la campaña electoral está a la vuelta de la esquina. La semana que viene, concretamente. La noche del 7 al 8 de mayo la tradicional pegada de carteles dará el pistoletazo de salida a la lucha por hacerse con el Ayuntamiento de Vitoria y con la Diputación Foral de Álava. El 24 de mayo las urnas dictarán sentencia, y al día siguiente arrancará la precampaña electoral para las elecciones de 2019. Así es la política. A menos de un mes para depositar el voto, este periódico salió ayer a la calle para conocer hasta qué punto los gasteiztarras conocen a los hombres y mujeres que aspiran a gobernarles durante los próximos cuatro años. ¿Saben quiénes son? Más importante: ¿les importa? A tenor de los resultados, los vitorianos son más de siglas que de nombres, y tienen más controlados a los aspirantes al Ayuntamiento que a los de la Diputación.
El todavía alcalde, Javier Maroto, es obviamente el más reconocido, pero su tocayo en el Ejecutivo foral, pese a gobernar la provincia durante los últimos cuatro años, no parece haber conseguido igualarle en reconocimiento a pie de calle. En cuanto al resto de partidos, Miren Larrion y Kike Fernández de Pinedo, aspirantes de EH Bildu a Vitoria y Álava, se intercambian los puestos en función de a quién se pregunte.
En el PNV, Gorka Urtaran es más conocido que Ramiro González. Por el PSE, Peio López de Munain también lo es más que Cristina González, y en cuanto a los nuevos partidos hay una realidad constatable: la gente está hecha un lío con tanto baile de siglas. Todos, unos y otros, tienen al menos tres semanas para gritar “aquí estoy yo”. “Por el Partido Popular se presentan Maroto y De Andrés. De EH Bildu el nuevo es una mujer... ¿Miriam? -Miren, le interrumpe este periódico- Miren, es verdad. Su candidato a la Diputación no tengo ni idea. Por el PNV se presenta Urtaran y para la Diputación... Tampoco lo sé. En el PSE Peio y el otro... Igual que con el resto”, responde Iñaki Fernández de Pinedo al cuestionarle sobre los nombres de los principales candidatos. ¿Se presenta Podemos en Vitoria? “Sí, pero con una plataforma que no sé cómo se llama ¿Araba Bai? No lo recuerdo. Los nuevos partidos se han fragmentado tanto que lo único que están consiguiendo es perder fuerza y que no se les conozca. Ellos mismos están dejando escapar votos. Además de la de Podemos sé que hay otras plataformas pero no sé ni cuántas ni quiénes se presentan”, admite Fernández de Pinedo que, por cierto, comparte apellido con uno de los que candidatos que no identifica, Kike Fernández de Pinedo, que opta a la Diputación por EH Bildu.
Preguntado por su visión de la política alavesa, Iñaki lamenta que el alcalde “quiera encresparnos a todos poniéndonos a unos contra otros”, y muestra cierta desazón por el hecho de que “no se haga nunca nada hasta los meses previos a las elecciones, cuando se comprometen a hacer cosas de cara a la galería”.
En general, parece que a la hora de seleccionar su papeleta se fija en las siglas y no tanto en los rostros, precisamente lo contrario que busca Javier Maroto, que en su campaña electoral minimiza la presencia de la imagen del PP hasta niveles atómicos. “No me interesa tanto quién se presenta como el partido al que pertenece”, asegura Idoia López de Lacalle, que con 18 años ya cumplidos depositará su voto en la urna por primera vez en su vida.
Cuestionada por los aspirantes a las dos instituciones, esta joven gasteiztarra conoce “a Maroto del PP y a Urkullu del PNV”. “¡Urtaran!, le chiva su amiga. “Eso, Urtaran”, responde Idoia entre risas, justo antes de reconocer que a los candidatos de EH Bildu y PSE no les pone ni rostro ni nombre. “Conozco a los partidos y lo que proponen. Los planes que tienen y las medidas. Los jóvenes sí estamos interesados en la política, aunque se diga lo contrario. No sólo estamos interesados, estamos concienciados, porque hay cosas que nos tocan de cerca como la educación o la sanidad. Voy a ir a votar y el resto de mis amigas también”, expone con determinación. Para ella, la aparición de los nuevos partidos “servirá para que la política se renueve y pongan en entredicho a los partidos más antiguos”.
Frente al ímpetu y la ilusión del votante recién llegado, en Vitoria también hay personas a las que la política les ha desencantado tantas veces que miran los inminentes comicios con más dudas que otra cosa, aunque en lo que a Vitoria y Álava respecta confían en que se produzca “un cambio”, como solicita Florencio Vivas. Con él, la prueba de los candidatos se acaba rápido.
“Por el PP y el PSE no me preguntes porque no los pienso votar, así que ni me he preocupado en saber quién se presenta. Al PSE sobre todo, porque no me gusta que siga ahí Txarli Prieto. Del resto, al de EH Bildu a la Diputación sí lo conozco... Pinedo. Al del Ayuntamiento no, pero creo que es una mujer. Del PNV conozco al candidato que se presenta a alcalde, el hijo de María Jesús Aguirre... Urtaran”, responde Florencio, sentado en la Plaza Nueva acompañado de sus nietos. “Vitoria y Álava necesitan un cambio y desalojar al PP de las instituciones”, concluye con rotundidad.
A unos metros, Begoña Divar toma un café mientras responde a las preguntas de este diario, aunque antes de nada adelanta que está “un poco perdida, porque todavía no me he interesado en conocerlos mucho”.
Reconoce a Maroto como candidato del PP al Ayuntamiento, pero con el resto se rinde. “Cuando se acerquen las elecciones me pondré al día”, subraya, aunque sí incide en que en su momento se interesó por saber si, finalmente, Podemos se presentaría a los comicios en la capital alavesa. “Sé que se presentan pero con otro nombre”, aclara. ¿Y el nombre es...? “No lo recuerdo”, admite Begoña con una sonrisa, que asiente con la cabeza cuando le apuntan que el nombre de la plataforma de Podemos es Hemen Gaude-Sumando. Visto lo visto, parece que todos los partidos, grandes y pequeños, van a tener que ponerse las pilas para atraer la atención de los votantes alaveses.