Amurrio - ¿Quién no se ha pegado alguna vez con las cuerdas de las abarcas del traje tradicional de blusa o casera? Es más, ¿es correcto calzárselas para cualquier atuendo, ya sea de poxpolina, arrantzale o baserritarra, o es mejor optar por alpargatas o zapatos? Lo de ponerse la txapela, en el caso de los hombres, o el pañuelo, en el de las mujeres, también es otro mundo por explorar. ¿De qué color, de medio lado, con dos puntas o y con la cabeza descubierta? Son preguntas que toda persona que pertenece a alguna cuadrilla festiva, peña de blusas y neskas, grupo de danzas o similar se ha hecho alguna vez y a las que no termina de encontrar respuestas concretas dados los escasos estudios existentes en materia de vestimenta y folklore euskaldun. Y eso pese a que fue en el siglo XIX cuando el traje tradicional vasco se forma y adquiere los elementos comunes de hoy día.
Para arrojar algo de luz sobre este embrollo, el municipio de Amurrio contará el próximo mes de mayo (concretamente el día 26, de 19.00 a 21.00 horas, y en la Casa de Cultura de la calle Landako) con la presencia de la filóloga donostiarra Ane Albisu Iriarte, que a través de fotografías e imágenes realizará un recorrido por el origen y la evolución en los últimos cien años de los trajes tradicionales que se visten hoy en día en las plazas de Euskal Herria. También tratará de aclarar cuándo, dónde y cómo se utilizan las distintas indumentarias. Para complementar sus explicaciones, dará forma a un taller práctico en el que enseñará a los asistentes las formas y maneras correctas de colocar las prendas tradicionales.
Albisu es una reconocida experta en vestimenta tradicional vasca tras las numerosas investigaciones en la materia que lleva realizando desde 1976 como miembro del grupo de danza Argia, la sección de Folklore de Eusko Ikaskuntza y el grupo de investigación del folklore vasco Ikerfolk. Dentro de él ha surgido el proyecto Atondu que ella misma dirige desde hace 15 años. Fruto de este trabajo, en 2006 presentó de la mano de la editorial Elkar Atondu, XXI. menderako proposamena. Éste es un exhaustivo estudio de la vestimenta tradicional vasca y su historia, en el que la autora hace hincapié en las razones detrás de cada vestido, cada lazo o adorno, para lograr que la recuperación de esta tradición se haga más allá de la pura estética, con conocimiento de causa. También pretende que se corrijan los errores que, derivados del desconocimiento de esta importante rama del folklore vasco, han venido a reflejarse en los propios trajes a lo largo del siglo XX.
Para ello, Albisu expone una propuesta clara de lo que considera debería constituir el próximo paso en la evolución de esta tradición, y lo hace mediante criterios y consejos prácticos tanto sobre la confección de las prendas que componen los trajes como sobre la manera de vestirlos. El libro contiene además numeroso material fotográfico, que resulta inestimable para la comprensión de muchos de sus consejos e instrucciones. Parte de él se proyectará en Amurrio el próximo 26 de mayo para apoyar una intervención que se realizará en euskera. De hecho, esa semana, el sábado 30, está previsto que el municipio albergue el Amurrion euskaraz bizi nahi dut eguna. Una jornada de actividades en lengua vasca con la que el municipio muestra, cada año, su deseo de vivir en euskera.
Ésta no es la primera vez que Amurrio muestra interés por esta temática. De hecho, con motivo de la celebración de su 30 aniversario el grupo de danzas vascas local llevó a cabo el año pasado una más que interesante exposición de los atuendos típicos de los siete herrialdes vascos que ellos lucen en sus bailes: desde los personajes de la mascarada suletina, pasando por trajes propios del Valle de Ayala, hasta los zanpantzarrak de Ituren y Zubieta, por citar alguno.
Trabajo extra. En los últimos años el grupo de danzas del municipio Aiara Dantza Taldea ha estado ampliando el repertorio y sus vestimentas, “respetando al máximo la tradición y las costumbres de nuestros ancestros”, matizan. Buena prueba de ello, son la ingente cantidad de horas que pasaron las chicas mayores de la formación observando fotografías antiguas y consultando libros para sacar ideas con las que se confeccionaron nuevos trajes.