gasteiz - La ilusión de un niño bien vale un pequeño esfuerzo. Eso es lo que pensaron miles de padres y abuelos durante la mañana y la tarde de Nochebuena, ya que no dudaron en acompañar a sus hijos para ver a Olentzero y a toda su comitiva y permitir a los más pequeños alimentar sus pequeñas pasiones. Por ello, la capital y casi todos los municipios del territorio histórico vistieron sus mejores galas para recibir al carbonero y a todos sus ayudantes en una jornada mágica que logró que en miles de hogares alaveses llegasen los regalos pedidos por aquellos que se han portado bien. Los que han sido un poco trastos a lo largo y ancho de este año también recibieron parabienes, aunque con una nota en la que Olentzero les pedía mejorar.
El carbonero, fiel a su cita, llegó al Ayuntamiento de Vitoria y a un buen número de localidades, circunstancia que puede hacer al ser un personaje mágico que se alimenta del brillo de los ojos de los más pequeños de cada casa. Allí, en el Consistorio, pudo recibir a un buen número de txikis para escuchar sus peticiones de juguetes para Navidad. Apuntó todas y sus ayudantes también. Así que, luego a la tarde, Olentzero lo tuvo muy fácil, ya que sabía de antemano qué regalos llevar a cada una de las casas. En muchas de ellas se coló por la chimenea. En otras, por las puertas y ventanas. El caso es que pudo hacer su trabajo sin demasiados problemas. Además, donde no pudo llegar contó con la colaboración de Papá Noel, que también tuvo una noche de arduo trabajo. Los dos personajes, junto a los tres Reyes Magos, conforman un gremio muy especial.
En cualquier caso, Olentzero y Mari Domingi llegaron a la capital alavesa acompañados por una comitiva de más de 300 personas en unas Navidades que prometen diversión y veladas mágicas en un marco tradicional muy ligado a las costumbres de esta tierra.
De hecho, Olentzero llegó para repartir regalos entre todos los niños. El buzón para enviarle las cartas se había abierto previamente del 14 al 23 de diciembre en la oficina de turismo. Así, con el listado de regalos ya confeccionado, el carbonero, acompañado de varios galtzagorris, recibió personalmente a los niños el pasado jueves en la Casa Consistorial de Plaza España. Ante la creciente demanda de estos últimos años, se amplió el horario en dos horas más con respecto a los últimos ejercicios para así poder recibir a más niños de la ciudad.
La música de las trikitixas, albokas y txalaparta de la Academia Municipal de Folklore acompañaron a la recepción en todo momento. Aparte, se repartieron piruletas de comercio justo. Como es tradicional, el desfile de Olentzero arrancó a las 18.00 horas desde el centro cívico Iparralde. Desde allí, Olentzero y los suyos pasaron por Portal de Villarreal, Francia, La Paz, calle Olaguíbel y Plaza España.
Participantes Siguiendo con la novedad del año pasado, Olentzero vino acompañado de Mari Domingi al desfile. Fue en la primera de las carrozas, rodeada de una docena de niños y niñas. Se volvió a incorporar la comparsa de gigantes con sus aldeanos y cabezudos. Además, se incluyó a Gargantúa en el desfile y un grupo de 10 galtzagorris que ayudaron a Olentzero y Mari Domingi a llevar los regalos a todos los niños. El desfile estuvo compuesto por unos 375 participantes.
La cabalgata dio comienzo con el grupo de Judimendiko Joaldunak, y al igual que en ediciones anteriores, fueron sucediéndose los grupos de lecheras, carboneros, burreros, boyeros, leñadores, pastores, dantzaris? Cerraron el desfile dos carrozas con motivos navideños cercanos al universo de Olentzero.
En torno a las 19.00 horas y desde el balcón principal de la Casa Consistorial, Olentzero, Mari Domingi y el cortejo de galtzagorris, niños y niñas saludaron e interpretaron su canción con todos los gasteiztarras. Participaron, además, la Academia Municipal de Folklore, la Federación Alavesa de Danzas, la Ikastola Olabide, Indarra y Proyecto Kalez Kale. - DNA / Fotos: Josu Chavarri