El Tribunal de Cuentas ha recordado hoy sus funciones como órgano fiscalizador que ejerce "con plena independencia y sometimiento al ordenamiento jurídico", después de la sentencia ayer sobre la gestión en el Ayuntamiento de Vitoria.

Madrid. Esta institución ha reaccionado así en una nota de prensa después de que, con motivo de la sentencia dictada ayer sobre el procedimiento abierto en la gestión en el Ayuntamiento de Vitoria, haya habido "una serie de reacciones en determinados medios de comunicación que deben ser aclaradas" en relación con su jurisdicción y a la elección de los consejeros.

El Tribunal de Cuentas condenó ayer al ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, y al secretario sectorial de PP, Javier Maroto, junto al resto del gobierno municipal de Vitoria entre 2003 y 2007, a abonar 393.862 euros por la firma de un alquiler gravoso de unas oficinas en Vitoria.

Hoy el Tribunal de Cuentas señala que la función de enjuiciamiento contable, que ejerce en exclusiva en todo el territorio nacional, "tiene una naturaleza auténticamente jurisdiccional, no administrativa".

"Así ha sido expresamente reconocido por el Tribunal Constitucional y por el Tribunal Supremo, además de por la doctrina de la propia Sala de Justicia del Tribunal de Cuentas", añade.

El enjuiciamiento contable, continúa, se dirige a exigir las responsabilidades contables en que puedan incurrir quienes tengan a su cargo el manejo de fondos o caudales públicos.

"En ningún caso se enjuician por el Tribunal de Cuentas posibles responsabilidades penales, mientras que las resoluciones jurisdiccionales que se dictan no producen efectos fuera del ámbito de la jurisdicción contable", afirma el órgano fiscalizador.

Señala además que los miembros del Tribunal de Cuentas titulares de los departamentos de la Sección de Enjuiciamiento, al igual que el resto de consejeras y consejeros de la institución, son elegidos por las Cortes -seis por el Congreso y seis por el Senado-, según un modelo común al resto de órganos constitucionales, así como a la mayor parte de Tribunales de Cuentas del entorno.

En cualquier caso, añade el Tribunal de Cuentas, esos miembros "gozan de la misma independencia e inamovilidad y están sometidos a las mismas incompatibilidades que los jueces".