Amurrio - El parque Juan Urrutia de la localidad de Amurrio, en el corazón de la Cuadrilla de Ayala, va a perder al último de los robles americanos que cobijaba. El caso es que el Ayuntamiento del municipio está obligado a talarlo por el peligro de derrumbe que representa tras verificar su mal estado de salud, afectado por múltiples achaques ya sin solución. Precisamente, una situación muy parecida ya ocurrió en marzo del año pasado con otro ejemplar de la misma especie y con una edad parecida. Tuvo que ser derribado de forma controlada por la brigada de Jardines y sustituido por otro por el riesgo que suponía para la población.

El fatal desenlace que le espera al roble centenario ya lo intuyó por aquel entonces el área municipal de Medio Ambiente y Montes que, no obstante, se decantó por un tratamiento preventivo. Se optó por realizarle una poda selectiva, en la que se eliminaron las ramas secas y con peligro de desgarro. Con aquello se intentaba garantizar la perdurabilidad del ejemplar, un referente entre los inquilinos de la zona verde amurrioarra.

Sin embargo, a la Administración municipal ahora no le ha quedado otra que aceptar el evidente envejecimiento del árbol y las escasas posibilidades que le restan. “Se observa una reducción progresiva de la vitalidad y un debilitamiento fisiológico debido, sobre todo, al alto número de hongos de pudrición e insectos perforadores, tanto en tronco como en ramas. Algo que, unido a un importante desequilibrio estructural, trae consigo una alta probabilidad de rotura fatal y del consiguiente riesgo de accidente para el paseante”, reconocen desde el Ayuntamiento amurrioarra. Así las cosas, se ha optado por su tala para poder garantizar la seguridad de los muchos residentes y foráneos que hacen uso de esta céntrica zona verde, epicentro de la vida social en la localidad.

Tilos de San Antón El trágico destino que han tenido estos dos ejemplares centenarios de roble americano no es exclusivo de esta especie ni de este enclave de Amurrio. De hecho, en noviembre del año pasado el Ayuntamiento de la localidad tuvo que tomar una decisión similar respecto a dos de los tres tilos que había en la zona peatonal de la calle Dionisio Aldama, a la altura de la conocida cafetería San Antón. La drástica medida también se tomó después de que técnicos municipales del área municipal de Medio Ambiente y Montes verificasen el mal estado de conservación de aquellos árboles, podridos en su mayoría por el interior del tronco y afectados por el efecto de distintos parásitos.

Al igual que en el caso de los robles americanos, tras su tala se procedió a plantar dos nuevos tilos de alrededor de cuatro metros de altura y unos 25 centímetros de diámetro, y de una especie resistente al pulgón, con el objetivo de evitar la formación de melaza que tantos problemas de suciedad y pavimento pegajoso generan. El tercer tilo (el del centro y menos dañado) se dejó en pie para garantizar sombra a la zona, aunque también se le realizan podas selectivas de eliminación de ramas secas y con peligro de desgarro, y su estado de conservación es vigilando en todo momento.

En otro orden de temas, cabe recordar que a las 11.00 horas de mañana partirá de la calle Abiaga, a la altura del polideportivo Bañueta, el paseo que servirá de presentación de los cuatro circuitos urbanos saludables, que recientemente ha señalizado y balizado el Ayuntamiento. Esta actividad estaba prevista para el pasado 21 de noviembre, pero decidió aplazarse ante las malas previsiones climatológicas.

Tilos. El estado precario de varios ejemplares arbóreos ya obligó a Amurrio ha adoptar la tala de distintos tilos. La medida se tomó después de que técnicos municipales del área de Medio Ambiente y Montes verificaran el mal estado de conservación de los tres tilos más antiguos que había en la calle Dionisio Aldama. Dos de ellos fueron sustituidos.

Sustitutos. Para evitar el peligro para la población, el servicio municipal de Obras procedió en diciembre a la tala de los dos tilos de los extremos cuyo grado de pudrición era mayor. Tras la actuación, se procedió de forma inmediata a plantar dos nuevos tilos de aproximadamente cuatro metros de altura y unos 25 centímetros de diámetro.

En otras localidades. El mal estado de algunos ejemplares del parque arbóreo no se circunscribe a Amurrio. En Vitoria han sido varias las talas de distintos ejemplares en varias calles, como en Barratxi. En otras localidades, como en la capital del Estado, el mal estado de conservación de los árboles ha ocasionado varias muertes al desprenderse distintas ramas podridas y alcanzar a viandantes que paseaban por las zonas verdes afectadas por esta situación.