y que la gente colabore así. Es muy bonito y estamos con muchas ganas”, remarcaba Lourdes. Ya falta menos para que la capital alavesa se convierta un día más en epicentro de la solidaridad.