gasteiz - La línea del Tren de Alta Velocidad (TAV) entre Burgos y Vitoria, que ejercerá de conexión de la Y vasca con el resto del entramado ferroviario estatal, acumulaba un notable retraso respecto a otros trazados. Sin embargo, el pasado mes de diciembre, tomó forma por fin con la publicación del estudio informativo final elaborado por el Ministerio de Fomento con todos los detalles de una construcción que tendrá un coste total de 2.143 millones de euros para enlazar las dos ciudades. Una línea de 90,73 kilómetros de longitud de los que 12,71 atravesarán el territorio alavés hasta llegar a Vitoria, que junto a Ribera Baja, Armiñón e Iruña Oka, serán los municipios que atravesarán las vías desde la capital castellana.
Concretado el trazado, y según la documentación a la que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el diseño elaborado por Fomento a su paso por Álava concierne en su trazado tanto a los Montes de Vitoria, donde planea ejecutar dos túneles, como a la Zona de Especial Conservación (ZEC) del río Zadorra, donde está prevista la construcción de un viaducto. Todo en medio de un importante enfado por parte del ejecutivo foral, muy molesto con el Gobierno de Mariano Rajoy por el “ninguneo” del Ministerio de Fomento hacia la Diputación en la fase de elaboración del proyecto del TAV Burgos-Vitoria.
De hecho, después de trasladar su malestar a Fomento en una carta fechada el 27 de enero, el pasado 15 de marzo la Diputación Foral de Álava envió al Ministerio un informe elaborado por el servicio de Sostenibilidad Ambiental, adscrito al Departamento foral de Medio Ambiente, detallando “las principales afecciones medioambientales” del trazado en Álava y “los aspectos que deben ser objeto de reconsideración”.
Según el trazado presentado por Fomento, la línea de Alta Velocidad entre Burgos y la capital alavesa atravesará los Montes de Vitoria abriendo dos túneles a su paso. Uno bajo el monte San Formerio, de 3,4 kilómetros de longitud. Su construcción supondrá un coste total de 66,8 millones de euros. Un segundo túnel salvará San Zadornil a través de 2,9 kilómetros. Éste contará con un presupuesto de 41,2 millones de euros. Ambos corresponden a los tramos Armiñón-La Puebla de Arganzón y La Puebla de Arganzón-Iruña Oka, compartidos por tanto entre Álava y Trebiño.
En el informe medioambiental enviado a Fomento es el segundo túnel -el de San Zadornil- el que acapara mayor preocupación, especialmente la salida en la cara norte de los Montes de Vitoria. En este punto, el Departamento foral de Medio Ambiente considera “de suma importancia que se extremen las precauciones y se definan cuantas medidas de integración ambiental sean oportunas”, pues “la salida del túnel se ha previsto en una zona expuesta de la ladera del monte que supone una alteración visual y de calidad paisajística”, en una zona “de especial calidad y fragilidad ambiental” como son los Montes de Vitoria. En cuanto al túnel de San Formerio, el documento considera más “adecuada” la propuesta de Fomento, al menos en lo que a su entrada respecta, porque “minimiza el impacto sobre los suelos agrícolas y la reducción del impacto visual y acústico”, entre otros motivos, aunque también reclama “especial atención en la definición de las actuaciones”.
La construcción de estos dos túneles en la zona de los Montes de Vitoria no es de cualquier forma la única afección medioambiental que sufriría el territorio. De hecho, el informe de la Diputación se centra con mayor ahínco en otra construcción: el viaducto que se levantará sobre el río Zadorra en un lugar especialmente conflictivo, muy cerca de la confluencia con el río Ebro y dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) del Zadorra. En este punto el Departamento de Medio Ambiente reclama a Fomento que altere su decisión, basada en la construcción de un viaducto de 566 metros en una zona, el punto kilométrico 74,2, en la que “se unen los dos ríos más caudalosos del País Vasco” y lo sustituya por otro de mayor longitud, con “al menos” 672 metros.
Entre los motivos para dicha reclamación se incluyen que el lugar en el que el TAV Burgos-Vitoria proyecta cruzar la ZEC “confluyen por encima de su cauce la autopista AP-1, la autovía A-1, la N-124 y otras carreteras de importancia provincial y autonómica, además de uno de los caminos agrícolas más importantes de la provincia cuyo trazado sortea también el cauce a través de un puente”. Una zona “en la que las inundaciones son habituales y de especial fragilidad desde el punto de vista hidrológico” y donde “a muy poca distancia se encuentra la población de Ribaguda y varias zonas industriales en lugares muy problemáticos”. Por eso, desde la Diputación consideran que construir un viaducto de 672 metros, en lugar del ideado de 500 metros, “minimizaría el riesgo de inundaciones”.
El documento señala también la afección a los cruces de los arroyos Basanko y Santa Engracia, que recogen las aguas de una parte del área de los Montes de Vitoria. Para el segundo instan a “revisar sustancialmente la solución planteada y procurar un paso de mayor amplitud” al ser “un arroyo muy importante en la conexión con los Montes de Vitoria”, mientras en el primero “el estudio no aclara en la documentación la solución finalmente adoptada”.Antes de trasladar al Gobierno de Rajoy el citado informe medioambiental, el ejecutivo foral denunció en una primera carta a Fomento “no haber sido consultado en las fases preliminares ni en la fase de audiencias a las administraciones públicas afectadas”, y reclamaba “ser tenido en cuenta” en el proceso, para lo que daba al Ministerio un plazo de “30 días hábiles” desde el 27 de enero.
Finalizado ese periodo, el siguiente movimiento de la Diputación se produjo el 15 de marzo, fecha del envío del informe, después de que el 25 de febrero el grupo juntero de EH Bildu preguntara al gobierno foral si había realizado alguna alegación al trazado dentro del plazo oficial, fijado por el Gobierno de Madrid en 30 días hábiles tras la publicación del proyecto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 16 de diciembre.
La coalición abertzale solicitó entonces copia de las alegaciones de la Diputación, pero comprobó que no se había realizado ninguna. En este sentido, desde el gobierno foral aseguran sin embargo que el citado plazo para las alegaciones no ha concluido y que confían en que el Ministerio de Fomento aborde de una vez por todas la línea del TAV Burgos-Vitoria “con el menor impacto medioambiental posible”, motivo por el que Medio Ambiente mandó el mes pasado el informe de afecciones al Gobierno central y la primera carta del 27 de enero, mostrando su malestar por no haber sido tenido en cuenta durante el desarrollo del estudio pese a ostentar la Diputación competencias en materia de gestión de los espacios naturales protegidos de la Red Natura 2000 que resulten afectados por el TAV.
TAV Burgos-Vitoria. La línea del Tren de Alta Velocidad entre ambas ciudades ha sido una de las últimas en concretar su trazado, que tendrá una longitud total de 90,73 kilómetros, de los que 12,71 discurrirán por territorio alavés. El proyecto diseñado por el Ministerio de Fomento salió a información pública el 16 de diciembre.
Informe. El 27 de enero la Diputación envió una primera carta al Gobierno central denunciando su malestar por no haber sido consultada ni tenida en cuenta tanto en la fase de consultas preliminares como en la fase de audiencia a las administraciones públicas afectadas por el trazado. En la misiva conceden un plazo de 30 días a Fomento para que se les incluya en el proceso, pero no obtienen respuesta. El 25 de febrero EH Bildu pide al gobierno foral conocer si ha presentado alguna alegación. El 15 de marzo el Departamento de Medio Ambiente traslada al Gobierno central un informe elaborado por el servicio de Sostenibilidad Ambiental detallando las afecciones medioambientales que sufrirá el territorio alavés.
Túneles y viaducto. Entre las principales afecciones se cita la construcción de dos túneles que horadarán los Montes de Vitoria. Uno bajo el monte San Formerio de 3,4 kilómetros y un segundo en San Zadornil de 2,9 kilómetros, ambos compartidos con Trebiño y dentro de los tramos Armiñón-La Puebla de Arganzón y entre éste municipio e Iruña Oka. Además se levantará un viaducto en el río Zadorra.