gasteiz - Escucha. Elizgune. Misión. Acogida. Fede. Encuentro. Inclusión. Otoitz. Isiltasun. Betel. Diálogo. Solidaridad. Todas estas palabras, en castellano y euskera, identifican el nuevo proyecto diocesano que ayer comenzó su andadura en Gasteiz. Responde al nombre de Berri Ona -Buena Nueva-, o lo que es lo mismo Evangelio, y se trata de un espacio pensado para las periferias y ubicado en un barrio de las afueras de la capital alavesa. Concretamente, en el número 27 de la calle Gabriela Mistral, esquina con la calle Bratislava, en Salburua.

Al frente de este proyecto se encuentra el sacerdote Jesús Santamaría, quien describe el papel que pretende jugar esta “propuesta” y “apuesta” diocesana. “En estos tiempos en los que en una ciudad como Vitoria-Gasteiz ya funcionan 37 parroquias se pensó que para esta zona de Salburua eran suficientes referentes los templos de San Joaquín y Santa Ana y la iglesia de Elorriaga para toda la vida sacramental, y que la zona y la población daba la oportunidad de poner en marcha una experiencia piloto en la línea de lo que pedía el Papa Francisco. Por otro lado, somos conscientes de que mucha gente no se acerca a las parroquias y queremos ofrecer un espacio diferente para que sean escuchados, para orar en otro contexto y para acercarse a la Palabra de Dios con nuevas fórmulas”, asegura Santamaría en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

En definitiva, Berri Ona pretende convertirse en el hall de entrada a la espiritualidad cristiana para los no iniciados. - V. L. García