dos años después de nacer, y con la espada de Damocles de un eventual desalojo sobre sus cabezas, los okupas de Errekaleor trabajan para incorporar su proyecto al debate sobre el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que arranca precisamente en este curso 2015-2016. La pasada semana la plataforma Errekaleor Bizirik se reunió con el Ayuntamiento vitoriano para dar su respuesta a la propuesta municipal de trasladar su proyecto a Aretxabaleta, en las mismas condiciones en las que lo desarrollan en su actual emplazamiento. Son también viviendas de Ensanche 21 y también serían los propios residentes los que se encargarían de reformar los pisos para mejorar su habitabilidad.
Errekaleor Bizirik dijo que no, que permanecer en el barrio era fundamental para su proyecto, y aunque ambas partes se prestaron a mantener posteriores encuentros para llegar a un acuerdo, la situación está enquistada.
Durante un mes, el centenar largo de habitantes del barrio llevó a cabo un proceso del que salió la negativa a mudarse a Aretxabaleta, y en ese proceso surgió la idea de buscar un encaje legal a su movimiento. Hubo una asamblea general, cuenta el portavoz de la plataforma, Jonbe Agirre, en la que quedó claro que el sentir general pasaba por permanecer en el barrio, pero de forma paralela se formaron diversos grupos de trabajo para dar respuesta desde diferentes ámbitos a la propuesta municipal.
Un foro se dedicó a dotar de argumentos a la respuesta que se iba a dar al Ayuntamiento, otros cerraron reuniones con organizaciones ecologistas para ver si la existencia del barrio es compatible o no con el proyecto de huertos sostenibles que el PNV quiere implantar en la zona, con el fin de cerrar el Anillo Verde. Otro grupo trabajó el tema de la seguridad en las viviendas, que motiva la propuesta de mudanza del Ayuntamiento, y también hubo quien se dedicó a dar forma a esa idea de dar legitimidad al proyecto del barrio autogestionado.
La plataforma Errekaleor Bizirik cuenta para ello con el respaldo de algunos grupos municipales y además dispone de un equipo de varios arquitectos -además de un abogado- que trabajan para superar los escollos que puedan presentarse. “Queremos buscar ese marco legal, se puede hacer, y de hecho se ha hecho en otros sitios, es una cuestión de voluntad política”, señala Agirre. De hecho, la sociedad Ensanche 21, propietaria de los pisos de Errekaleor, se va a transformar en cuestión de semanas en una empresa dedicada a la rehabilitación de viviendas como las que remontan la colina del Alto de las Neveras. Además, en la actualidad los consejeros debaten una propuesta del PSE de inquilinos rehabilitadores, por la que se cederían viviendas de Ensanche a cambio de su reforma a inquilinos cuyos trabajos se descontarían del alquiler, que se calcularía en función de la renta de los beneficiarios. La idea está pensada fundamentalmente para pisos del Casco Medieval, pero en Errekaleor se ha materializado de forma oficiosa prácticamente desde el día en que los primeros okupas entraron en el portal del número 26 del barrio.
En estos dos años los residentes de Errekaleor han renovado carpinterías e instalaciones eléctricas y de agua, han recuperado el cine y el bar del barrio, y en la actualidad están reparando los tejados para combatir las humedades que siempre se han padecido en los viejos bloques, construidos a finales de los años cincuenta del pasado siglo para alojar a los inmigrantes que venían a trabajar en la industria vitoriana.
También ahora se va a acometer el pintado de las fachadas, y para diciembre hay programado un nuevo auzolan. Mediante estas citas periódicas los vecinos de Errekaleor acometen diferentes proyectos para, poco a poco, ir haciendo el barrio más cómodo para sus residentes.
“Nosotros no hemos venido aquí a vivir mal, ni inseguros, de ser así no estaríamos aquí”, explica Agirre, quien asegura que el informe al que apela el equipo de gobierno municipal para pedir que se marchen del barrio es el correspondiente a una casa que se incendió, y sólo a esa, sobre cuya inseguridad alertó la Policía Local tras atender al siniestro, en el que murieron barrios perros. “Sí, ese piso es inhabitable y de hecho está tapiado, pero los técnicos del Ayuntamiento inspeccionaron los demás y comprobaron que se puede vivir perfectamente”, afirma.
Una de las razones por las que el gobierno municipal quiere derribar Errekaleor es porque esa zona de la ciudad es la única en la que queda actuar -junto con las graveras de Lasarte- para cerrar el Anillo Verde. Donde hoy se ubica el barrio se quiere habilitar un espacio de huertos ecológicos, Errekaldea, que Errekaleor Bizirik considera compatible con su proyecto. “Hay en la zona fincas más grandes que todo el barrio donde se pueden habilitar esos huertos ecológicos, y nosotros no interferimos, hay otras zonas del Anillo Verde donde se interfiere mucho más”, señala Agirre.
Mientras todo esto sucede, Errekaleor sigue con su día a día. Tras los ciclos de charlas del pasado verano, ahora se ha acometido la plantación de árboles frutales de cara a la próxima temporada estival, y además un grupo de aficionados al bertsolarismo, que no encontraba salida a sus inquietudes, ha fundado una bertso eskola en el barrio, que mantiene contacto e intercambio de experiencias con colectivos okupas de muchos otros lugares del Estado. También están obteniendo una buena respuesta las clases gratuitas de euskera, dos semanales, a las que asisten una quincena de personas, y por otro lado se programan sesiones de cine todos los domingos, este viernes habrá una representación de teatro -La Torpestad, versión clown de La Tempestad de Shakespeare-, y una semana más tarde se celebrará una velada de reggae y ska con grupos como Siroko. Hace poco más de un mes, por otro lado, Errekaleor Bizirik celebró su segundo aniversario de existencia con un fin de semana de actuaciones musicales que contó con la colaboración de más de una veintena de grupos.
Nuevo Plan General. El gobierno municipal vitoriano quiere aprobar en tres años el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, bajo la premisa de desclasificar suelo para crecer hacia dentro desde un punto de vista sostenible en lo ambiental, lo social y lo económico. En el proceso de elaboración del nuevo PGOU -que ya ha comenzado, con reuniones quincenales en el Ayuntamiento- se contará con la opinión de más de 100 agentes de la ciudad, como colegios de abogados, ingenieros o arquitectos; asociaciones de vecinos, grupos culturales y sociales y también de ciudadanos a título individual.
Errekaleor Bizirik. La plataforma del barrio busca su encaje legal dentro de la planificación futura de la ciudad. En la actualidad, una resolución judicial les permite vivir en el barrio ‘en precario’, pues los okupas no cuestionan que las viviendas son propiedad de Ensanche 21.
El portavoz de la plataforma Errekaleor Bizirik afirma que los pisos ocupados se han rehabilitado y que son perfectamente habitables.
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Viviendas hay en el barrio vitoriano de Errekaleor, todas ellas propiedad de Ensanche 21 salvo dos, en las que aún residen sus propietarios.