Hoy la diócesis de Vitoria invita a todos a sumarse a un gesto diocesano a favor de los refugiados, que lleva por lema Sé refugio-Zeu ere babes. La cita tendrá lugar a las 19.00 horas en la plaza de la Virgen Blanca, lugar de encuentro por excelencia.
Con motivo de las festividades de San Prudencio y Santa María de Estíbaliz, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, escribió su primera carta pastoral. En ella anunciaba el gesto con estas palabras: “No podemos mirar a otro lado, y la atención a los pobres se convierte en termómetro de nuestra autenticidad cristiana. Cáritas, Berakah, Misiones Diocesanas Vascas, Ali-Etxea, ONG de congregaciones religiosas y otras realidades eclesiales están ahí permanentemente. Se hace más urgente nuestra colaboración como ha ocurrido con ocasión del terremoto de Ecuador.”
El obispo recordaba que “60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares para salvaguardar su vida y sus derechos. Todos, empezando por los gobiernos, corremos el riesgo, de quedarnos con los números. Pero como decía el Papa el pasado mes de abril en su visita a la isla griega de Lesbos, no debemos olvidar que los emigrantes, los refugiados, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias”.
La acogida a refugiados en la diócesis no es una novedad. Actualmente, aparte de las personas apoyadas y atendidas por Cáritas y Berakah, que son muchas, hay otras 80, refugiadas de guerra o económicas, acogidas por organizaciones de la Iglesia (pisos de Corazonistas, Escolapios y Santa María, Ain Karem, Hogar Belén, Ali-Etxea...)
La apuesta diocesana por los pobres, y de manera especial por migrantes y refugiados, es el motivo que ha impulsado a monseñor Elizalde a escoger como equipo de trabajo en la Conferencia Episcopal Española, el de Migraciones.
La llamada a participar este viernes en el gesto ha sido acogida favorablemente y la difusión que se ha realizado desde los mismos canales de comunicación de que dispone la diócesis de Vitoria y ha sido repetida en otras webs.