Los barrios usan su voz para pedir voto

Una de las pegas que reflejan es el cambio en la zonificación de estos consejos, que a Salburua Burdinbide no le parece correcto, por cuanto se segrega a este distrito del resto del este de la ciudad. “Lo lógico es que también estén Aranzabela y Santa Lucía, porque compartimos con ellos líneas de autobús y centros escolares”, señala el presidente de la asociación, Ioseba Martínez de Guereñu.

La respuesta a su reclamación es que la modificación del ámbito de actuación del auzogune será factible “siempre que haya acuerdo entre los colectivos de los barrios afectados”. Martínez de Guereñu asume que la petición, por tanto, pueda no ser atendida, pero advierte de que “si los demás no quieren estar en Salburua, nosotros iremos a Judimendi”.

Justamente esos otros colectivos vecinales cuyo ámbito de actuación linda con los límites de Salburua -Zazpigarren Alaba y Judimendikoak- consideran “extensa y poco operativa” la zonificación establecida, a lo que el Consistorio responde que se podrán formar grupos de trabajo “más reducidos en barrios de la zona, si se ve necesario”. Esas mismas dos asociaciones -las que más alegaciones han presentado en el ámbito vecinal- creen que los auzogunes son sólo una versión renovada del programa Zure Auzoa Hobetuz, piden que se consulte a los concejos si desean la desaparición del consejo de zona rural, y solicitan que los barrios puedan participar en la remodelación del Plan General. El Ayuntamiento responde que el Elkargune de Participación Vecinal ya recoge un margen más amplio de actuación que el de Zure Auzoa Hobetuz, en cuanto a la zona rural dice que Acovi, la asociación que representa a los concejos, está de acuerdo con la propuesta presentada; y afirma por último que en los auzogunes se podrán realizar aportaciones al Plan General, aunque no vinculantes.

Eso reclaman precisamente estas dos asociaciones, que las decisiones de los auzogunes sean vinculantes, pero el Ayuntamiento afirma que legalmente no puede ser así, aunque “prácticamente lo serán si los acuerdos tienen verdadera incidencia en las políticas municipales”. También reclaman Zazpigarren Alaba y Judimendikoak que los grupos sociales puedan presentar mociones en el Pleno, una medida que sí se va a poner en marcha. Por último, estas dos asociaciones, junto con Eginaren Eginez, censuran los “obstáculos” a la participación en estos nuevos órganos. El Ayuntamiento replica que tanto el equipo de gobierno como los grupos municipales y la propia ciudadanía pueden proponer los temas de trabajo, y que cada asociación decidirá “si le interesa participar”.

Con mayor o menor acuerdo, la reactivación de los consejos va a ser acogida con los brazos abiertos por los colectivos vecinales vitorianos, tras casi ocho meses de parón. En ese sentido, el presidente de FAVA, Ángel Lamelas, se pregunta si “cada vez que haya un cambio de gobierno vamos a estar así; ya hicimos en su día un proyecto de participación, pero para que no quede en agua de borrajas tiene que haber voluntad política”.

Aportaciones vecinales. Las asociaciones piden una mejor zonificación de los consejos territoriales o auzogunes, que sus decisiones sean vinculantes, tener un papel activo en la redacción del Plan General, o poder presentar mociones en el Pleno.

Las respuestas. El Ayuntamiento afirma que las decisiones de los consejos no pueden ser vinculantes, recuerda que sí podrán presentar mociones y se muestra abierto a modificar la zonificación, si están de acuerdo todas las asociaciones a las que afecten dichos cambios.

Desde Salburua Burdinbide critican que en su consejo no haya más que una asociación.

El presidente de FAVA censura que los consejos territoriales estén paralizados desde que se produjo el cambio de gobierno.