¿Quién es Ander Añibarro?
-Un chaval de 26 años de Llodio que desempeña y seguirá desempeñando su profesión de enfermero en el hospital de Txagorritxu, porque no estoy liberado, y un apasionado de la música. También estudio en el Conservatorio de Vitoria en el poco tiempo libre que tengo y soy miembro de la Coral Santa Lucía de Llodio y del coro gasteiztarra Nurat Gazte Abesbatza, además de vicepresidente de la asociación cultural Musikalde. Si te refieres a la política, entré en ella hace siete años por inquietudes personales, pasando por diferentes cargos en el PNV, desde miembro del Consejo Nacional de EGI hasta representante de mi municipio en la asamblea territorial del PNV. En las últimas elecciones municipales la ciudadanía con sus votos me escogió como uno de los cinco concejales jeltzales que tiene el Ayuntamiento de Llodio y, de la noche a la mañana, me he visto nombrado presidente de la Cuadrilla de Ayala.
Lo logró el pasado 2 de octubre en torno a la histórica Mesa de Zaraobe con el apoyo de los doce junteros nacionalistas más la única representante socialista. La suma, 13 de 29, no da para mayorías.
-No, y lo tengo muy en cuenta. Nada más terminar el escrutinio de los votos dije que ahora es cuando empieza lo duro: trabajar juntos para superar retos, que no son pocos, y lo mantengo. El PNV solo tiene 12 de los 29 votos, y no tendremos más remedio que hacer uso del juego político, sentarnos a dialogar y alcanzar acuerdos junto con los once junteros de EH Bildu, los dos de Omnia, y los representantes de PSE, Orain Amurrio, Aiara Batuz y Okondo Bai.
¿Es consciente de la papeleta qué le ha caído encima?
-(Risas) Mucho, este primer mes ha sido una auténtica locura. Como subirse a un tren en marcha y tener que adaptarse a su velocidad. Ya he pasado por un pleno ordinario, una junta de gobierno y las tres comisiones que presido, de las cinco que hay en la Cuadrilla de Ayala, amén de la infinidad de reuniones que he tenido y tengo por delante. Muchísimo trabajo, pero con ilusión. Sarna con gusto no pica. Además, más que papeleta yo lo definiría como responsabilidad, hay demasiada gente que ha confiado en mí, pese a mi juventud, y no quiero decepcionarles. Siempre se dice que los jóvenes de ahora estamos sumamente preparados, pero que no se nos da la ocasión de demostrarlo, y yo la tengo, así que a por todas.
La cuadrilla, como figura administrativa, siempre está en el ojo del huracán respecto a su funcionalidad. Defiéndala.
-Una cuadrilla es un órgano que presta servicios básicos que los municipios, sobre todo los más pequeños, de otra forma no podrían tener. Incluso los de mayor población, como Llodio y Amurrio, que cuentan con su propio personal en infinidad de campos, también tienen técnicos dependientes de la Cuadrilla de Ayala. Me refiero a la gestión de los residuos urbanos, asesoramiento urbanístico, promoción económica, animación socio cultural, normalización y dinamización lingüística, medio ambiente, igualdad, etc. Son muchas cosas y muy necesarias en el día a día de todos, pero la gente no es consciente de su existencia.
¿Cómo se financia todo esto?
-Nos llegan ayudas de la Diputación Foral de Álava y del Gobierno Vasco, y se opta a subvenciones de diferentes organismos como el Ministerio de Medio Ambiente, IHOBE del Gobierno Vasco y similar. Pero el grueso de los ingresos llega vía FOFEL, unos 850.000 euros anuales, y de los cinco ayuntamientos que integran la Cuadrilla ayalesa, que aportan en torno a un millón de euros largos, motivado por la gestión de las basuras y a donde se va la mayor parte del gasto.
¿Cuáles son los principales retos de esta legislatura?
-Retos hay bastantes, pero los dos que ve prioritarios todo el mundo son sacar adelante la regularización de la relación de puestos de trabajo (RPT), así como el contrato de la gestión de los residuos, que estamos en prórroga y hay que sacarla a concurso a finales de 2016. No obstante, mi objetivo y sueño personal es abrir la Cuadrilla a todos los Ayuntamientos (Llodio, Amurrio, Ayala, Artziniega y Okondo) para que en vez de verla como un ente ajeno, que hasta molesta, empiecen a apreciarla como lo que verdaderamente es: alguien que les ayuda en su día a día. Soy consciente de que eso va a requerir de muchísima coordinación. En los municipios más pequeños es más sencillo porque los técnicos, por ejemplo de Medio Ambiente, son los mismos que en la Cuadrilla, algo que no pasa con Amurrio y Llodio.
¿Qué personal tiene actualmente la Cuadrilla de Ayala?
-En nómina de la Cuadrilla hay seis trabajadores, pero subcontratados para poder ofrecer servicios como el temporal de vialidad invernal u otros, habrá otros más de veinte. La regularización de la RPT es algo que lleva paralizado ya un tiempo y urge. Estos seis trabajadores son más que necesarios y seguro que alguno más también, pero como les esta ocurriendo a los propios Ayuntamientos estamos atados por Ley a la hora de contratar.
¿Han pensado ya por donde tiene que ir el nuevo contrato de basuras con todos los servicios que están surgiendo en esta materia?
-Tenemos muy claro que los nuevos pliegos irán acordes a las necesidades reales de cada uno de los cinco ayuntamientos, de cara a que el servicio sea efectivo. Por ello, se van a mantener reuniones previas con ellos para saber si el servicio actual es suficiente, cuáles son las nuevas necesidades y demás. De ello surgirá un estudio de viabilidad, en torno al que se redactarán los pliegos que se publicarán para que las empresas hagan sus ofertas y podamos adjudicar el servicio. En este punto quiero dejar claro que la Cuadrilla gestiona los servicios que cada Ayuntamiento quiere tener y paga, y que en basuras el ayuntamiento grande no ayuda al pequeño, porque cada cual paga lo suyo en base al volumen de residuos retirado de sus calles. De aquí que siempre surja el debate de es que éste paga menos que yo y tiene más servicios o al revés. Las tasas dan para lo que dan y estamos atados por Ley. En 2020 la normativa marco europea marca que el coste integro de la gestión de la basura deberá repercutir en los recibos que paga el contribuyente. Cada Cuadrilla va a tener que enfrentarse a su problemática.
¿Va a ser la legislatura de la fracción orgánica?
-Tanto no lo sé, pero sí se va a seguir insistiendo en ello. De momento, se está llevando a cabo en colaboración con el porcentaje de población que ha mostrado interés por el uso del contenedor marrón en cada municipio; a lo que se ha sumado una campaña en los centros escolares. No he podido estar con los catorce, porque tengo la agenda saturada, pero que hay que seguir en esta línea de concienciación es incuestionable. De nada sirve ofrecer servicios, si luego la población no sabe ni de su existencia o cómo utilizarlos. En una segunda fase se quiere llegar a la hostelería y comercios. En este mes me he hecho un master en basuras (risas).
¿Y cómo va la relación entre Cuadrilla e instituciones superiores?
-Ya he tenido reuniones con varios diputados forales para trasladarles las necesidades de la Comarca de Ayala, y seguiremos por ahí, también con el Gobierno Vasco, en nuestro empeño de lograr que esta comarca salga adelante tras estos duros años de crisis. El plan de empleo comarcal que se ha hecho junto con los Ayuntamientos de la zona también esta ahí. Ya sé que son contratos de seis meses que no dejan de ser pan para hoy y hambre para mañana. Por eso ya estoy buscando nuevas vías de financiación para otros planes e ideas que me rondan en la cabeza, y que no quiero adelantar, porque están muy verdes.
Al poco de entrar en rodaje los nuevos ayuntamientos ayaleses, varios alcaldes mencionaron que la Cuadrilla de Ayala necesitaba “un buen gestor”. ¿Considera que usted lo es?
-Sólo sé que tengo 26 años y que, en menos de un mes, mi vida ha dado un giro de 180 grados, con infinidad de reuniones y una gran responsabilidad. No obstante, también estoy muy ilusionado por la oportunidad que se me ha dado. Esto es algo vocacional, pero también tiene su recompensa: la del trabajo bien hecho.