Los humedales de Salburua de Vitoria han logrado en 2015 el máximo éxito reproductor de aves acuáticas desde hace 20 años, ya que 319 parejas de 20 especies han sacado adelante sus crías.

Vitoria. Estos datos confirman que el humedal de Salburua se ha convertido en un enclave estratégico para las aves acuáticas reproductoras, que acoge ya la mayor población de este tipo de aves de toda Euskadi tras el cercano embalse de Ullibarri Gamboa.

Desde el año 2000, entre el 70 y 90 % de las especies de aves acuáticas que criaron en Álava lo hicieron también en Salburua y este año, de todas ellas solo una, el cormorán grande, ha estado ausente.

Uno de los principales logros de 2015 es que la garceta común y la garcilla bueyera han tenido descendencia por primera vez en el humedal, con cuatro nidos cada una.

Estas dos especies de garzas de color blanco, que se han expandido por la península en las últimas décadas, se habían reproducido desde 2008 y 2009 en el embalse de Ullibarri Gamboa, pero ahora lo han hecho en este humedal, según ha destacado en un comunicado la Unidad de Anillo Verde del Ayuntamiento de Vitoria y el Departamento de Medio Ambiente.

Además, el avetorillo común, una pequeña garza migratoria catalogada como especie amenazada en Euskadi, mantiene en Salburua el único punto reproductor regular del País Vasco, al igual que ocurre con el aguilucho lagunero, rapaz habitual en los humedales y que también está catalogada como especie "rara" amenazada.

Otras especies que no están en peligro, como el porrón moñudo, un pato que tiene en Salburua su único punto reproductor regular de toda España, ha registrado este año su máximo, con ocho parejas que han criado.

El ánsar común, una especie muy habitual en Álava durante sus migraciones pero muy rara como reproductora, parece haber establecido asimismo un punto reproductor en Salburua, además de otro lugar de cría que tiene desde 2013 en Ullibarri Gamboa.

Salburua es además desde 2013 el único enclave autonómico donde se reproduce el cuchara común, una especie de pato que se alimenta filtrando las aguas con su peculiar pico de donde le proviene el nombre, y es de los pocos lugares en Euskadi donde procrean el porrón europeo y el ánade friso.

No obstante, el botulismo aviar, que apareció por primera vez en el humedal en el verano de 2014 y afectó a 791 ejemplares, ha tenido un nuevo brote este verano, que fue detectado de forma inmediata por el servicio de guardería del Anillo Verde y logró atajarlo rápidamente, por lo que afectó solo a 63 ejemplares.

En ambos episodios las aves acuáticas fueron las principales víctimas, fundamentalmente el ánade azulón que tuvo un 70 % de mortalidad.