las opciones para regalar en Navidad son tantas que pueden abrumar a cualquiera, pero existen pequeños espacios donde los potenciales compradores, con total seguridad, van a encontrar piezas irrepetibles, hechas con las manos y el corazón, capaces de sorprender e incluso emocionar a sus destinatarios. La plaza de La Provincia de Gasteiz acoge desde este pasado sábado uno de esos lugares donde la artesanía manda, donde los creadores son los protagonistas y donde conceptos como la producción en cadena o los materiales de mala calidad se encuentran totalmente desterrados. Se trata de la feria Lan ta lan, todo un clásico en la capital alavesa cuando se acercan las fechas navideñas, un evento que este año cumple su edición número 19. Casi dos décadas de vida que también dan fe del valor que el público local asocia a lo único.
El zoco fue inaugurado ayer oficialmente, pero durante todo el fin de semana ha acogido a un buen número de clientes, muchos de ellos ya habituales, deseosos de encontrar algo que regalar a familiares y allegados o, cómo no, de darse un capricho, que tampoco está de más. Un estreno animado y que ha servido como primera toma de contacto entre la clientela y los artesanos, muchos de ellos ya viejos conocidos, pero en el que todavía ha predominado el vistazo general sobre las compras. Tiempo habrá para que todo el que lo desee pueda aprovisionarse de los regalos de Olentzero o de los Reyes Mayos, porque Lan ta Lan abrirá sus puertas precisamente hasta el próximo miércoles 6 de enero.
Allí estarán ofertando sus creaciones, entre otros, Txus Gruzeta, artesano de la localidad alavesa de Heredia, que ya es todo un veterano en la cita de la plaza de La Provincia. Gruzeta ha perdido ya la cuenta de las ocasiones en las que ha acudido con su género a Lan ta lan, fundamentalmente “abalorios típicos” hechos en plata, como los pendientes o los anillos. Este año, sin embargo, Gruzeta también tiene espacio para alguna cosa más especial, como unas originales bandejas para servir alimentos que el artista creó a partir de unos recientes encuentros con otros creadores. “Son una alegoría de las plazas de nuestros pueblos, donde nos juntamos para festejar, comer y beber”, describe Gruzeta señalando a sus nuevas criaturas, bautizadas como Dasta-plaza.
Elaborado y expuesto el trabajo, Gruzeta sólo espera ahora que la respuesta del público sea en los próximos días similar a la de las ediciones anteriores, siempre positiva en mayor o en menor medida, lo que hace de Lan ta lan una buena plaza para los artesanos como él, que no tienen una tienda física sino que venden su género en mercados similares. “Es un sitio muy céntrico, la feria lleva muchos años aquí y la gente viene. Vamos a ver cómo va, pero las expectativas son buenas”, reconoce el artesano.
Mientras tanto, Gruzeta pone en valor todo el género que los clientes que se acerquen a la feria podrán encontrar aquí, en contraste con lo que ofrecen otros tipos de negocio. “Lo ideal no es echar piedras a las grandes superficies, porque todos vamos a comprar a ellas alguna vez, pero aquí cada puesto es una mini-tienda exclusiva, de autor, con cosas muy especiales”, describe.
Cosas especiales como las que, a apenas unos metros de Gruzeta, ofrece al público la artesana alicantina, concretamente de Altea, Lucía Lorente, madre de la marca Luzia. En su caso, las lámparas y las esculturas de luz son las pequeñas obras de arte a disposición del público, coloridas, originales y, como ella misma dice entre risas, “autorizadas para todos los públicos”. Lorente ha acudido a Lan ta lan por segundo año consecutivo tras un estreno en la feria, el del pasado 2014, durante el que disfrutó al máximo con el espacio y la clientela. “Me gustó mucho la feria y el trato con el público. Aquí se valora más el trabajo que donde yo vivo, porque Altea es un sitio de mucho turismo. Son cosas hechas a mano y con sentimiento, donde pones tu corazoncito”, remarca la artesana. El acero y el papel de seda hacen el resto, unas lamparas preciosas y “muy sólidas”, algunas más pensadas para el público infantil, y que ya han coleccionado distintos premios.
a la espera Tras un fin de semana “flojo” de ventas, Lorente espera que la clientela vaya animándose a medida que avancen los días y la Navidad se eche encima. Sería, al menos, “la misma tónica que el año pasado”, según recuerda la artesana. “Ahora la gente sobre todo mira, pregunta... Y a partir de ahora se empezará a animar a comprar”, vaticina la artesana, que ya se ha reencontrado con alguna cara conocida.
Un diagnóstico en el que coincide Jessica Mediavilla, situada ayer tras el mostrador de La Jabonería de la Almendra, un negocio recientemente inaugurado en el número 82 de la calle Pintorería y que por tercer año consecutivo ha abierto una pequeña sucursal en la plaza de La Provincia. “Yo espero venderlo todo, que sea un buen mercado. Pero de cara a Olentzero y Reyes se animará más. Por ahora, hay mucha gente mirando y tanteando precios”, describe la joven.
Jabones naturales ecológicos, sales de baño elaboradas con sal de Añana, aceites, cremas... Artículos a la venta con dos elementos en común, la calidad y los procesos naturales en su elaboración. “Lo natural y lo ecológico es sinónimo de calidad. Está todo hecho a mano, hasta el empaquetado. Yo lo uso y se nota mogollón, es salud para el cuerpo”, promete la joven.
El hecho de que la Asociación de Mujeres Profesionales y Emprendedoras (Ampea) haya entregado hace apenas un mes a la Jabonería el premio Mujer y Economía Social por su proyecto empresarial ya habla muy bien de lo que Carol y Oihana, sus dos artesanas, son capaces de ofrecer a los vecinos de Gasteiz. Según prometen en una pequeña octavilla publicitaria, “jabones cargados de aceites vegetales ecológicos, esencias naturales, manos artesanas y mucha pasión”.
Otra de las artesanas que ha tenido que hacer unos cuantos kilómetros para presentarse en la capital alavesa es Begoña García, que comparte taller con su compañero Miguel López de Aguileta en la pequeña localidad leonesa de Murias de Rechivaldo, muy cerca de Astorga. Un emplazamiento donde se respira paz, privilegiado para dar forma a las trabajadas figuras que conforman la oferta de Etceteramarionetas. Begoña está en Gasteiz por segundo año consecutivo, también atraída por esta cita. “El año pasado nos gustó el público, vendí bastante bien y hemos querido repetir”, explica la artesana. Sus marionetas son francamente espectaculares, hechas con pasta de papel, modeladas a mano y, según recuerda la creadora, “todas únicas, de autor”. Están pintadas con acuarela y sus trajes, “muy elaborados”, hechos con telas especiales. Además, utilizan pelo de oveja, fibras de cáñamo u otros productos naturales para dar forma a otros elementos de los muñecos. Incluso sus ojos, de cristal, están pintados por los propios creadores, lo que les da un gran realismo.
Tanta meticulosidad implica un recorrido temporal importante para hacer posible cada una de sus marionetas. “No producimos mucho porque el trabajo es muy laborioso. No hay dos piezas iguales y también trabajamos por encargo, que suelen ser cosas que cuestan más”, explica Lorente. Las primeras horas del mercado han dejado satisfecha a la artesana, que espera seguir atrayendo a numerosa clientela local que ya conoce su producto. “Estoy contenta, porque ya ha venido gente del año pasado que se había quedado con las ganas”, remarca.